Crítica de Dune: Parte 2, una superproducción sobresaliente que eleva la ciencia ficción a arte

Después de la visita de Denis Villeneuve y Javier Bardem a España para presentar el primer metraje de Dune Parte 2, hemos podido ver al fin la película al completo (con sus 146 minutos de espectacular despliegue audiovisual) en los cines Kinépolis de Madrid. Es decir, como ha sido concebida, con la mejor calidad posible de imagen y sonido con tecnología IMAX.

Las expectativas no podrían haber estado más altas después de la magnífica Dune: Parte 1 que nos dejaba con la miel en los labios en 2021. La gran pregunta es si la espera ha merecido la pena y ya podemos dar una larga respuesta a esta incógnita. Pero hay que escribir dos líneas para agradecerle al director y Warner que hayan sabido preservar las sorpresas de este peliculón.

Cómo elevar el listón cuando está ya por las nubes

Dune: Parte 2 es una nueva epopeya espacial fascinante que sigue ahondando en la historia que se nos presentó hace tres años poniendo ahora el foco en el camino iniciático de Paul Atreides entre los Fremen de la mano de Chani, del mentor Stilgar y de su madre, una oscura lady Jessica que sigue evolucionando.

Mientras Paul completa su instrucción, sometiéndose a los ritos de paso que le llevan a cabalgar a lomos de un gusano de arena, tiene que luchar contra ese terrible futuro que solo él puede ver: una guerra santa en su nombre que llevará a los Fremen a derrocar a aquellos que traicionaron a los Atreides pero que también desembocará en una masacre y una terrible hambruna.

Los Harkonnen, entre tanto se han ido fortaleciendo y cuentan con el formidable y temible Feyd-Rautha, el sobrino del barón, para destrozar los planes de los Fremen, que se dedican a boicotear las cosechadoras de especia y los silos donde se almacena.

Pero el propio Paul va a encontrar muchas reticencias entre las gentes del desierto. A pesar de ser renombrado como Muad'dib Usul e integrado en la comunidad, verá peligrar lo que le resulta más preciado, el gran amor de su vida, cuando vea el camino para poder alzarse vencedor de la contienda.

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Dune Parte 2 (5 imágenes)

La confluencia casi perfecta de elementos

Cuesta encontrarle el talón de Aquiles a Dune: Parte 2 porque es más que satisfactoria, deleitable, en todos y cada uno de los aspectos que se quieran analizar. El reparto, tanto el ya conocido como el nuevo, rinde a un nivel espectacular gracias a potentes interpretaciones y caracterizaciones increíbles.

Los duelos cara a cara ya sean físicos y coreografiados o dialécticos, basados por tanto en lances verbales y miradas amenazantes, producen escalofríos. Estupendos fichajes los de Austin Butler y Christopher Walken. 

Esta entrega está más centrada en las relaciones que hay entre los personajes y en su evolución, prestando un especial interés al arco argumental del héroe, primero interesado en la venganza personal por la caída de la Casa Atreides y finalmente transmutado en el Elegido y ungido con una fuerza que le lleva a convertirse en líder por derecho propio.

Todo el imaginario visual que se desplegó ante nuestra asombrada mirada hace ya tres años sigue incorporando variaciones: tejidos, tocados, maquillajes, trajes... Las referencias artísticas son, como en la primera entrega, muy variadas, con una gran influencia oriental y multitud de llamadas religiosas, dado que el credo y las profecías estén en el corazón de la historia.

Hay un gran aumento de la escala: desde las naves espaciales hasta la concepción de los gusanos, con su morfología, sus costumbres y texturas.

Ya habíamos disfrutado de un adelanto en el que veíamos la hazaña de "cabalgar gusanos de arena" pero es que Villeneuve da en estas secuencias el do de pecho con un montaje preciso y audaz que prima el realismo y la grandilocuencia de la hazaña por la escala de la criatura. No hace falta decir lo sencillo que habría sido malograr estas secuencias... Sin embargo, lucen de maravilla.

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Personajes de Dune: Parte Dos (2024) (11 imágenes)

A todo ello hay que añadirle una fotografía que se tiñe de ocre en los exteriores de Arrakis y alcanza un blanco y negro casi puro bajo el sol negro de Giedi Prime, el planeta de los Harkonnen.

Y mención especial para el diseño de sonido y la banda sonora, que contribuye a dejar sobrecogido al espectador y a emocionarlo en los momentos precisos como la historia de amor que hace resplandecer a Chalamet y Zendaya.

En pocas palabras, Dune: Parte 2 es hipnótica desde que arranca hasta que termina, con un clímax final sobrecogedor que abraza la tragedia y nos emplaza a una futura tercera entrega final en la que veremos el resultado de la guerra de guerrillas que llevan a conflicto mucho mayor y más trascendente.

Es una película que resuena y apabulla, que te encoge el ombligo y te sacude: solo puedes dejarte llevar por ella y disfrutarla en todo su esplendor porque es una auténtica gozada.