Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Copenhagen Cowboy, la serie de Nicolas Winding Refn que puedes ver ya en Netflix

Copenhagen Cowboy

Crítica de Copenhagen Cowboy, la serie de seis episodios escrita y dirigida por el cineasta Nicolas Winding Refn que puedes ver ya en Netflix.

Nicolas Winding Refn es un cineasta muy peculiar así que ya era de esperar que, en su segunda incursión seriéfila, fuéramos a encontrar su sello de autor sobre todo a nivel estético. En efecto, los ralentizados, las luces de neón y las situaciones de violencia extrema mezcladas con su habitual paroxismo se ponen de relieve desde el mismísimo comienzo de Copenhagen Cowboy.

Sorprende encontrar este producto en Netflix, una plataforma que, si bien apuesta mucho por grandes talentos, no parece el lugar ideal para lanzar esta rareza que podemos tildar de inclasificable y alejada del gran público. Es un producto de nicho. La anterior, Demasiado viejo para ser joven, está disponible en Prime Video, por si a alguien le pica la curiosidad.

¿De qué trata Copenhagen Cowboy?

Esa es una buena pregunta, porque después de haber visionado los seis episodios que componen Copenhagen Cowboy (y suman alrededor de 5 horas y 12 minutos de metraje) todavía quien escribe estas líneas es incapaz de hilar del todo el significado de lo que ha visto o siquiera darle sentido al propio título de la serie.

Se podría decir que el argumento no es más que una excusa para hacer un larguísimo ejercicio de estilo en el que hay un constante juego de colores, texturas, composiciones estáticas y en movimiento y, claro está, de estados de ánimo que van de la desesperanza al dolor pasando por la indefensión, el miedo o la ira. Como creador de atmósferas, Refn es un genio.

Ahora bien, a la hora de dotar toda esta propuesta audiovisual de un significado, el tipo es bastante más escurridizo. Nunca terminas de tener claro si esto es una obra de ciencia-ficción (a lo que parece apuntar en los últimos impases de la serie), una denuncia social de la violencia hacia la mujer sobre todo en determinados ámbitos suburbanos o una ida de olla sideral sin pies ni cabeza.

 

Premeditadamente críptica, la historia de Copenhagen Cowboy nos presenta a una mujer que es un trasunto de Uma Thurman en Kill Bill pero con mono azul en lugar de amarillo, solo que además de dominar las artes marciales y buscar cierto grado de venganza (y de información sobre su pasado) tiene la capacidad de "llevarle la suerte" a quien ella desea... además de invocar a la desgracia.

Miu comienza su periplo ingresando en un burdel de mala muerte donde su destino queda hilado al de un asesino de antigua estirpe y ascendencia cuasivampírica que va a perseguirla a partir de ese momento.

Por el camino irá conociendo a distintas personas supersticiosas y egoístas que tratarán de aprovecharse de sus dones, pero que a su vez temerán su ira con toda la razón.

Copenhagen Cowboy

Netflix

No esperéis, ya avisamos, un final cerrado, porque la paciencia que hay que echarle a la serie para no sucumbir a una siesta involuntaria, no está recompensada con un desenlace que explique nada o que al menos cierre alguna subtrama. A pesar de su ampuloso título, el episodio final "Será el fin del mundo" le deja al espectador cara de bobo sin comprender una jota.

Más bien queda todo abierto no ya a la interpretación sino a una conclusión que, se entiende, llegará en forma de segunda temporada, si Netflix no se marca un 1899 y nos deja en vilo. O no, vete tú a saber, lo mismo es está todo dicho y hace falta un manual para juntarle el significado...

En fin, no es que Copenhagen Cowboy no pueda disfrutarse a determinados niveles, pero desde luego no es una serie al uso y causa más frustración que deleite. Dicho todo lo anterior, habría que darle un premio a la actriz danesa protagonista Angela Bundalovic solo por lo que se ha debido aburrir durante el rodaje. Y qué demonios, porque soporta buena parte del peso de la serie sobre sus hombros.

VALORACIÓN:

Estamos ante una propuesta bastante fallida: todo lo relativo a la puesta en escena es excelente pero la historia no hay por dónde cogerla. Es nouvelle vague con neones y discursos sobre falos que se atraganta.

LO MEJOR:

La apuesta estética con sus luces de neón, sus paroxismos y sus momentos hipnóticos que son puro ADN de NWR. Y Kojima andaba por ahí.

LO PEOR:

No tiene ni el espíritu de una serie: es como una larguísima película de 5 horas y 12 minutos que encima no tiene un final cerrado.
Hobby

50

Regular

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.

Etiquetas: Netflix