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Crítica de Big Mouth temporada 5 - En Netflix, del amor al odio hay un paso

Big Mouth temporada 5

La serie de comedia animada sobre el despertar sexual evoluciona en Netflix para encontrar nuevos horizontes, aunque a veces se pierda por el camino...

Cuando una serie de animación (o serie en general) consigue dar el pelotazo, no suelen tardar los anuncios de segundas temporadas. Pero cuando llegamos a hitos como esta temporada 5 de Big Mouth, el número de "platos narrativos" que sujetamos en equilibro corre el riesgo de caerse...

La quinta temporada de Big Mouth sigue evolucionando las historias sobre el despertar sexual de Andrew, Nick, Jessi y compañía, pero a estas alturas, ¿qué facetas quedan por cubrir? Bueno, bastantes, en realidad.

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Sin embargo, ya no versan tanto sobre la propia sexualidad en sí como en los altibajos de la vida adolescente: las espinillas, los rumores del instituto... Y las grandes aportaciones de esta temporada: los bichos del amor y el odio.

Los personajes de esta serie de Netflix comienzan a separar el puro deseo sexual de la maravillosa sensación de estar enamorándose de alguien... Pero el rechazo de la otra persona puede llevar directamente al odio. Casi, casi, como en Star Wars.

Así, tanto Nick como Missy se convierten en "haters" del mundo en general, para por supuesto reflejar eso también en las redes sociales. ¿Qué efectos tendrá todo ello en sus compañeros?

Esas reflexiones sobre cómo ser inmaduros emocionalmente puede llevar a abrazar el lado más destructivo de nuestra personalidad son las facetas "instructivas" más interesantes de esta quinta temporada de Big Mouth.

Big Mouth temporada 5

Pero, por supuesto, también hay decenas, centenares de chistes, referencias y reflexiones sexuales, que a fin de cuentas son la verdadera "gracia" de la serie. El problema es que, la gran mayoría de las veces, el guión se obsesiona con hacer el "más bruto todavía" en ese sentido.

Eso lleva a que sí, los chistes sean provocadores de puro hardcore, pero eso no significa que necesariamente sean graciosos. De hecho, caen en el error que comentamos en temporadas anteriores y recuerdan más a alguien intentando exagerar sus chistes para ser cómico a toda costa.

¿Significa eso que la serie de Netflix ha dejado de ser graciosa? No, de hecho tiene algunos chistes que consiguen conectar bien, pero curiosamente suelen ser aquellos que no tienen que ver con lo sexual (seguramente, porque estamos tan saturados que agradecemos algo diferente).

En concreto, el episodio 8, un especial de Navidad, es divertidísimo, con montones de cortos en los que se experimenta con la animación (¡hasta hay marionetas!) y se parodian películas como John Wick o los cuentos tradicionales europeos. Es ahí donde los guionistas parecen estar más inspirados.

Big Mouth temporada 5

Otro problema de la serie es que, a estas alturas, nos ha lanzado tantos personajes metafóricos (los monstruos de las hormonas, la gata de la depresión, el mosquito de la ansiedad...) que a veces, cuando aparecen fugazmente, no entendemos su "gracia", porque no parecen muy diferentes del monstruo de al lado.

En el fondo, se ve que esa confusión es intencional. ¿No nos pasa a todos, como adolescentes, que hay momentos en los que no sabemos si quiera qué estamos sintiendo? Pero, de cara al espectador general, queda un relato innecesariamente confuso y, lo que es peor, poco divertido.

También hay que entender que la serie está pensada principalmente para el público americano y que ellos sí apreciarán mejor cameos de voces como las de Kumail Nanjiani o Adam Scott, lo cual es un plus para el visionado.

Pero está claro que la temporada 5 de esta comedia de Netflix tiene excesivos elementos sobre la mesa: no saben qué hacer con personajes tan interesantes como Duke Ellington o el entrenador Steve.

Big Mouth temporada 5

Por otra parte, transforman de forma innecesaria a otros como Missy. Haber perdido su "candidez" frente a lo bruto de los demás suena a desperdicio narrativo.

No se trata solo de su carácter, sino que parecen sufrir el "síndrome La que se avecina": todos acaban liándose con todos, como si no se supiera hacia dónde avanzar la historia ahora.

 A pesar de todo ello, sigue habiendo reflexiones tan divertidas como interesantes, no solo desde el punto de vista de la sexualidad, sino sobre la cuarta pared o nuestra sociedad actual.

Por tanto, la temporada 5 de Big Mouth consigue mantenerse a flote gracias a un ritmo rápido y eficaz, pero probablemente necesite un mayor tiempo de descanso para saber hacia dónde debería evolucionar ahora. No queremos que nuestro bicho del amor hacia la serie dé paso al odio...

VALORACIÓN:

La serie aguanta el tipo una temporada más, si bien acusa los problemas del exceso de personajes y temáticas. En sus episodios finales se vuelve mucho más interesante.

LO MEJOR:

El episodio de Navidad y lo variado de sus historias. Ciertas reflexiones sobre la sociedad alienada en la que vivimos.

LO PEOR:

Los chistes sexuales son más provocadores que graciosos. La serie no sabe muy bien qué hacer con varias personajes.
Hobby

70

Bueno

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Etiquetas: Netflix