La audiencia ministérica no puede estar más satisfecha ya que al fin se ha emitido "Perdido en el tiempo", el primer episodio de la temporada 4 de El Ministerio del Tiempo y estamos en condiciones de hablaros de nuestras impresiones acerca de él, algo que teníamos estrictamente prohibido hasta este momento por la voluntad, claro está, de salvaguardar cualquier sorpresa.
Antes de arrancar, os recordamos que podéis volver a ver el episodio en cuestión (que es ya el número 35) vía TVEa la carta o bien en la plataforma de streaming HBO, que asimismo cuenta con las tres temporadas anteriores.
También hay que señalar que hay un resumen de lo sucedido en episodios anteriores para despistados o bien para quienes deseen refrescar la memoria antes de arrancar.
Y, como última observación, recalcar que hay muchísimos cambios en esta nueva etapa, como la nueva sede el ministerio: el nuevo despacho de Salvador, un inmenso archivo y las míticas puertas del tiempo, se ubican ahora en un antiguo e imponente edificio de RNE en Arganda del Rey.
El episodio arranca con la recreación de un episodio del NO-DO, desplazándonos en el tiempo hasta 1943. En plena posguerra, un nuevo galán despunta en el panorama cinematográfico llamando la atención de Salvador. Su nombre es Eulogio Romero y su rostro calcado al de Julián, al que creían muerto en la Batalla de Teruel. Algo de esto pudimos ver ya en el corto que sirve de precuela titulado Antes de que no haya tiempo (podéis verlo aquí).
Salvador monta un operativo recuperando a Alonso, que dejó el Ministerio hace tres años y ahora es un feliz padre de familia. Junto con Pacino e Irene viajarán hasta ese momento para investigar la verdadera identidad de Eulogio Romero, con la ayuda de la joven Lola Mendieta.
Una vez allí, nada más verlo en persona, la patrulla tiene la certeza de que es Julián, a pesar de que lo creían muerto: la voz, la sonrisa… Es imposible tener un alma gemela tan perfecta. Sin embargo, el “nuevo galán del cine español” no les reconoce. No será el único problema: pronto descubrirán que su oficio de actor no es más que una tapadera para llevar a cabo un atentado que puede cambiar la Historia de España.
La producción de El Ministerio del Tiempo 4 sigue siendo impecable, con recreaciones e interpretaciones dignas de elogio por parte de personajes secundarios que se meten en la piel de personajes de nuestra historia y del mundo de la cultura (en esta ocasión podemos ver a Franco, a Carmen Polo y a un Luis García Berlanga que no pretende convertirse en cineasta aunque, sin saberlo, terminará siendo el gran adalid el Imperio Austro-húngaro) y con un grupo bastante atomizado por los vaivenes de la vida que vuelve a reunirse por un objetivo muy especial: recuperar a su compañero y amigo Julián.
En el episodio, eso sí, se echa en falta algo más del sentido del humor característico de la serie, ya que tiene un aire algo más dramático y taciturno de lo habitual. En este sentido, el concepto parece haber perdido frescura, aunque a buen seguro todavía nos quedan muchísimas sorpresas por descubrir.
Por lo visto en el avance, será el segundo episodio el que nos saque más la sonrisa, recreando algunos de los momentos más top de la movida madrileña y a Almodóvar en su salsa en la sala Rock-Ola, como podéis ver en las siguientes imágenes:
Por otra parte, no queda nada claro con este primer episodio qué es lo que le ha sucedido a Eulogio/Julián, algo que se irá desgranando poco a poco viajando mediante su memoria a sus recuerdos en el frente con la División Azul en la que se encontrará con el mismísimo Federico García Lorca.
A todas luces la trama protagonizada por Julián y Amelia Folch (el cebo, para qué engañarnos) se va a dilatar bastante en el tiempo: se echa mucho en falta la presencia de la carismática Aura Garrido, que era uno de los pilares fundamentales de la serie y le aportaba al grupo un punto de equilibrio muy especial.
En su lugar cobra mayor protagonismo el personaje de Macarena García, Lola, y podremos ver en un futuro próximo también a una nuevo fichaje para el equipo: Carolina, interpretada por Manuela Vellés. De ella solo sabemos que será una mujer marcada por el maltrato que encontrará en los viajes en el tiempo la forma de escapar de su época: los años 80.
En fin, el comienzo de esta temporada 4 de El Ministerio del Tiempo nos sirve sobre todo para situar a los personajes y sus tesituras actuales: los cambios en la relación de Pacino y Lola, la paternidad de Alonso y la responsabilidad de Salvador, Irene, Ernesto y la incombustible Angustias a la hora de mantener el pasado intacto. A veces, muy a su pesar.
Lo que sigue corriendo por las venas de los guiones de esta peculiar serie es un inmenso amor por el cine con alusiones tanto al pasado cinematográfico del dictador (recordemos que escribió Raza bajo el pseudónimo de Jaime de Andrade y que era un apasionado del séptimo arte) como a las películas promocionadas y pensadas para promocionar al régimen o el tributo a la cinta neo noir de Lumet Serpico.
No son pocas las razones para seguir enganchados a esta maravillosa serie que no teme desplazarnos por nuestra historia lejana y reciente para hacernos pensar cuánto podría haber cambiado el devenir de los hechos con algunos cambios en su justo momento. ¡Seguiremos atentos la temporada!
VALORACIÓN:
Vuelve una de las series más queridas por los telespectadores y lo hace por dos vías: podréis disfrutar de los nuevos episodios viéndolos a través de La 1 de TVE o bien en HBO España. El arranque, desde luego nos trae un curioso reencuentro y muchísimas novedades que se tendrán que ir asentando a medida que transcurra la temporada.LO MEJOR:
El extraño retorno de Julián, el reencuentro de la patrulla del tiempo y el nuevo caso a resolver que incluye al dictador Franco.LO PEOR:
Se echa en falta la frescura del comienzo y también un mayor sentido del humor... Además de a Aura Garrido en el rol de Amelia Folch.75
Bueno
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