Crítica de Edén, el nuevo anime del director de Fullmetal Alchemist: Brotherhood para Netflix
Nuestra crítica de Edén, un nuevo anime original de Netflix de Yasuhiro Irie, el director de Fullmetal Alchemist: Brotherhood, que se estrenó este 27 de mayo.
Netflix se está convirtiendo cada vez más en la casa del anime en cuanto a servicios de streaming se refiere. La plataforma continúa apostando por su sección de animación con títulos que quizás no encontrarían salida en un tipo de distribución convencional, y cada vez sigue aumentando su catálogo de anime, tanto originales como licenciados. En los últimos meses, han llegado varias series originales de anime a Netflix, como la alabada cuarta temporada de Castlevania, Yasuke, o Pacific Rim: Tierra de nadie. Y este 27 de mayo se ha estrenado en la plataforma de streaming Edén, una serie de anime distópica de la mano de Yasuhiro Irie, el director de Fullmetal Alchemist: Brotherhood.
Edén nos transporta a un mundo post-apocalíptico que ha florecido con el paso de los años. Los cielos están limpios y libres de contaminación y la naturaleza se ha abierto camino de la mejor manera posible. Este nuevo mundo está habitado únicamente por robots dedicados a sus tareas de mantenimiento... hasta que un día dos de estos robots accidentalmente descubren una cápsula de criogenización y despiertan a la niña que duerme en su interior. Esta es Sara, y a pesar de que los robots han sido programados para pensar que los humanos son un mito prohibido, ambos empiezan a criar a la niña arriesgando por delante todo lo que conocen.
Según Sara se va haciendo mayor, pronto descubre que hay más en Edén de lo que parece, y poco a poco comienza a investigar qué pasó antes de que el mundo fuera un paraíso y por qué la existencia de los seres humanos se han convertido en un tabú.
Este anime original de Netflix es una historia distópica y futurista, situada en un mundo con una tecnología avanzadísima y robots con su propia inteligencia y personalidad. Sin embargo una de las cosas que destacan de Edén frente a otras historias del palo que venimos viendo últimamente es su refrescante optimismo. Es una historia que reflexiona sobre la humanidad, sus vicios y defectos, pero también sobre lo bueno de los humanos y qué nos hace ser como somos... todo a través de los ojos de una chica humana que ha sido educada por robots.
Este optimismo también está muy presente en el propio estilo del anime, con colores brillantes y escenarios preciosos. Todo es verde, luminoso, y desde luego dan ganas de poner un pie en este paraíso. El acabado visual es uno de los puntos fuertes del anime, y desde luego ha sido todo un acierto realizar esta serie con animación CGI, teniendo en cuenta que la gran mayoría de personajes son robots. A pesar de que es CGI que imita la animación 2D tradicional, tiene un muy buen acabado que llega a engañar al ojo en muchas ocasiones. Sí que es cierto que en ocasiones chirría con la animación de los personajes humanos y que no es tan fluida como se podría desear, pero sigue funcionando a la perfección.
La historia de Edén es sencilla y va a lo que va. No ofrece nada que no hayamos visto ya contada de otra manera, pero el reparto de personajes es entrañable y es fácil encariñarnos de ellos. Hay que señalar que parte de esta falta de originalidad resulta en que ciertos giros de guión es posible que no terminen de pillaros por sorpresa y los veáis venir a kilómetros... pero no es algo que tampoco agríe el visionado. La primera temporada de Edén está bien contenida, aunque quizás lo que se eche en falta es que se nos llegue a contar un poco más de la historia del mundo, más allá de las pinceladas que vemos en ciertos momentos.
Edén originalmente iba a estrenarse a finales de 2020, pero finalmente fue retrasado unos meses hasta su fecha de estreno actual. Ya ha recibido una adaptación a manga ilustrada por Tsuyoshi Isomoto, y aunque todavía no se ha confirmado la posibilidad, los creadores de este anime original han dejado claro que hay potencial para continuar la historia en más temporadas.
Desde luego, y sin haceros spoilers, aunque la trama de esta primera temporada de Edén queda más o menos bien atada y con los principales conflictos resueltos, sí que deja una ventana lo suficientemente abierta para poder seguir con una nueva aventura en el futuro. Y es que como os decíamos más arriba, hay mucho del pasado del mundo que todavía se puede explorar, y desde luego las bases que se han sentado en estos primeros capítulos dan margen a que queramos ver el futuro que tienen los personajes por delante.
VALORACIÓN:
Edén es un anime distópico que resalta entre el género por su optimismo y su esperanza por la humanidad y el mundo en el que nos sitúa. Aunque a veces la historia peque un poco de predecible y se eche de menos más información sobre el pasado, es una historia entrañable con personajes de los que es fácil encariñarse.LO MEJOR:
El acabado visual con colores brillantes y paisajes impresionantes. La historia positiva con la que se examina a la humanidad. Los personajes.LO PEOR:
En ciertos momentos la historia peca de predecible con algunos giros y se echa en falta un poco más de transfondo.78
BuenoDescubre más sobre Mariló Delgado, autor/a de este artículo.
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