Crítica de Cualquiera menos tú, comedia romántica con Sydney Sweeney y Glen Powell

Los amantes de las comedias románticas van a encontrar deliciosa la propuesta de Cualquiera menos tú: su encanto reside en tener a dos intérpretes que parecen esculpidos en piedra deshojando la margarita durante 103 minutos y exhibiendo palmito.

Ellos son Sydney Sweeney (Euphoria) y Glen Powell (Top Gun: Maverick) y, aunque han demostrado con creces tener un gran talento interpretativo, no dudan en abrazar esta propuesta, que parece más bien salida de los 90, en la que el humor y la objetivación de sus cuerpos son los dos focos predominantes que acaparan la atención desde el primer instante.

En Cualquiera menos tú nos presentan a Ben y Bea, que se conocen de forma fortuita en una cafetería y comparten una noche de ensueño. Al amanecer Bea se sorprende a sí misma saliendo a hurtadillas del apartamento de Ben, lo que hace que él se sienta despechado y suelte varias perlas sobre ella: la califica de desastre total y le quita importancia a lo que pensaba que era un flechazo.

Ella, que estaba regresando arrepentida, lo escucha y se lleva un buen chasco. Lo que parecía un inminente romance, queda en agua de borrajas y no vuelven a verse en seis meses. Hasta que descubren que la hermana de Bea y la mejor amiga de Ben van a casarse... en Australia.

Para su desgracia, tendrán que compartir un fin de semana pero no pueden ni verse y pronto empiezan a enturbiar el ambiente y a meter la pata, cargándose algunos de los momentos anteriores a la boda.

Entre todos los invitados orquestarán un complot para unirlos, pensando que así se acabarán las tensiones por fin, mientras ellos establecen otra alianza: engañarlos para hacerles pensar que sus trucos han surtido efecto. De este modo, se dedican a fingir que son pareja, a pesar de que ambos siguen dolidos y enfadados el uno con el otro.

A su alrededor todo son complicaciones. Los padres de Bea invitan a su exprometido al evento y Ben se reencuentra con su anterior pareja, que en su día le rompió el corazón y ahora tiene una relación con un alocado surfista.

Ver galería

Cualquiera menos tú - Galería de imágenes (4 imágenes)

Cualquiera menos tú es una de esas películas en las que el factor sorpresa no se aplica. Es de manual, con las típicas situaciones que se pueden esperar y sin grandes sobresaltos más allá de cierta actualización en los códigos sociales.

En este sentido, la cinta sabe burlarse de la vieja escuela sin que escueza demasiado, es algo menos naif respecto a las relaciones sexuales y no carga las tintas. En general, se puede calificar como una feel good movie de esas en las que se esquiva el drama y se prima la diversión soportada en la tensión sexual que hay entre los dos protagonistas.

La química entre Sweeney y Powell tarda lo suyo en hacer acto de presencia. Quizás porque los dos parecen casi irreales dentro de su indudable atractivo físico, pero por fortuna va in crescendo hasta llegar a un desenlace desenfadado y simpático que deja buen sabor de boca.

En resumidas cuentas Cualquiera menos tú no reinventa la rueda, es una película correcta que asume todas las convenciones del género ajustándose a la etiqueta sin adoptar grandes riesgos aunque adecuándose, eso sí, a la idiosincrasia actual de forma orgánica y evitando meterse en ningún jardín. 

Con unos diálogos más incisivos (la dialéctica entre los dos protagonistas se queda algo corta), podría ser una película mucho más memorable. No en vano cuenta con unos valores de producción más que decentes: las localizaciones de ensueño, el vestuario que esconde lo mínimo y le da un plus de sensualidad a los escultóricos cuerpazos y la fotografía son para quitarse el sombrero.