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Crítica de Historias del bucle, una serie original de Prime Video imprescindible

Historias del bucle
Crítica de Historias del bucle (Tales from the Loop), una serie original de Prime Video creada por Nathaniel Halpern en base al trabajo de Simon Stålenhag.

No pasa todos los días, pero el caso es que de vez en cuando das con una obra que te toca la fibra sensible. Historias del bucle es una serie original de Prime Video que se estrenó con sus ocho episodios de aproximadamente una hora el pasado 3 de abril. Y es una de las que llega donde otras no pueden.

Los amantes de la ciencia-ficción tenéis una cita obligatoria con ella ya que, además, cuenta con el guión de la persona cuyas historias y dibujos han servido de base para crearla.

Cada episodio cuenta con un director distinto entre los que se encuentran Jodie Foster, Ti West o Kim So Yong y respira un aire distinto, pero con un eje común: un pueblo misterioso bajo el cual se ha construido una máquina que hace posible lo imposible. El lugar, en el que trabajan numerosos científicos y técnicos se denomina "el bucle" y su corazón es "el eclipse", una enorme esfera compuesta por un material asombroso que rige sobre el destino de toda la población.

Las personas conviven con las máquinas creadas en ese lugar, que tienen capacidades variopintas y completamente impredecibles: desde permutar conciencias entre cuerpos hasta parar el tiempo o acelerarlo, además de permitir acceder a realidades paralelas o conocer cuan larga será la vida de quien lo consulte.

Tráiler de Historias del bucle, ya en Prime Video

La primera de las historias viene precedida de una pequeña explicación por parte de Russ (Jonathan Pryce), uno de los personajes más importantes y enigmáticos de cuantos conoceremos, que nos advierte que todas ellas están interconectadas entre sí.

Descubre la novela ilustrada de "Historias del bucle"

Hay varias fortalezas de Historias del bucle que hay que reconocer de base y que hacen de esta antología interconectada una obra maestra preciosa.

La primera de ella es la maravillosa banda sonora compuesta por Paul Leonard-Morgan en la que tiene un gran protagonismo el piano (y que a muchos quizás os traiga a la cabeza la maravillosa pieza "The Departure" de Max Ritcher compuesta para otra serie imprescidible: The Leftovers) y la segunda, la impecable realización que cuenta con dos potentes aliados: un diseño de producción esmerado y una dirección artística exquisita que ha sabido leer las ilustraciones de Simon Stålenhag (que ejerce de guionista) para hacer que cobren vida. Él, por cierto, también se ha encargado de la siguiente colección de carteles de la serie:

Uno de los aspectos que más llaman la atención es que Historias del bucle lanza muchas preguntas, pero arroja muchas menos respuestas.

No os precupéis, no es una serie tipo Perdidos sino más bien una distopía que se vale del género (la ciencia-ficción y a veces incluso el terror más clásico) para hacer una reflexión sobre el alma humana, lo que nos define e integra, lo que anhelamos y lo que definimos como hogar.

A todo eso hay que sumarle el uso que le damos a la tecnología, razón por la cual es fácil que esta serie os remita a otras como Dark o a algunos episodios de Black Mirror. Hay un reverso siniestro en hacer realidad nuestros sueños, así que es mejor tener cuidado con lo que uno desea. Puede que parezca una idea estupenda vivir el momento pero es algo efímero por una razón: porque la vida evoluciona y es mutable.

La serie nunca se decanta por llevarnos por caminos muy trillados ya en el mundo de la ciencia-ficción y es capaz, incluso, de retomar algunos late motiv clásicos de la literatura y el mundo audiovisual como el doppelgänger sin llevarlo al terreno de lo siniestro.

Abundan las imágenes impactantes en las que la simetría y los planos fijos y largos se encargan de crear cierta sensación de distanciamiento y extrañeza en el espectador, que es testigo que algunos eventos imposibles de comprender como la apertura de vórtices espaciales o la subversión de las leyes de la física con objetos flotantes y lugares en los que se invierte la fuerza de la gravedad.

Pero siempre, como decíamos, todos esos elementos están al servicio de una historia en las que, en realidad, son un pretexto para hacernos pensar en algo mucho más universal como la necesidad de uno de nuestros protagonistas de proteger a su familia y sentirse a salvo o la de otro de aceptarse y valorarse a sí mismo. Un tema que sobrevuela constantemente la ficción es la pertenencia ya sea en relatos que nos hablan de la maternidad o en otros en los que hay una desaforada búsqueda del amor perfecto. Y a menudo se adopta la óptica de niños y adolescentes.

Historias del bucle no deja indiferente, aunque sí es cierto que se dirige a un público adulto y paciente, que permita a la narración desarrollarse sin prisa, crear estampas que se clavan en la memoria de forma indeleble y confrontar realidades aparentemente imposibles con lo cotidiano. No pocos encuadres son dignos de ser enmarcados.

A pesar de mostrar adelantos asombrosos, no transcurre en el futuro sino en unas coordenadas temporales imprecisas que podrían corresponderse con los años 60/70 de modo tal que tiene un fortísimo aire retro que le confiere mucha pegada. Todo es extremadamente verosímil aunque nos lleve a los límites de lo comprensible.

Buenas noticias para quienes se sientan igual de entusiasmados que quien escribe estas letras: hay una continuación titulada "Things from the Flood" que se desarrolla en los años 90. ¡Queremos más!

VALORACIÓN:

Sin ambages: Historias de bucle es una obra maestra de la ciencia-ficción, una serie que ha sabido adaptar al formato televisivo la novela ilustrada de Simon Stålenhag y meternos el misterio en los huesos con imágenes potentísimas e historias tan íntimas como intrigantes.

LO MEJOR:

La ambientación, el diseño de producción, la dirección artística, el planteamiento filosófico que subyace bajo cada guión y cómo aborda la ci-fi.

LO PEOR:

Es una serie que exige atención y paciencia: se recrea en la distopía que crea y tiene un ritmo pausado que puede echar para atrás a impacientes.
Hobby

90

Excelente

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