Análisis de River City Girls para PS4, Nintendo Switch, Xbox One y PC

River City Girls es el mejor homenaje que se le puede hacer a la saga Kunio Kun. ¿Cómo? ¿Que no sabéis de qué  juegos estamos hablando? Seguramente os suenan como Nintendo World Cup (1990), Super Dodgeball (1987) o River City Ransom (1989), títulos desarrollados por la desaparecida Technos, que estaban protagonizados por los "cabezones" Kunio y Riki. En River City Ransom (en Europa titulado como Street Gangs) Kunio y Riki unían sus fuerzas para rescatar a sus novias, atravesando la ciudad a puñetazos. Era un "brawler" que heredaba argumento y desarrollo de juegos anteriores como Renegade o Double Dragon, y que da pie al desarrollo que nos ocupa. 

Porque en River City Girls vivimos el otro lado de la historia. Esta vez son las chicas, Kyoko y Misako, quienes "se remangan" para enfrentarse a los matones callejeros de la yakuza y rescatar a sus novios. ¡Y de qué manera! La colaboración de Arc System Works y Wayforward (que ha demostrado su dominio de los juego 2D con Ducktales Remastered, The Mummy o la saga Shantae) funciona a las mil maravillas, en este "beat´em up" que rinde tributo a uno de los géneros que dominaron las consolas y los salones recreativos a finales de los 80 y principios de los 90.    

Se trata de un "revival" perfecto. River City Girls conserva los justos elementos nostálgicos (la música electrónica, los gráficos pixelart, la selección de escenarios...) y añade un montón de nuevos aspectos, que le dan profundidad a este desarrollo de alto voltaje. Todo, envuelto con un sentido del humor muy cuidado y un montón de guiños que agradecerán los jugones más veteranos.

Peleas desde el instituto

-¿Alguna vez te has preguntado por qué nuestra ciudad es tan violenta? Quiero decir, vayamos donde vayamos, la gente está peleando.

-Supongo que sí, ¿a dónde quieres llegar?

-No, a ninguna parte. Sólo lo comentaba.

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Este es uno de los diálogos que mantienen las protagonistas del juego Kyoko y Misako, dos alumnas de instituto que son capaces de pasar de personajes adorables a furiosas luchadoras en un parpadeo. Podemos escoger a cualquiera de las dos -con algunas habilidades diferentes- o llevárnoslas a ambas en un imprescindible multijugador cooperativo local (con "fuego amigo" que se puede activar o desactivar según nuestras preferencias). Y lo que nos espera por delante son 6 niveles repletos de enemigos y secretos.

¿Qué lugares no podrían faltar en un "brawler"? Apuntad. Está el instituto, el centro comercial, una zona en obras, el metro, al barrio friki (con sus salones recreativos y tiendas de merchandising), la playa e, inevitablemente, el enorme edificio de la yakuza. Pero en esta ocasión, no vamos a encontrar un desarrollo lineal (que era lo acostumbrado en los clásicos), sino una serie de localizaciones conectadas entre sí de diferentes modos, con caminos alternativos y zonas secretas. 

Tampoco nuestro objetivo es lineal. Para avanzar por estos escenarios tendremos que cumplir una serie de misiones (un poco surrealistas) como realizar un ritual con un gato dorado o descubrir las respuestas para ganar entradas VIP para un concierto. Eso nos obligará a viajar adelante y atrás, ya sea a pie o utilizando el autobús, e ir descubriendo nuevas zonas. Y mientras tanto, podremos disfrutar de una buena historia, narrada con secuencias anime y de estilo manga (con viñetas en blanco y negro).

Recreativas de espada y brujería

Hay otros aspectos que le añaden profundidad a los combates, como la posibilidad de equipar objetos que nos otorgan ventajas, gastar dinero en las tiendas para conseguir objetos curativos, y subir de nivel con la experiencia que conseguimos por cada enemigo derrotado. Y por supuesto, también nos encontramos coleccionables, como las 25 estatuas del director que hay que destrozar para conseguir bonificaciones especiales.

El sistema de combate

También podemos invertir el dinero ganado en diferentes dojos repartidos por el escenario.  Al principio puede que el sistema de combate resulte demasiado simple (un botón para ataque fuerte, otro para ataque rápido y salto), pero poco a poco vamos a ir descubriendo toda su riqueza, a medida que desbloqueamos nuevos combos y dominamos la técnica de defensa en el momento adecuado. Como en cualquier "beat´em up" que se precie, también podemos utilizar armas que encontremos por el escenario, que se rompen después del uso. 

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 Acabar con los enemigos "normales" no va a resultarnos demasiado difícil -atentos, porque hay cameos de los matones de Double Dragon y de River City Ransom- pero los jefes finales son otra cosa. Cada uno de los "final bosses" que custodia los niveles tiene una estrategia única, que tenemos que memorizar, y cuenta con mecánicas muy especiales. A veces la pantalla pierde profundidad y tenemos que batirnos con ellos en un desarrollo estrictamente en 2D, o incluso realizan ataques musicales, en que tenemos que esquivar unas piezas como las de Guitar Hero, que aparecen al ritmo de la música. 

Todos estos aspectos jugables nos empujan a jugar a River City Girls hasta que nos duelen los pulgares (y esto está basado en nuestro caso real). Y están perfectamente integrados con un apartado técnico que sorprende. 

Técnica de los ochenta

Como os hemos adelantado, la parte técnica de River City Girls es un homenaje en sí mismo. Los diseños son pixelart, pero están animados con detalle, y resultan muy coloridos y expresivos. Y el diseño de los escenarios oculta un montón de detalles, como nuestra visita al campo de balón prisionero o los coches que podemos romper a golpes.

La banda sonora merece una mención especial. Por un lado podemos disfrutar de temas electrónicos "genéricos" que ambientan los niveles a la perfección, pero en determinados puntos del desarrollo, la batalla gana tintes épicos cuando escuchamos los temas vocales interpretados por Megan McDuffee, NateWantsToBattle o Chipzel, que también tienen ese sabor inconfundible de la época. Hasta hay efectos de sonido tomados de los juegos de 8 bits y "remasterizados" para la ocasión.

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Wayforward y Arc System Works han conseguido equilibrar a la perfección el aspecto nostálgico con elementos jugables más modernos. River City Girls es todo un "monumento" a un género donde parecía difícil innovar y tiene la proporción perfecta de humor, profundidad y secretos como para mantenernos enganchados (en especial si jugamos en el modo multijugador local).