Crítica de Destino: La saga Winx, la adaptación en acción real de la saga de culto
Netflix continúa su temporada de estrenos de sus nuevas producciones. Siguiendo la estela de Los Bridgerton o Lupin, este 22 de enero ha llegado a la plataforma de streaming Destino: La saga Winx, la adaptación en acción real de la serie de animación italiana que ya se ha convertido en toda una pieza de culto entre fans en todo el mundo.
Esta nueva serie de fantasía de Netflix cuenta con seis episodios de unos 50 minutos producidos por Iginio Straffi, el creador de la original Club Winx, y con Brian Young al frente del proyecto. El reparto principal viene encabezado por Abigail Cowen (Las escalofriantes aventuras de Sabrina), Hannah van der Westhuysen (Grantchester) como Stella, Precious Mustapha (El detective Endeavour) da vida a Aisha, Eliot Salt (Normal People) a Terra, y Elisha Applebaum (Undercover Hooligan) quien interpreta a Musa. Además de las cinco protagonistas, también completan el reparto Sadie Soverall, Freddie Thorp, Danny Griffin, Theo Graham y Jacob Dudman.
Destino: La saga Winx toma inspiración de la serie original y sigue a cinco hadas con diferentes poderes, como controlar el fuego o percibir las emociones de otros, mientras estudian en Alfea, una escuela del otro mundo. Adaptarse a su nueva vida de estudiantes no es fácil, y además de la presión habitual y los típicos enredos de adolescentes, tendrán que aprender a controlar sus poderes y defenderse de unos terribles monstruos conocidos como Quemados.
Pues con esta premisa despega esta serie de hadas con magia y fantasía. A Netflix le funcionó de maravilla Las escalofriantes aventuras de Sabrina y su particular versión de los comics sobre la bruja adolescente... y se nota mucho que ahora que han cerrado la última temporada de Sabrina Spellman, han querido buscar una substituta adecuada y tratar de repetir la fórmula con las Winx, solo que llevándolo a un entorno con los elementos justos de Harry Potter al meternos de lleno en la vida cotidiana de un colegio de magia.
Así que, aunque vengamos de una serie infantil con muchísimo colorido, los creadores de Destino: La saga Winx han optado por querer darle un enfoque más "maduro y oscuro" para interesar a los veinteañeros que vieron la serie de pequeños. Ypor supuesto, para ser maduros, oscuros y "edgy", terminamos con adolescentes que parecen que han terminado dos carreras saltando de fiesta en fiesta, diciendo tacos muy intensos, teniendo aventuras sexuales, bebiendo y usando Instagram.
Si os encanta el "jaleo" adolescente a lo Sabrina, con chicos mágicos que además tienen vidas complicadas como chavales con las hormonas revueltas, es posible que os guste esta nueva versión de Club Winx. El problema es que mientras Sabrina suele acertar con el tono y sus personajes y tramas funcionan y cumplen, la mitad de los personajes de La saga Winx se va cayendo por el camino sin llegar a importar o aportar demasiado.
El desarrollo del mundo que se ha creado para esta nueva serie de Netflix resulta interesante, con muchísima historia potencial sobre la historia de las hadas, cómo se relacionan o no con los humanos, los conflictos pasados... Pero por desgracia solo vemos pequeños retazos de esta historia, sin que se nos permita entender del todo por qué estos son tan malos y los otros tan buenos. Sí, es entretenida y plantea varios momentos interesantes que nos mantienen enganchados al "salseo".
Aunque, sin haceros spoilers, la serie va encaminada a una segunda temporada, y es algo que se nota demasiado, ya que, por ahora, apenas hemos tenido pinceladas e incluso da la sensación de que Destino: La saga Winx sirva casi más de prólogo para poner a los personajes en su sitio sin llegar a contarnos nada.
Hay que tener en cuenta que esto es una nueva historia inspirada en la serie original, por que no tratéis de buscar demasiada fidelidad a las tramas o personajes originales, ya que varios desaparecen por completo o han cambiado totalmente su físico o personalidad. Así que el resultado que se nos queda es un poco a lo Dragon Ball: Evolution, que quiere ofrecernos una versión en acción real muy oscura y madura, pero que se desinfla por el camino y no termina de decidir qué tono quiere.
Quiere que sus protagonistas femeninas sean "woke" usando términos feministas y no les hagan "mansplaining", pero luego casi no tienen tramas reales o mucho desarrollo sin contar con personajes masculinos. También quiere rozar el terror sobrenatural, pero tampoco mucho, porque al final esto es una serie juvenil sobre chicas con poderes que son muy amigas. Y así con todo.
De nuevo, si venís de la serie de animación, no esperéis que sea una adaptación fiel ni de las tramas ni de los personajes o su estética. El problema es que como serie para gente que viene de nuevas tampoco termina de funcionar del todo, ya que termina siendo un experimento interesante con un envoltorio de efectos especiales potables y personajes que necesitan otra temporada para llegar a brillar.
Si Sabrina y Los Bridgerton os han dejado con más ganas de pedorreo, Destino: La saga Winx puede ser una alternativa aceptable, pero sin tomárnosla tan en serio como quieren sus creadores que lo hagamos.
VALORACIÓN:
La adaptación en acción real de Club Winx se toma demasiado en serio e intenta ser "adulta y oscura" para atraer a un público más adulto que la serie de animación, sin atreverse demasiado a ser oscura y con una trama que se escapa por todas partes. El worldbuilding y los personajes son curiosos, pero no tiene nada que ver con la serie original.LO MEJOR:
El mundo de las hadas y su historia. La variedad de poderes y criaturas. El salseo adolescente para quien le guste este tipo de serie.LO PEOR:
Se pierde demasiado en querer ser "edgy" y oscura al tomarse demasiado en serio. El guión hace aguas por muchos lados.53
RegularDescubre más sobre Mariló Delgado, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.