Crítica de Bruja Escarlata y Visión, capítulo 4 - Misterios al "Maximoff"

Una semana más, Disney Plus cumple con la agenda y nos trae el capítulo 4 de Bruja Escarlata y Visión, la primera serie del Universo Cinematográfico Marvel que tanto está dando que hablar estos días. Como recordaréis, los tres primeros episodios parecían mostrarnos a Wanda y Visión dentro de una sitcom antigua, que iba cambiando su ambientación con cada capítulo. Pero había algo raro en ellos, algo que parecía resquebrajar su realidad...

Ahora, el capítulo 4 de WandaVision mete la directa y rompe la dinámica de "un episodio, una década de sitcom" para presentarnos los acontecimientos desde otra perspectiva. Tranquilos, que no vamos a hacer spoilers de lo que sucede en él.

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Puede que con los primeros episodios (especialmente, el 1 y el 2), algunos espectadores de quedaran descolocados, porque la serie no parecía tener nada que ver con el Universo Cinematográfico Marvel. Lógicamente, ese efecto estaba creado a propósito, para desconcertarnos, buscando un contraste que, tarde o temprano, tendría que llegar.

Pues bien, ese contraste ha terminado tomando forma gracias a la intervención de Monica Rambeau (Teyonah Parris), el personaje que tiene más peso en este episodio. Estaba claro en los capítulos previos que ella estaba "descolocada" en este mundo, pero ahora por fin entendemos mejor el contexto.

La presencia de elementos de SWORD también tiene ahora más sentido y, como se veía venir, a partir de este punto se hace absolutamente imprescindible tener frescos los acontecimientos generales del Universo Cinematográfico Marvel, porque la narrativa ya está a tope de revoluciones. En concreto, es importante recordar lo sucedido en películas como Capitana Marvel, Vengadores: Infinity War y Vengadores: Endgame, pero curiosamente, también os convendrá repasar las películas de Thor.

Y es que un nuevo personaje en unirse a la fiesta es Darcy Lewis (interpretada por Kat Dennings), la respondona amiga de Jane Foster en las películas que protagonizaba Chris Hemsworth. Ahora, tiene una posición más relevante de cara a las autoridades. Su papel es importante e interesante, pero Marvel Studios vuelve a caer en el error de dotar a personajes "técnicos" con personalidades demasiado pedantes y respondonas. Vamos, que cae mal desde el primer minuto.

En cualquier caso, el capítulo 4 de Bruja Escarlata y Visión se vuelve apasionante desde su prólogo, absolutamente caótico (a propósito) e impactante, que a más de uno le hará pensar "¡hombre, por fin!".

A partir de ahí, la narración del episodio se articula de una forma muy diferente a los anteriores, algo que por supuesto nos vuelve a descolocar... Y eso es bueno, porque está claro que, con WandaVision, uno no sabe qué esperar al llegar un nuevo capítulo.

Ojo, los diálogos son rápidos y muy referenciales, así que es importante que estéis con la atención bien puesta en lo que se dice, porque ahí comienzan a llegar las conexiones con esas películas previas que hemos comentado.

Parece que otros acontecimientos y personajes comienzan a tomar peso, pero... ¿Qué hay de los propios Wanda y Visión? En esta ocasión aparecen mucho menos, pero cuando lo hacen... Importa mucho. La ruptura de la comedia más naif para dirigirnos hacia unas revelaciones que coquetean con elementos mucho más... Siniestros, consigue impactar. Y, por supuesto, aunque salen poco, tanto Paul Bettany como Elizabeth Olsen vuelven a estar a la altura.

También lo hace la apuesta visual, que sabe jugar de forma sutil e inteligente con los códigos y las proporciones visuales de esas sitcoms que comienzan a resquebrajarse definitivamente. Y nos ha molado especialmente cómo la narrativa se pone metarreferencial. A fin de cuentas, estamos viendo una serie dentro de una serie...

Estamos ya en el ecuador de la historia (recordemos que esta temporada 1 de Bruja Escarlata y Visión consta de 8 episodios) y aún tenemos más enigmas que respuestas (como debe ser, por otra parte), pero desde luego, queremos más. No solo por la trama propia de la serie sino porque sabemos que todo esto se entretejerá con el futuro del UCM. Quizá ya no todo sean risas y chistes malos, pero el show DEBE continuar.