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Análisis de Sea of Solitude para PS4, Xbox One y PC

Análisis de Sea of Solitude
Análisis de Sea of Solitude para PS4, Xbox One y PC. Desarrollado por Jo-Mei Games, el nuevo título del programa EA Originals nos lleva a vivir una aventura tremendamente íntima y personal que trata problemas de carácter social usando el idioma del videojuego.

Sea of Solitude es la nueva apuesta de Electronic Arts como parte del programa EA Originals, la iniciativa que impulsa el desarrollo de juegos independientes y que ya nos ha dejado obras como Fe o A Way Out. Desarrollado por el estudio berlinés Jo-Mei Games, Sea of Solitude fue anunciado en 2015 con la promesa de contar una historia sobre la soledad desde la perspectiva de una muchacha que se descubre convertida en monstruo. 

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Y con la versión final en nuestras manos (Sea of Solitude está disponible para PS4, Xbox One y PC desde ayer), es evidente que muchas cosas han cambiado en todos estos años. Sigue siendo un juego que habla sobre la soledad, pero también sobre otros muchos problemas de carácter social que, hasta no hace mucho, los videojuegos parecían evitar.

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En nuestro análisis de Sea of Solitude os contamos lo que nos ha parecido esta aventura, y cómo Joi-Mei Games, y en especial su autora Cornelia Geppert, son capaces de decir mucho con muy poco.

(A)mar

Ya en el apartado jugable encontramos las primeras sorpresas: porque Sea of Solitude es "mucho más videojuego" de lo que imaginábamos en un principio. Es decir, a menudo este tipo de experiencias tan personales suelen dejar de lado las mecánicas jugables para centrarse en los aspectos narrativos. Sea of Solitude, sin embargo, es un juego de aventura al uso con saltos, exploración y pequeños puzles. 

En la piel de Kay, la protagonista, recorremos una ciudad inundada ya sea a pie, nadando o a bordo de una pequeña barca. Es un juego lineal, pero lo camufla muy bien en todo momento dejándonos cierta libertad para movernos por sus escenarios y no siendo demasiado evidente a la hora de indicarnos el siguiente objetivo. Es por eso que, desde prácticamente el principio, podemos hacer uso de una bengala para orientarnos.

Sea of Solitude

No es un juego demasiado largo (puede durar unas cinco o seis horas), aunque también depende del tiempo que queramos dedicarle. Porque, por ejemplo, hay una parte en la que se nos permite navegar con libertad antes de pasar al siguiente objetivo... Y apetece. Apetece perderse por ese mar de tejados rojos bañados por la luz del sol mientras se escucha una melodía relajante. Hay también dos tipos de objetos coleccionables (mensajes embotellados y gaviotas), así que la exploración no está exenta de premio.

Aunque la navegación en barca es la gran protagonista, a medida que avanzamos se van presentando nuevas mecánicas,: pequeños puzles que juegan con el nivel del agua, partes en las que debemos evitar a un monstruo.... De hecho, se podría decir que Sea of Solitude está dividido en tres partes (temas, más bien), y cada una tiene una mecánica diferente como protagonista que hay que entender y dominar. Lo único que le podemos achacar en lo jugable es que Sea of Solitude es bastante sencillito, provocando que haya partes que se convierten en un paseo, y que no hace nada especialmente interesante. Pero una vez empezamos, es difícil soltar el mando hasta el el final.

Sea of Solitude

Otro de los aspectos que más nos llamaron la atención de Sea of Solitude desde el principio fue lo poco que ocupa. Pese a no ser un juego gigantesco, resulta difícil de creer que no llegue a los 2GB de espacio en disco; demuestra un gran trabajo de optimización.

De la misma manera, cuesta creer que hable de tanto en tan poco: aunque la soledad es el motor, Sea of Solitude trata temas sociales como el acoso escolar, los problemas familiares y las relaciones tóxicas. Temas que en la sociedad actual aún requieren un alto grado de concienciación, así que usar un medio como los videojuegos para hablar no de uno, sino de tres problemas diferentes que requieren visibilidad, honra a sus responsables. Todos están representado de una forma abstracta, usando el lenguaje del videojuego (monstruos, escenarios imposibles, etc.).

Sea of Solitude

Pero desde el minuto uno, Sea of Solitude hace algo que para nuestro gusto es tremendamente inteligente: avisarnos con un mensaje de que lo que estamos a punto de contemplar está inspirado en las experiencias y las historias reales de una persona, Cornelia Geppert.

Con un simple mensaje, Sea of Solitude logra que cada una de las situaciones que vivimos con Kay tengan un matiz completamente diferente: es inevitable pensar que todo lo que vemos en pantalla le ha pasado de verdad a alguien, e incluso aunque sean experiencias con las que no nos identificamos, hace que sea mucho más sencillo empatizar. Es como echar un vistazo al alma de otra persona. Además, la narración es en todo momento bastante evidente, haciendo alusión directa a algunos de los problemas tratados, lo que facilita la comprensión de la historia sin por ello resultar menos sensible. 

Sea of Solitude

Se arroja así luz sobre situaciones que, de otro modo, podrían haber resultado excesivamente abstractas (algo de lo que pecan muchos juegos de este estilo, incluido Fe). Es inevitable sentir un escalofrío cuando un monstruo nos dedica un insulto, terror cuando una criatura submarina nos devora o agobio cuando vemos cómo un grupo de sombras nos persigue a través de lo que parece un instituto. Desde el primer momento, también se deja claro que vamos a contemplar situaciones que pueden incomodar. Puede que jugablemente no presente un gran desafío, pero eso no quita que Sea of Solitude sea un juego difícil.

Por último, no podemos irnos sin destacar su magnífico estilo artístico. Pese a ser un juego pequeño, logra entrar por los ojos gracias a una puesta de escena maravillosa, que no necesita de grande efectos ni enormes cargas poligonales para mostrar en pantalla estampas verdaderamente bellas. También hay que destacar la variedad de escenarios, mucho más que un enorme mar. La banda sonora la forma composiciones en la que predominan el piano y los violines, y cuya mayor virtud es que suena cuando tiene que sonar.

VALORACIÓN:

A través de un mundo de monstruos y fantasía, Sea of Solitude cuenta una historia que trata problemas muy reales de los que nunca se habla lo suficiente, especialmente en videojuegos. Es como echar una mirada al alma de otra persona.

LO MEJOR:

Historia y temas comprensibles pese a apoyarse en la abstracción. Gran estilo artístico. Dice mucho con muy poco.

LO PEOR:

Es bastante sencillo y jugablemente no hace nada especialmente interesante.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox One

Versión comentada: PS4

Hobby

80

Muy bueno

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