Crítica de Encanto, la nueva película animada de Disney llena de magia

Ya es toda una tradición la llegada de nuevos estrenos de animación de cara a la temporada de Navidad, porque es el momento perfecto para ir con los peques de la casa al cine. Eso sí, la animación cada vez más un entretenimiento para toda la familia y Disney calienta motores cada año para traernos un nuevo clásico.

Esta vez le ha tocado el turno a Encanto, uno de los primeros estrenos de Walt Disney Animation Studios en volverse a ver directamente en las salas de cine. Esta película de fantasía está dirigida por dos titanes de la industria, Byron Howard y Jared Bush (Zootrópolis) y co-dirigida por Charise Castro Smith (La maldición de Hill House), quien se estrena como directora.

Encanto es la historia de Mirabel Madrigal. Bueno, de Mirabel y de toda su familia, quienes viven en un pueblo encantado y recluido en las montañas de Colombia. Los Madrigal han sido bendecidos por una magia milagrosa que les otorga a cada uno un don muy especial, como controlar el tiempo atmosférico o una fuerza sobrehumana.

Mirabel, sin embargo, es la única de la familia que no tiene poderes y lo lleva con la mejor actitud. Todo parece idílico y perfecto en la Casita Madrigal... pero Mirabel pronto comienza a descubrir que ni todo es tan perfecto ni la magia que les protege es tan firme e imperecedera como siempre han creído, ya que una misteriosa amenaza podría acabar con los poderes de su familia.

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Esta es una historia sobre la familia, y cómo cada miembro encaja en ella. Ya, este planteamiento es algo que hemos visto muchas veces, pero Encanto consigue hacer propia la historia con su propia seña de identidad. 

Es una película de fantasía, pero Encanto no es un viaje épico, ni nos presenta un villano maquiavélico, ni una lucha contra un mal demoníaco, si no que centra alrededor de una familia y su casa, explorando los propios dramas y desafíos a los que se enfrenta cada miembro de la familia al intentar estar a la altura de sus responsabilidades y las expectativas que vienen con estas. 

Esta base, e incluso la estructura de la historia puede ser un poco difícil de digerir al principio, y desde luego no es a lo que nos tiene acostumbrados este tipo de película con lo que no puede ser para todo el mundo... pero sigue siendo completamente cautivadora.

Quizás una cosa para echarle en cara es que, aunque los Madrigal son un clan muy atrayente, se echa falta un poco más de tiempo de exposición para algunos miembros de la familia. En especial para poder entender profundizar en la relación de Mirabel con sus hermanas, o incluso con su abuela.

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En su versión original, Encanto también cuenta con un reparto muy carismático que termina de dar mucha personalidad a sus personajes. Tenemos a nombres como John Leguizamo, Diane Guerrero, Wilder Valderrama, Angie Cepeda... pero quien se hace la película es Stephanie Beatriz, quien es perfecta como Mirabel y es completamente diferente de los papeles a sus papeles más habituales.

Las canciones de Encanto están compuestas por Lin-Manuel Miranda, quien terminó de saltar al estrellato con Hamilton y ya se encargó también de Vaiana, con una orquestación bellísima de Germaine Franco, el compositor de Coco. 

Desde luego hay un cierto regusto a Coco y a Hamilton en la banda sonora, así que es posible que muchas cosas os suenen parecidas y pequen un poco de falta de originalidad, pero siguen siendo temazos muy pegadizos.

A pesar de esta puntilla, no os exageramos si decimos que la banda sonora es uno de los puntos más brillantes de esta película de animación, ya que los temas musicales no solo son pegadizos si no que además recuperan la estructura musical de los mejores clásicos de Disney. 

Las canciones tienen un propósito narrativo, se nos presenta a personajes, se confiesan secretos, se cambian tramas por completo... Es como estar viendo un musical de Broadway en el mejor sentido, y además los ritmos de las canciones casan perfectamente con la animación, muchas veces yendo sincronizados y reforzando todavía más la relación entre estos dos medios.

En cuanto a animación,  Encanto está a la altura de lo que en este punto esperamos del estudio, con muchísimo color y magia. No solo eso, si no que el paso adelante hacia una mayor diversidad y representación está sentado cada vez mejor al estudio con historias que quizás hace unos años no habrían tenido la posibilidad de brillar así. 

Una de las cosas que más destacan es el diseño de personajes, con caras y formas mucho más variadas de a lo que estamos acostumbrados últimamente, y para todos los gustos y colores. Cada miembro de los Madrigal es diferente y todo sobre ellos está cuidado con muchísimo cariño. 

También parece que Disney se está alejando de la estilización extrema de Frozen y virando más hacia un cierto "realismo cartoon" que ya vimos en Raya, con cuerpos más variados y proporciones más realistas, aunque sin perder su propio estilo y seña de identidad.

Encanto es una película llena de magia, que combina los mejores elementos del realismo mágico y con la magia de Disney en esta historia sobre la búsqueda de la propia identidad y de la aceptación de nosotros mismos en lugar de forzar unas expectativas autoimpuestas, o impuestas por otros. 

Es divertida, bellísima de mirar, y con un ritmo muy bien medido que igual te hace reírte a carcajadas que soltar una lágrima porque saben perfectamente lo que te están contando y cómo. Un retorno por todo lo alto a lo mejor de los clásicos de Disney.