Crítica de Missing, un thriller sobre desapariciones contado desde ordenadores y teléfonos

Para escribir este borrador de la crítica de Missing lo primero que he hecho ha sido encender el ordenador y abrir un nuevo documento de Word, mientras de forma paralela consulto desde Chrome las notas que tomé en Google Keep hace unas horas en el metro, y en otra pestaña compruebo las palabras clave que tengo que utilizar para este texto desde el editor de HobbyConsolas.

Mi viaje con la informática no es el más apasionante, pero sirve para reflejar cómo, por mínimo que sea, ya implica varios procesos. No enciendes el ordenador y te pones a hacer una única cosa, encender el ordenador casi lleva implícita la multitarea. Y si en lugar de encenderlo para escribir una crítica lo haces para averiguar por qué tu madre ha desaparecido, puede convertirse en una auténtica locura.

Missingno te da un respiro, desde su primer segundo de metraje, todo lo que ves en los siguientes 111 minutos de película es una interfaz digital, que va saltando de ordenadores, a móviles e incluso a cámaras de coches o relojes; todo vale, con tal de ser narrado a través de una pantalla. Y la imagen no para de cambiar.

La joven June -encarnada por Storm Reid-, inicia a través de internet una búsqueda a contrarreloj de su madre desaparecida, cambiando de una pantalla a otra, de un FaceTime con su amiga, a una videollamada de WhatsApp con un investigador colombiano, de una aplicación de citas inventada que podría contener datos sobre el sospechoso novio de su madre, a una red pública de cámaras de seguridad.

June busca a su madre a través de diferentes pantallas

Por su formato, la película de Nicholas D. Johnson y Will Merrick nos obliga a estar muy pendientes de lo que ocurre en ella en todo momento, tanto visual como sonoramente, pues mientras escuchas una conversación puede estar apareciendo texto de cualquier aplicación con información vital para el desarrollo de la trama.

A pesar de lo caótica que pueda parecer, Missing sabe guiarte para que no te pierdas sin dejar de ser frenética por ello. Dicen que un buen montaje debe ser invisible, aquí se hace evidente pero adictivo. 

Con él, se logra reforzar cada una de las acciones que vemos en las diversas pantallas de la protagonista, mediante zooms que nos indican dónde está la frase a la que debemos prestar atención, con música extradiegética que hace énfasis en el viaje emocional que está sufriendo June,o simplemente por la propia disposición de los elementos en pantalla.

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Si bien es cierto que Nicholas D. Johnson y Will Merrick suelen aprovecharse de la cámara del ordenador para mostrarnos lo que hace el personaje de Storm Reid cuando no está en una videollamada activa, también hay muchos momentos en los que ni siquiera la vemos a ella, pero la reconocemos a través de las acciones que ejecuta con el ratón. 

Es curioso cómo ciertos gestos nos puedan dar tanta información sobre sus personajes, simplemente porque su manera de utilizar una aplicación no es igual a la tuya, por cómo escriben una frase o cómo eligen una publicación para Instagram.

El formato que utiliza la nueva película de Sony Pictures Entertainment casi parece más apropiado para un videojuego de Sam Barlow pero, aunque no puedas interactuar con las distintas interfaces que se muestran, funciona muy bien como largometraje. 

La perspectiva que nos da Missing no es la más habitual, pero sí resulta familiar cuando cada vez surgen más películas que nos quieren mostrar el mundo a través de elementos que tenemos tan integrados en nuestro día a día, enfocándose únicamente en el contenido presente en los dispositivos electrónicos.

Sin ir más lejos, en 2018 se estrenó Searching, la entrega anterior de la saga en la que ya nos relataban la investigación sobre una persona desaparecida mediante el mismo tipo de recursos, aunque con un elenco y una historia totalmente diferentes. Missing se estrena en cines españoles el próximo24 de febrero de 2023.