Crítica de Manifest, serie de ciencia-ficción producida por Robert Zemeckis

Si sois amantes de la ciencia-ficción, sabed que ya tenéis disponible en HBO España el primer episodio de la serie de la NBC producida por Robert Zemeckis llamada Manifest y que es posible que os deje picados con su enigmático final.

Todo arranca en un aeropuerto, cuando una familia espera para tomar un avión. De repente se anuncia un vuelo especial bonificado con destino a Nueva York debido al overbooking del programado, lo que hace que dicha familia se divida.

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Aquellos que forman parte del pasaje del 828 de Montego Air sufren unas inesperadas turbulencias en pleno vuelo, que sin embargo no parecen afectar negativamente al avión. Para su sorpresa, al tocar tierra descubren que aunque para ellos solo han pasado cinco horas, para el resto del mundo han sido cinco años y medio y que durante ese tiempo sus seres queridos han rehecho sus vidas tras darles por muertos.

La serie, que combina una gran trama de misterio con el drama de personajes, se centra en la fracturada familia Stone: en el avión viajaban Michaela, una torturada oficial de policía a punto de comprometerse con su novio; su hermano Ben, un padrazo obsesionado con mantenerlo todo bajo control; y Cal, el hijo de 10 años de Ben, diagnosticado con una leucemia terminal y con una esperanza de vida de solo seis meses.

Cuando aterrizan cinco años después (aunque para ellos sólo han pasado cinco horas), se encuentran con Jared Vasquez, el novio de Michaela, que se ha casado con otra persona; Grace Stone, la esposa de Ben, que trata de asimilar el milagro que supone el regreso de su familia y encajarlo tras haber reconstruido su vida, y Olive, la hermana gemela de Cal, que ahora tiene cinco años más que él, pero al que todavía se siente muy unida.

Según el misterio de Manifest se va revelando a través de los ojos de los pasajeros y la tripulación, todos tratando de recomponer sus interrumpidas vidas, el gobierno investiga las razones de esta anomalía, tratando de encontrar respuestas a las preguntas de qué pudo haber ocurrido con el avión y también con sus pasajeros, pero lo más interesante es que todos los supervivientes empiezan a mostrar signos de clarividencia adelantándose al futuro gracias a unas voces que comienzan a escuchar dentro de sus cabezas.

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¿Cómo y por qué se ha producido este fenómeno? ¿Hay una voluntad superior que les ha dado este don o se trata de alguna anomalía científicamente explicable? Los personajes tienen que enfrentarse a una situación inaudita que nadie comprende y tal y como verbalizan en una ocasión se enfrentan a un miedo: que "ya nada es imposible". Por desgracia, no hay una voluntad de explorar las implicaciones filosóficas que conlleva este decalaje temporal ni las emociones de los supervivientes y sus familias sino que, antes al contrario, hay cierta frivolidad al mostrar un retorno de estas características "como si tal cosa".

La serie además se distrae muy pronto sembrando nuevos misterios, en principio menos interesantes que el principal (un caso policial que incluye el secuestro de unas niñas) y el farragoso pasado de una protagonista que parece haber sido la causante de un fatal accidente corroyendo su conciencia.

Aunque la inevitable comparación con Perdidos hace que Manifest palidezca un poco (al menos, de momento, tanto en materia de trama, como realización y de interpretaciones), comparte con ella algunos aspectos que hacen que ésta parezca poco original. La huella de la serie creada por Abrams, Lindelof y Lieber es profunda, ¡y eso que hace 14 años desde que arrancó y 8 desde que llegó a su conclusión!

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En otros aspectos, la historia resulta más próxima a series como FlashForward, Los 4400, The Returned o The Leftovers. Un hecho inexplicable precipita la acción y alimenta la curiosidad de un espectador ávido de respuestas.

Los medios de producción de esta serie adquirida por HBO España para su distribución en España distan mucho de los de otros shows similares, lo que se nota mucho en su factura final. El doble episodio piloto de Perdidos fue en su día el episodio más caro grabado para la televisión al recrear una catástrofe aérea. Manifest no necesita tanta financiación para enganchar a la audiencia, pero sí que es cierto que los efectos especiales son poco creíbles y que las interpretaciones distan de ser perfectas. A duras penas consigue emocionar, incluso en momentos críticos, aunque también hay que decir que la serie tiene potencial si consigue centrarse a lo largo de los 12 episodios que restan de temporada.

Los dos próximos capítulos de Manifest se titulan "Reentrada" y "Turbulencia" y esperemos que arrojen algo de luz a lo que nos han contado porque si algo aprendimos de Perdidos como espectadores es que tener paciencia no es suficiente para alcanzar un desenlace digno del misterio.