Análisis de Soul Calibur VI para PS4, Xbox One y PC

Guerreros de todo el mundo y de todas las épocas se reúnen en Soul Calibur VI. Todos son maestros del combate con espada, y se dan cita a finales del S.XVI, para luchar por los últimos fragmentos de la espada maldita, la Soul Blade. La última vez que vimos este filo endemoniado, estaba en poder del pirata español Cervantes de León, y ya es hora de que cambie de manos... al ganador en este torneo de lucha 3D.  

Bandai Namco, que ya nos ofreció Tekken 7 hace un año, es la encargada de traer Soul Calibur VIa PS4, Xbox One y PC. Ya se han cumplido 20 años desde que jugamos al Soul Edge original y la saga se mantiene en lo alto del género gracias a una buena combinación de técnica, velocidad de los combates y un elenco de luchadores llenos de carisma, que practican todas las disciplinas imaginables en la lucha con armas.

En primer lugar, Project Soul (el estudio responsable de la saga) ha entendido perfectamente que una espada es el alma de quien la empuña. Así, el acero que escogemos determina nuestro estilo de combate. Todos estos estilos tienen elementos fantásticos, pero también toman movimientos reales de disciplinas como kenjutsu, esgrima, wushu o las escuelas medievales, y así consiguen una impresionante variedad. No hay una forma de luchar más poderosa; todas están bien equilibradas y cuentan con ataques demoledores. 

Para reflejar el manejo de la espada nos volvemos a encontrar con el sistema de control característico de Soul Calibur: un botón controla los ataques horizontales y otro las estocadas verticales. Con otro damos patadas (más rápidas pero menos efectivas) y el último nos sirve para cubrirnos. Parece sencillo, pero la clave para alzarse victoriosos está en el "timing" -golpear cuando el rival está desprotegido y detener sus ataques en el momento justo- y en el juego de pies. El desplazamiento sobre el terreno juega un papel importante: podemos movernos en profundidad, girando alrededor de nuestro rival, y así pillarle con la guardia baja. 

Los luchadores invitados en la saga Soul Calibur

En cuanto a los especiales, podemos desatar el poder del alma (un segundo medidor que se llena con cada golpe) y disfrutar de secuencias muy espectaculares que merman considerablemente la energía de nuestros oponentes. En esta entrega, además, algunos ataques especiales se desarrollan a cámara lenta, para que el impacto visual sea mayor. Como podéis comprobar, los cambios en el sistema de lucha son pocos. La verdadera evolución de Soul Calibur VI está en sus modos de juego.  

Más que un modo historia

Habrá jugadores que se lancen directamente al modo arcade (el "uno contra uno" más tradicional) o a la competición online con los personajes conocidos. Pero os advertimos que Soul Calibur 6 cuenta con dos campañas diferentes, que sacan el máximo partido a estos combates. Por un lado, tenemos el modo Historia bautizado como Crónicas de almas. En este juego, avanzamos por una línea temporal, protagonizando distintos duelos y asistiendo a secuencias que nos cuentan qué ha pasado con los fragmentos de la Soul Blade (con textos e imágenes estáticas). Además de la trama principal, cada personaje cuenta con su propia historia, que se entrelaza con la de los demás en algún momento.

En total, son más de veinte "mini campañas". Las hay mejores y peores, pero a final nos ofrecen una narración completa y nos sirven para desbloquear elementos de la biblioteca y conseguir puntos para el editor (además de obligarnos a combatir con todos los personajes, y así aprender sus estilos). Pero hay más.

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El modo misión, Balanza del alma, tiene un enfoque diferente. Aquí no jugamos con ninguno de los personajes clásicos (Mitsurugi, Voldo, Sophitia, Ivy...) sino que tenemos que crear a nuestro héroe en un editor. Primero seleccionamos el estilo de combate, y después su raza, el sexo, aspecto y equipación. A partir de entonces nos sumergimos en un gameplay que alterna combates con mecánicas de los RPG.

