Crítica de Momias, una aventura animada apta para todos los públicos

¿En busca de un título familiar con el que acudir al cine con los peques de la casa? Warner Bros. nos trae Momias, una aventura animada dirigida por Juan Jesús García Galocha, alias "Galo", que debuta al frente de la película tras haberse desempeñado como director de arte en cintas como Tadeo Jones 2: el secreto del rey Midas o haberse hecho cargo del corto de animación Cuerdas.

El guión es obra de Jordi Gasull y Javier Barreira que se alzaron con el Goya por el libreto de Las aventuras de Tadeo Jones y, como en aquella ocasión, apuntan a un historia fácilmente exportable y bastante pensada para la audiencia internacional.

No en vano, Momias ya ha sido estrenada en un total de 6 países logrando en todos ellos el top 10 de taquilla, con recaudaciones que superan el millón de dólares en territorios como Australia o Francia, donde ha conseguido el mejor estreno de una cinta española desde Dolor y gloria en 2019. Éxito similar en Rusia, Turquía, Rumanía y Alemania, donde se ha colado en el top 6.

Se trata de una producción de 4 Cats Pictures, Anangu Grup y Moomios Movie AIE con la participación de Atresmedia Cine y Movistar Plus+ y la colaboración de Atresmedia y TV3 que ha sido llevada a cabo por el estudio Core Animation dirigido por Pedro Solís.

Y al César, lo que es del César: luce impresionante, colorista y muy rica en su apartado visual además de tener un atractivo diseño de personajes.

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Mix de actualidad y antigüedad

Momias nos propone viajar a una ciudad secreta en la que las momias viven al más puro estilo del Antiguo Egipto en los tiempos de los grandes faraones. Su finalidad es permanecer escondidas lejos de los saqueadores de tumbas, aunque pronto verán su tranquilidad tambalearse.

La princesa Nefer, por mandato imperial, debe casarse con Thut, un exauriga de carros que goza de una tremenda popularidad y que ha dejado su profesión tras un accidente que le ha producido un pequeño trauma. Aunque eso, es un secreto, claro está. Ninguno de los dos desea ese matrimonio impuesto: Nefer quiere ser libre y Thut aborrece las ataduras.

Sin embargo, no les queda más remedio que acatar la voluntad de los dioses: Thut deberá desposar a Nefer y custodiar el anillo real que el Faraón le ha confiado so pena de perder los ojos y la lengua.

Entre tanto, en nuestro mundo, el ambicioso Lord Carnaby está inmerso en una excavación arqueológica en la que encuentra el anillo de boda. Nefer, Thut, su hermano pequeño Skhem y su mascota cocodrilo tendrán que adentrarse en la ciudad de Londres para recuperarlo y en su aventura irán cristalizando algunos sentimientos de forma inesperada.

Mejor el "cómo" que el "qué"

Hay poco margen de maniobra para sorpresas: a los diez minutos de que arranque Momias ya sabes exactamente cómo va a terminar y sin equivocarte un solo milímetro, así que la mayor pega que tiene la película es la de ser muy predecible y contar con un guión "de fórmula".

Tiene su mérito hacer que el viaje sea agradable y no despierte bostezos y eso es en gran parte a sus 88 minutos de duración y al acabado visual: es fácil quedarse embobado con el salto de calidad que ha dado la animación en estos años y comprobar cómo se realzan colores, texturas y se le saca partido a la tecnología disponible para erigir mundos ficcionales con mucha fuerza.

Por lo demás es una película apta para todos los públicos, aunque también con algunos mensajes algo manidos.

No le habría venido mal un poco más de sentido del humor y quizás un tono algo menos grave en lo referente a los momentos dramáticos que, a fin de cuentas exploran asuntos como el estrés postraumático o el matrimonio concertado (por septuagésima vez), que les quedan un poco lejos a los niños a los que va dirigida la película.

Aciertan algo más con el mensaje conservacionista de dejar las exploraciones a cargo de expertos que respeten las antigüedades y les den el lugar que merecen como garantes de la memoria.

Momias es una película bienintencionada, razonablemente entretenida y mucho más ambiciosa a nivel técnico que argumental. Una verdadera pena, porque de haber apuntado alto con una historia sorprendente y bien articulada, podríamos estar hablando de un producto más redondo que diera el paso definitivo para conquistar a pequeños y también a adultos.