Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Estamos Muertos: Netflix crea un instituto lleno de zombis

Estamos muertos

La nueva serie de Netflix coreana, Estamos Muertos, nos mete de lleno en un instituto infestado de zombis donde deberemos sobrevivir

Desde que Netflix reventó el panorama del streaming con El Juego del Calamar, las series coreanas se han convertido en todo un acontecimiento en su catálogo. El público internacional ha abrazado las ideas del país asiático y se ha dejado llevar con unas propuestas que, quizás, no habrían "comprado" en otro contexto. Algo bueno puede tener la globalización. No todo debe ser malo.

La nueva serie de Netflix coreana se llama Estamos Muertos. Se trata de una historia de zombis en un instituto adolescente, una serie de terror fantasía y acción creada por Lee Jae-Gyu y Kim Nam-Soo. Se estrenó el pasado viernes y ya se ha convertido en un éxito dentro de la plataforma streaming. ¡Compartimos su tráiler para que le echéis un vistazo!

La premisa de la serie de zombis es sencilla. Un virus que convierte a los que se infectan en "no vivos" o "no muertos" (a gusto del consumidor) se extiende con rapidez dentro de un instituto. Los estudiantes deberán luchar para escapar, salir con vida de allí y sobrevivir. El clásico 'survival horror' de manual, con todos los clichés que te imagines y otros estereotipos fusilados a placer.

Empecemos por lo malo. O, mejor dicho, por los elementos que desmerecen una historia con una trama sencilla y básica en lo que lo importa es la acción. Lo que era un concepto muy interesante, zombis en un instituto, acaba siendo un arma de doble filo.

Estamos Muertos coge ese recurso 'teen' que tan bien funciona en otras propuestas televisivas y lo utiliza para hablarnos de los problemas propios de la adolescencia. Lo hace con una serie que no necesita hablarnos sobre eso. Y que, además, lo hace de una forma tan específica que resulta extraño encontrarse mirando la pantalla y captando todas esas referencias.

La descripción de la vida adolescente en un instituto es vaga, banal y estereotipada. Pero, sobre todo, innecesaria. La extravagancia en las formas no le libra de la mediocridad. Para colmo, el ritmo es extraordinariamente irregular. Empieza de forma frenética y trepidante, pero poco a poco se va diluyendo, cayendo peligrosamente en el tedio "antimaratoniano" impropio de Netflix.

Comentado lo malo, hablemos de las cosas positivas que tiene esta serie. ¿Es divertida? Mucho. El entretenimiento es su arma principal para contrarrestar los defectos. Los personajes tienen el espacio suficiente para desarrollarse, tanto principales como secundarios. Esto dota de gran humanidad a la historia, a pesar de sus pesares.

Quizás peque de haberse visto muchas otras veces antes, pero Estamos Muertos en Netflix no pierde nada de identidad en ese sentido. El género está más toquiteado que las prendas de un mercadillo, pero la serie encuentra su espacio en un mercado copadísimo. Y eso tiene mucho mérito.

La historia se hace un pelín larga y algunas tramas desmerecen las partes más rocosas de la serie. Y, a pesar de ello, la propuesta norcoreana tiene algo de adictivo, como ya le sucedía a El Juego del Calamar. Bebe mucho del estilo anime japonés e incluso nos ha hecho recordar a otras obras como Highschool of the Dead. Pero sin la parte sexual, claro está.

Lo que sí es ciertamente rompedor es el origen de la pandemia que asola el instituto. No recordamos haber visto algo semejante y es lo suficientemente interesante como para sentarte en el sofá y mantenerte allí. Además, la acción funciona y los efectos digitales están pulidos y trabajados. Hay mimo en esta producción. Se nota que han puesto corazón a la serie.

Pero, si tenemos que quedarnos con algo de Estamos Muertos, eso sin lugar a dudas es la dinámica de los personajes. En una serie de esta índole, una historia como ésta, se te puede derramar fácilmente si no tienes unos protagonistas y secundarios que se consoliden en la pantalla.

Esta serie de zombis en Netflix tiene personajes y dinámicas de personajes verdaderamente sólidas. El ejercicio de reflexión adolescente en el instituto no funcionará, pero su historia se despliega con fuerza efectista y con inteligencia práctica para ofrecernos una acción desenfrenada. Irregular en algunos trazos, pero ciertamente operativa.

En definitiva, Estamos Muertos es divertida y entretenida. Quizás una maratón no sea la mejor forma de consumirla en esta ocasión, por aquello de la irregularidad en sus tramas. Pero, desde luego, esta serie coreana cumplirá las expectativas de los amantes del género.

Películas de netflix con giros de guion

Películas de netflix con giros de guion

Si eres todo un amante de los finales sorpresa e inesperados, aquí te dejamos algunas películas de Netflix con giros de guion que no te ves venir.

Descúbrelas

Si te interesa, ¡ya la tienes disponible en el catálogo de Netflix!

VALORACIÓN:

Estamos Muertos es la nueva serie de televisión coreana de Netflix. Una historia de zombis en un instituto con una premisa sugerente, pero un desarrollo manido y pobre. Los amantes del género quedarán encantados. Perfecta para maratones y no pensar mucho las cosas.

LO MEJOR:

La trama. ¿Un instituto lleno de zombis? Cualquier amante del género compraría esta idea de principio a fin.

LO PEOR:

La parte adolescente se siente manida y toquiteada. Abusa mucho de los clichés y aboca a una triste indiferencia.
Hobby

65

Aceptable

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.

Etiquetas: Netflix