Nueva serie de Los Javis de estreno: La Mesías arranca hoy su emisión en Movistar Plus+ ofreciendo dos de los siete episodios de cerca de una hora de duración que componen su metraje. Los creadores de la mítica Paquita Salas y del fenómeno La llamada sorprenden con un cambio de registro brutal que trasciende la primera idea que nos hicimos sobre este trabajo.

Y es que, cuando se anunció que uno de los temas centrales de la serie sería un grupo de pop cristiano kitsch llamado Stella Maris a todos nos vino a la cabeza Flos Marie, e incluso hubo quien pensó (servidora incluida) que se convertiría en una suerte de ficción en torno a hechos reales que nos enfrentarían a nuestra realidad reciente.

No en tono documental, como en el caso de El Palmar de Troya o de UMMO, pero arrojando luz igualmente sobre aspectos de nuestra sociedad que son, como poco, llamativos. Y sirviendo, claro está, como denuncia social del fanatismo religioso, de la hipocresía imperante en determinados círculos y la permisividad a la hora de consentir abusos a menores. Ahí en nada.

Un popurrí indigesto

Javier Calvo y Javier Ambrossi demuestran tener ambición, mucha, pero también ciertos problemas para vehicular su innegable talento. Aquí dejan claro que saben hacer reír, pero también muerden cuando quieren. 

Los dos primeros episodios de La Mesías son, de hecho, poco alentadores para "seguir dentro" de la serie. Amalgaman muchas ideas, algunas de las cuales se fundamentan en metáforas obvias, desagradables, turbias y ásperas a más no poder. Meten en el saco desde apariciones marianas hasta abducciones alienígenas.

La figura de la maternidad está en el foco central de atención de la serie: la progenitora carnal interpretada por Ana Rujas, Lola Dueñas y Carmen Machi, que vive en su propio y alucinatorio mundo marcando la vida de todos sus hijos y la Virgen como madre espiritual e idealización de los valores familiares (aunque no sin su vertiente tenebrosa).

Pero esto... ¿De qué va?

Enric es un hombre que tiembla de miedo al ver un vídeo viral de un grupo de pop cristiano compuesto por varias hermanas que cantan y bailan en coro. Esto le lleva a contactar con su hermana y reencontrarse con ella para revivir algunos de los momentos más duros de su infancia. 

Todo esto con el trasfondo del misticismo de la montaña de Montserrat donde cada año se reúnen cada año aficionados a la ufología para tener encuentros con el más allá. El pensamiento mágico es a su vez aquello con lo que cada cual quiere explicar su realidad, si bien Enric tendrá que hacer un verdadero esfuerzo por reconstruir su propia identidad.

Ver galería

Imágenes de La Mesías (15 imágenes)

Con este punto de partida, se hace difícil seguir las tramas y comprender el sentido último que se le quiere dar al discurso. Es como un gran gigante con pies de barro: magnífico casting, la búsqueda de una narrativa disruptiva con saltos en el tiempo para seguir la evolución de los personajes y un apartado visual en consonancia, con fuertes cambios en la textura de la imagen.

Y, sin embargo, hay algo que hace que La Mesías se nos escurra entre los dedos y sea muy complicado cribar para quedarnos con su esencia. Aparte de que supone un verdadero reto para la paciencia del espectador... La duración de los episodios, no ayuda, y las ideas y venidas en la línea cronológica tampoco.

Está en el ánimo de la serie ser provocadora, cruda y experimental: apelar a la víscera del espectador, ponerlo a prueba y llevarlo por donde menos se espera. No se le puede negar arrojo al proyecto, sobrepasando límites, yendo más allá de lo que podría haberse quedado en una burla de tipo meme a Flos Mariae pero es, en conjunto, irregular y deja un sabor de boca agridulce.