Crítica de Evil Eye (Mal de ojo), la película de Welcome to the Blumhouse en Amazon Prime Video

Ante la inmimente llegada de Halloween, Amazon Prime Video ya ha completado su "cuadrilogía" de películas especiales aglutinadas en el proyecto Welcome to the Blumhouse. Normalmente, esa productora se especializa en películas de terror, pero las que hemos visto en esta recopilación tiran más bien hacia el thriller y el suspense. La última en llegar ha sido esta Evil Eye, traducida como Mal de ojo en nuestro país.

La película es de producción india y gira en torno a Pallavi, una joven que intenta vivir su vida al margen de los deseos de su madre, Usha, la cual quiere que se case antes de llegar a los 30 años. Un día, Pallavi conoce a un chico encantador, con el que parece conectar especialmente, y se lo comunica a su madre.

Únete a Disney y disfruta de su nuevo canal STAR

Disney+ estrena nuevo canal, STAR, incluido de forma gratuita en su plataforma y con contenidos como Deadpool, Anatomia de Grey y otras series para adultos.

Darse de alta

Sin embargo, esta última, obsesionada con que su linaje puede ser atacado por un mal de ojo, sospecha que Sandeep, el joven encantador, puede estar conectado con unos traumáticos acontecimientos que vivió ella en su juventud.

Usha está interpretada por la veterana Sarita Choudhury (La joven del agua, Los juegos del hambre) y su experiencia se nota a la hora de mostrar sus inquietudes y recelos. Está bien acompañada por la actriz que hace de su hija, Sunita Mani (GLOW), la cual muestra de forma convincente la energía de una chica que se autoconvence de su independencia pero que parece cometer los mismos errores de generaciones pasadas que ella misma critica.

En ese sentido, esta película de suspense de Amazon Prime Video actúa como una cierta metáfora de la sociedad patriarcal en la que la mujer más despistada se puede dejar engatusar por piropos superficiales para someterse a las normas del "pretendiente". Es una reflexión interesante, pero todo queda reflejado con un trazo muy grueso, como para cumplir con el expediente, sin que de verdad llegue a calar en el espectador.

Por supuesto, la representación de ese hombre "encantador pero extrañamente sospechoso" viene de la mano de Sandeep, al que interpreta Omar Maskati (lo vimos un tiempo en Better Call Saul). Es un papel interesante, pero todo lo que gira en torno a él parece más bien propio de una película de esas que vemos en Antena 3 después de comer, para echar la siesta.

Siendo justos, Evil Eye muestra algunas facetas de la cultura india que resulta interesante conocer: su diferente enfoque de la astrología, las supersticiones o los nuevos deseos de una generación joven y más tecnológica, frente a los que siguen los ritos más tradicionales. En ese sentido, podemos decir que hemos aprendido algunos detalles curiosos (que sí, leñe, que las películas indias pueden ir mucho más allá de los bailes de Bollywood), pero el conjunto de la película es bastante olvidable.

El principal problema estriba en que, aunque durante todo el metraje se insinúa que hay algo terrible y siniestro detrás de la historia, en realidad pasamos la mayoría de la hora y media viendo una especie de culebrón en el que pasa poco: la madre pone pegas a todo y la hija quiere ser feliz con su nuevo novio. Solo en los últimos 20 minutos la cosa deriva definitivamente hacia el thriller y podemos ver algo de "chicha", pero incluso esa faceta vuelve a parecer de "película-de-Antena3-a-las-3-de-la-tarde".

En realidad, si esta historia se hubiera condensado en un mediometraje de 30 ó 40 minutos, podría haber funcionado mejor, sin personajes secundarios como el marido de Usha, Krishnan (Bernard White, que fue Rama-Kandra en Matrix Reloaded y Revolutions), el cual aporta más bien poco al conjunto.

En definitiva, Mal de ojo es una película de suspense meramente funcional que puede servir para entretenerse un rato y poco más. Aunque el proyecto Welcome to the Blumhouse ha acogido algún producto interesante como Nocturne, es una pena que no haya arriesgado más con productos más transgresores. ¿Quizá en el siguiente Halloween?