Estos elementos de los juegos de rol pasan por la posibilidad de subir de nivel con la experiencia acumulada después de cada victoria, o por equipar armas más potentes y otros objetos, como la comida, que nos dan ventajas en combate. También podemos ir a las tiendas para comprar Pero además tenemos opciones que afectan a la historia. A medida que recorremos el mapa tendremos que tomar una serie de decisiones que nos inclinan del lado de los "buenos" (el de Soul Calibur) o del lado de la corrupción (la espada Soul Blade). Del mismo modo, también podemos explorar zonas para obtener mejoras desviándonos del camino principal y escoger qué personajes se unen a nuestro grupo de mercenarios. 

Las partes jugables en este recorrido, además de algunos diálogos, son los combates (principales y opcionales). Pero en cada uno de ellos nos encontramos algún modificador, como las limitaciones de especiales, la imposibilidad de sacar al rival del ring o el número de oponentes, que añade variedad al clásico "uno contra uno". Es un enfoque diferente al de otros juegos del género que multiplica la duración y profundidad. 

El catálogo de luchadores

Quizá sea uno de los puntos débiles de Soul Calibur 6. El juego cuenta con 21 luchadores, de los cuales la mayor parte son bien conocidos por todos (Astaroth, Sophitia, Siegfred, Kilik, Zasalamel, ...) y conservan sus golpes más característicos. A estos hay que añadir a los nuevos Groh, el poderosísimo Azwel -que nos ha parecido un poco descompensado por su fuerza y velocidad- y Geralt de Rivia. El protagonista de la saga The Witcher se ha integrado de maravilla en este torneo. Aparte del modelo, que tiene sus dos espadas -de plata y acero- y que luce tal y como le vimos en The Witcher 3 Wild Hunt, tenemos la posibilidad de lanzar hechizos mediante runas. 

Además, Geralt cuenta con su propio tema de la banda sonora, muy fiel al trabajo original del grupo Percival Sargon -con instrumento medievales y coral- y con un escenario en Kaer Morhen, la fortaleza en la que lucha una de las batallas más intensas del RPG. Hasta la voz quebrada del lobo blanco está en Soul Calibur VI. 

Análisis original de Soul Blade

Si este elenco de luchadores se nos queda corto (ya se han anunciado DLC con más incorporaciones) podemos crear cuantos queramos con un editor. Pero hay una "trampa". Aunque el aspecto sea completamente diferente, su manera de luchar estará "clonada" de alguno de los personajes existentes. Sólo se modifica el aspecto visual. Como ya hemos dicho antes, los puntos que ganamos en otros modos nos sirven para comprar nuevas piezas en el editor. 

El juego se completa con modo online, para batirnos con jugadores de todo el mundo (en partidas igualadas o informales), entrenamiento y con la posibilidad de desbloquear extras en un museo. Entre estos bonus encontramos galerías de vídeos y documentos que nos explican de dónde viene cada personaje, pero lo mejor de todo es que podemos tener acceso a materiales de todos los Soul Calibur, para ver cómo ha evolucionado la saga. 

Apartado técnico e impresiones finales

Como ya vimos en Tekken 7, Namco apuesta por el motor Unreal Engine 4 y consigue un gran rendimiento, con una tasa de 60 FPS inamovible. Los modelos de los personajes y las texturas no han evolucionado demasiado respecto a los juegos anteriores, pero siguen teniendo "personalidad" y en general, las animaciones están muy cuidadas. Cuando cargamos el alma y lanzamos un ataque especial, la cámara cambia el enfoque y nos brinda los momentos más espectaculares. 

Tanto las armaduras de los protagonistas como algunos elementos decorativos pueden romperse (es más un estado que un daño progresivo) y los ataques están acompañados por las acostumbradas estelas y fogonazos. Las animaciones faciales cumplen, al igual que los diferentes tipos de iluminación sobre los guerreros.  En cuanto a los escenarios, parecen un poco vacíos comparado con lo que hemos visto en otros títulos del género, pero ofrecen mayor profundidad de campo.

Análisis de Street Fighter V Arcade Edition

En general, SC6 tiene un aspecto visual notable, que peca de conservador en algunos aspectos, pero no va a decepcionar a ningún fan de la serie. Y esa es precisamente la impresión que nos deja el juego. Sin tratar de revolucionar los combates, las mejoras en los modos Crónica de almas y Balanza de alma, el editor y  el ritmo de los combates son lo que cualquier fan le podría pedir a esta entrega (la primera de la generación).