A veces, las realidades más profundas parten de una exquisita sencillez: Álex Montoya, precedido por una prolífica carrera como cortometrajista, afronta y supera con nota el desafío de trasladar la novela gráfica La casa al formato cinematográfico. Y no era una tarea nada fácil.

Su autor, Paco Roca, es un tesoro nacional y uno de los más reconocidos y aclamados autores de cómics para adultos de nuestro país al punto de haber sido galardonado recientemente con la Medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes. 

Suyas son otras obras que saltaron a la pantalla consiguiendo la aclamación de la crítica: Arrugas, Goya a la mejor película de animación y al mejor guión adaptado en 2012; Memorias de un hombre en pijama, Premio Gaudí a la mejor película de animación y el cómic El tesoro del cisne negro que Amenábar transformó en la serie de televisión La fortuna.

La casa ha sido un bombazo a nivel editorial. Ha alcanzado ya su séptima edición en España con más de 40.000 ejemplares vendidos y ha sido editada en Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos, donde su edición obtuvo en 2020 el Premio Eisner (el llamado "Óscar del cómic").

La familia, el hogar, el paso del tiempo

La casa parte de lo local y lo íntimo para llegar a lo universal. Nos habla de tres hermanos que se reúnen en la vivienda de sus padres tras el fallecimiento del cabeza de familia. Era el lugar donde veraneaban y que sus padres erigieron casi ladrillo a ladrillo, pero ahora los muros empiezan a caerse y las persianas se encasquillan.

Toca pensar qué van a hacer, puede que venderla o alquilarla, echarla abajo incluso para levantar una casa rural. 

Sin embargo, es un lugar repleto de recuerdos: unos gratos y divertidos, otros dolorosos y tristes, así que la decisión no va a ser nada fácil. La propia relación de los hermanos es bastante tensa, cada uno llevando una vida muy diferente a la de los demás y con sus propios problemas económicos y personales.

La casa llega a la cartelera tras su paso por el Festival de Málaga, donde se alzó con numerosos premios incluyendo las biznagas de plata a mejor guión y mejor música además de la del premio del público. Es decir, que trae una magnífica carta de presentación.

Montoya juega con la relación de aspecto de la pantalla para diferenciar los recuerdos del momento presente, un recurso que funciona muy bien en la medida en que los años que se representan son aquellos en los que consumíamos el audiovisual, precisamente, en pantallas más cuadradas y menos apaisadas, así que nos transporta en el tiempo con facilidad.

También sabe apoyarse en una más que correcta planificación de los espacios que se muestran en la película. La casa en sí misma es un personaje más y casi se puede oler la humedad en su interior al entrar en ella, igual que se pueden saborear las naranjas del patio o se siente el polvo al rastrillar el huerto. De recuperar un tragadiscos, ya ni hablamos.

En buena medida es una película sensorial, que es justo lo que necesita para hacernos sentir lo mismo que la famosa "magdalena de Proust": nos va a retrotraer de inmediato a nuestras infancias. El otro milagro que obra este mismo efecto es la caracterización de un Luis Callejo sensacional, tan reconocible y humano, explorando toda una vida en unas cuantas viñetas... de cine.

Uno de los mayores retos para el guión, escrito por el propio Álex Montoya y Joana Martínez Ortueta era el de no caer en la sensiblería, a la par que navega por momentos muy íntimos y lo cierto es que consiguen que sea una historia tierna con la que es fácil identificarse pero sin necesidad de histrionismos ni momentos pasados de rosca.

Al final, La casa habla del legado, de los recuerdos, de mantener viva la memoria de los que se han ido, de trascender más allá de la existencia misma a través de los lazos familiares que nos unen a los hijos y los nietos, dejando que se metan en tus zapatos y conserven una herencia que va más allá de un lugar físico.

Es, en fin, una película de apariencia sencilla pero de corazón robusto. Emotiva y sincera, de esas que tienen la capacidad de traspasarte de lado a lado.