Crítica de My Policeman, un emotivo drama que se desarrolla en dos líneas temporales

Amazon Prime Video estrena este viernes 4 de noviembre la película My Policeman, escrita por Ron Nyswaner (Homeland) en base a la novela homónima de Bethan Roberts y dirigida por Michael Grandage (El editor de libros).

La historia discurre en dos planos temporales distintos: finales de los años 90 y cuarenta años atrás, en la década de los años 50, y cuenta con una exquisita dirección artística para retratar todos los elementos necesarios que nos permiten bucear por ambas épocas en Brighton, al este de Sussex en Inglaterra.

Una Marion ya adulta decide acoger en su hogar a Patrick, un viejo conocido del que ella y su marido se separaron hace mucho tiempo. Ha tenido un ictus y es ahora un hombre dependiente. Tom se indigna al saberlo y se niega a ir siquiera a verlo. Para comprender el por qué de su conducta, tendremos que viajar cuatro décadas al pasado.

Por aquel entonces, en el año 57, Marion era una mujer tímida e ingenua que trabajaba como profesora en un colegio. Por medio de una amiga conoció a Tom, un hombre de su edad que se ganaba la vida como policía y parecía tener gustos sencillos. Él la enseñó a nadar y ella a cambio se comprometió a prestarle algunos libros y compartir más tiempo con él.

Cultivaron una relación que fue creciendo con el tiempo a la que un buen día se unió Patrick, que trabajaba como conservador en un museo y mostraba un paladar mucho más refinado para el arte que Tom. Pronto se volvieron inseparables: iban juntos a la ópera, a visitar exposiciones, a cenar y empezaron a convertirse en el blanco de algunos rumores.

Marion por aquel entonces no podía llegar a imaginarlo, pero Tom y Patrick se conocían con anterioridad y tenían una relación que, de hecho, va a cambiarlo todo entre ellos, tal y como sucedió en ese pasado al que Tom renuncia regresar.

My Policeman es una historia que se toma su tiempo para desarrollar las relaciones entre los personajes, su carácter, sus intereses y aquello que les caracteriza. Es fácil ver las dinámicas de trío amoroso que se forman entre ellos, en un caso por atracción sexual, en otro por afinidad artística. Sin embargo, muestra dificultades para cuando toca comprender el comportamiento que exhiben.

En una sociedad muy conservadora y nada amable hacia determinados colectivos, ver una historia así es bastante peculiar y llama la atención cómo se ponen de manifiesto los prejuicios y la distancia social respecto a conductas que se consideran aberrantes y enfermizas.

Una de las mejores bazas de esta adaptación del libro, son las interpretaciones con Emma Corrin (The Crown), Harry Styles (No te preocupes querida) y David Dawson (Una cita con el pasado) como las versiones jóvenes de los personajes maduros de los que se hacen cargo Gina McKee, Linus Roache y Rupert Everett respectivamente.

Su punto más débil es que es muy predecible: es fácil adelantarse a los acontecimientos y adivinar por dónde irán los tiros, a pesar de los esfuerzos del guión por guardarse algunos giros para el final. Es más, teniendo en cuenta lo sucedido en el pasado es bastante ilógico que se trate como un descubrimiento el diario de Patrick donde básicamente expone lo que los otros dos personajes ya sabían.

A pesar de que la película está varios peldaños por debajo de la calidad de la novela, mucho más coherente y delicada en el tratamiento de algunos pasajes, es un drama bastante interesante por atípico y por mostrar el cambio tan grande de la idiosincrasia de la sociedad en cuarenta años. 

El estreno de My Policeman, eso sí, se va a restringir a la plataforma de streaming Amazon Prime Video para desgracia de los amantes de los dramas de época, que habrían podido disfrutarla (y sufrirla) muy gustosamente en pantalla grande.