Los amantes de las series true crime tienen una cita ineludible en HBO ahora que ya está completa la serie El asesino sin rostro, que cuenta con un título mucho más sugerente y trascendente en versión original I'll Be Gone in the Dark, precisamente la frase que el propio violador en serie, depredador sexual y homicida denominado "acechador nocturno original", "el saqueador de Visalia" o "el violador del Área Este" o "el asesino de Golden State" le dijo a una de sus víctimas.
La particularidad de este documental dividido en seis partes es que nos introduce, por una parte, en el brutal modus operandi de este sujeto, que consiguió zafarse de la ley debido a la inmadurez del sistema forense en la era pre-ADN y a la falta de colaboración entre administraciones y, por otra parte, en la mente de la mujer que se obsesionó con el caso, al punto de sentirse al filo de la navaja.
Así, a medio camino entre la reconstrucción escrupulosa de los hechos, de la búsqueda febril de nuevas pistas y de la autobiografía de Michelle McNamara, El asesino sin rostro perfila una historia que no por real deja de ser a veces increíble a la par que esboza un retrato póstumo de una escritora de sensibilidad, garra y talento dividida entre su faceta de madre y la de inquebrantable buscadora de justicia.
Tráiler de El asesino sin rostro, la serie documental de HBO
Si no habéis tenido entre vuestras manos el libro "I'll Be Gone in the Dark", os lo recomendamos mucho... Con una advertencia previa: esa misma sugestión que el caso ejerció en la vida de esta mujer, es la que traslada tanto la letra impresa como el documental. En pocas palabras: te roba el sueño, se cuela en tus pesadillas y es probable que os haga sentir cierta aprensión de esa que te obliga a revisar varias veces si cerraste la puerta con cerrojo, si conectaste la alarma, si estás protegido o en riesgo.
Esto se debe al particular punto de vista que adopta el material. Todo lo vemos a través de los ojos de McNamara, que es además una persona perspicaz, elocuente y resolutiva, con capacidad para buscar líneas alternativas de investigación, ponerse en contacto con personas tan bien dotadas para ser "detectives civiles" como ella misma o incluso con profesionales retirados y también centrados en el objetivo de pescar al hombre que sembró un reguero de víctimas a su paso.
Prolijo, extremadamente cruel e impune, cometió entre 1974 y 1986 al menos 13 asesinatos y 50 violaciones, para luego desaparecer sin dejar rastro.
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El asesino sin rostro podría haber caído con relativa facilidad en dos terrenos escabrosos: el morbo gratuito y la sensiblería. Nada más lejos: aterra porque acierta a la hora de poner el foco en el quién y el cómo y también en su onda expansiva. Llega a decirse de manera literal que McNamara es una víctima más de un individuo que causó auténtico pánico en las comunidades anejas a los lugares en los que ejerció su particular reinado del terror. Lo mismo podría decirse de familiares y vecinos.
El daño es incalculable e incalificable de modo que la cruzada personal de la escritora es no solo comprensible, sino también, en cierta medida, un punto de vista con el que es muy fácil empatizar. A fin de cuentas está en nuestra naturaleza buscarle explicación incluso a lo más inextricable. En sus escritos además refleja temas universales como la pérdida, la ansiedad, el atractivo de la adicción y el reverso tenebroso del amor y la vida familiar.
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Lo cierto es que ponerle rostro al asesino podría ser catártico: la serie alcanza a contar la resolución del caso, a mostrar el lanzamiento póstumo del libro y en cierta forma a aplacar la intensidad con la que arranca y que te mete el miedo en los huesos, pero no lo es. Algo se queda flotando en el ambiente que sigue siendo intranquilizador y malsano. El simple hecho de que puedan existir individuos tan enfermos o tan malvados, tanto da, como para llevar a cabo determinados crímenes.
Fascinante, poliédrico y adictivo, este documental true crime es una de las series imprescindibles de la temporada, aunque te deje con los pelos de punta.
Por cierto, si queréis acceder a unos cuantos crímenes reales que también resultan de lo más peculiares, os recomendamos echarle un vistazo a la nueva temporada de Misterios sin resolver... El episodio "La casa del terror" es uno de los que os pueden resultar más inauditos.