Crítica de Alba, la serie de ATRESplayer PREMIUM inspirada en Fatmagül que ha llegado a Netflix

ATRESplayer PREMIUM lanzó meses atrás una de esas series llamadas a generar un gran y provechoso debate social, dada su relación con la actualidad. Alba es una serie inspirada en el éxito turco Fatmagül pero es evidente que incorpora en su trama un montón de detalles que la alejan del drama emocional para establecer un diálogo con la realidad.

Cuenta para ello con un curtido equipo de guionistas formado por Susana López, Javier Holgado (responsables del libreto de la recientemente estrenada La templanza), Irma Correa y Carlos Vila, con Ignasi Rubio y Carlos Martin como coordinadores de guión.

Entre los grandes retos que han tenido que asumir en este primer episodio titulado "¿Qué culpa tiene Alba?", junto con el director Pablo Guerrero (La otra mirada) está el de mostrar una violación grupal sin caer en el morbo y consiguiendo así que la dramatización sea creíble y te revuelva las tripas sin ser en exceso explícita.

Alba es una mujer joven que vive sin miedo. Regresa a su pueblo en verano para pasar allí las vacaciones con la idea de contarle a sus amigos que ha iniciado una relación con Bruno, un amigo de la infancia con el que se ha reencontrado y que ha comenzado a ser muy importante para ella.

Antes de eso, debe hablar con su expareja, Tirso, que ejerce de camello local y con quien ella corta definitivamente su relación, no sin que él insista una y otra vez en retomar su relación.

La noche de su vuelta, queda con su mejor amiga, Bego, y se van juntas a un pub de fiesta junto con otros conocidos, pero todo se tuerce cuando alguien le echa droga en la bebida. Cuando el pub cierra, Alba sale de él muy desorientada y es atacada por un grupo de hombres que abusan sexualmente de ella.

Por la mañana, Alba se despierta en la playa llena de moratones y a medio vestir. Apenas recuerda lo sucedido, pero, poco a poco, algunos flashazos le irán dando pistas del calvario por el que ha pasado y sobre la identidad de sus violadores.

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No habrá paz para "la manada"

Alba es una serie muy dura, compleja y arriesgada que no se anda con medias tintas. No hay un ápice de duda de lo sucedido porque los espectadores somos testigos de primera mano de la violación grupal y conocemos, incluso por adelantado, qué nivel de implicación tiene cada uno de los individuos que participan en el asalto a la joven. Esa es una de las claves del guión para que los espectadores nos metamos en la piel de Alba: nosotros sabemos cosas que ella no puede recordar, al igual que una de las personas que está presente durante el delito.

Como una onda expansiva iremos viendo las repercusiones de todo esto en las vidas de las personas a las que esto alcanza de una manera u otra: la familia de Alba, su actual pareja, su exnovio, las familias de los culpables que tratan de salir impunes a toda costa... Pueblo pequeño, infierno grande.

Ni que decir tiene que las coordenadas socio-culturales de Fatmagül son muy distintas a las de Alba. Se mantiene el foco en el silencio cómplice, en la doble victimización y en la dialéctica de clases sociales (aquí también hay una familia rica tratando de encubrir a los culpables), pero por supuesto quedan excluidos otros factores como el matrimonio como mágica solución al escándalo y, al menos de momento, no parece que los agresores tengan demasiadas capas.

No solo no está en duda su culpabilidad sino que queda clarísimo que era algo premeditado y preparado con anterioridad, que no se arrepienten, ni parecen comprender el calado de sus acciones. Incluso se jactan de su éxito. Lo triste es que nada de esto es ajeno a la realidad si nos remitimos a casos de los que se ha hecho eco la prensa...

Entre las fortalezas de Alba, más allá de su guión, está el repartazo con el que cuenta. Elena Rivera interpreta el rol protagonista mientras que Enric Masip le da la réplica. Pero ojo que entre los secundarios tenemos a Álvaro Rico, Adriana Ozores, Pol Hermoso, Jason Fernández, Beatriz Segura, Miquel Fernández, Jorge Silvestre, Ana Wagener o Tito Valverde.

Son trece los episodios que componen la primera temporada de Alba, de ahí que sepamos a ciencia cierta que la trama va a dar muchas vueltas y que la lucha de la protagonista para recomponerse tanto a nivel personal como a la hora de sentar en el banquillo a los violadores será muy larga. 

Por el momento, se presentan subtramas relacionadas con muchos cruces de intereses: desde rivalidades familiares hasta conflictos empresariales, pasando incluso por la extorsión para esconder pruebas inculpatorias. Y éste es el punto débil de la serie. Por su extensión centrarse solo en la violación y sus consecuencias podría llevarnos a revivir el infierno en demasiadas ocasiones, pero es que es el punto central que lo define todo, lo demás son añadidos superfluos que estarán mejor o peor insertados, pero que tienen mucho menos interés, por lo que hemos podido ver hasta ahora.