Crítica de Noelle: la navidad llega a Disney Plus con Anna Kendrick

Ho, ho, ho. ¡La Navidad ha llegado a Disney Plus! La plataforma ha estrenado este fin de semana Noelle, su apuesta para preparar la campaña navideña en las plataformas de visionado por streaming. Con Marc Lawrence en la dirección y el guion, el elenco artístico protagonista lo forman Anna Kendrick (Crepúsculo), Bill Hader (Del Revés, It 2), Kingsley Ben-Adir (Peaky Blinders) y Shirley MacLaine (Downton Abbey).

La familia Kringle lleva milenios de generaciones llevando la Navidad hasta los hogares de todo el mundo: ellos son la estirpe de Santa Claus, sucediéndose de padre a hijo para dirigir el trineo y gritar a pleno pulmón en la oscuridad de la madrugada del 25 de diciembre. Pero las tradiciones cambian, y Nick Kringle (Bill Hader) no está preparado para sustituir a su padre como Santa Claus.

Su hermana Noelle (Anna Kendrick) le aconseja despejarse durante un fin de semana en una especie de retiro espiritual de dos días... del que nunca llega a regresar. Ahora Noelle tendrá que buscar a su hermano acompañada por su tía, la elfa Polly (Shirley MacLaine), para salvar la Navidad... y renovar su espíritu.

Hace unos días os hablamos de que la campaña de Navidad ya ha empezado para las plataformas de retransmisión online con el último estreno de Netflix, así que era cuestión de tiempo que el resto se subiesen al trineo. Noelle es, sin embargo, una película que no consigue cumplir en ninguno de los objetivos que solemos asociar a este tipo de producciones: la comedia no funciona, la trama carece de interés y el espíritu navideño se diluye para convertirse casi en una comedia amorosa sin gancho.

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Como podemos leer en la sinopsis, la trama de Noelle reutiliza la fórmula que hemos visto en infinidad de ocasiones en otras películas navideñas, pero dándole la vuelta en el contexto que su propio título indica y que para nadie habrá pasado desapercibido. Para dar volumen a la repetición, Marc Lawrence intenta hacer uso de un tipo de comedia absurda que en el lenguaje moderno llamaríamos "cringe", pero sin el componente añadido de esbozar una sonrisa de confusión tras los gags, por lo que el resultado es simplemente incómodo. Casi arcaico para una película navideña del 2020.

En la construcción narrativa de la trama, además, hay otro componente que se hace insoportable por momentos: la publicidad. Noelle podría formar parte de la campaña de promoción de Apple para Navidad y el Black Friday en el que se estrena, en la que descubriremos que el único deseo común para la población mundial es tener un iPad.

No serán ni una, ni dos, ni tres las veces que lo escucharemos en boca de protagonistas y secundarios, ridiculizando diálogos y personajes durante los 100 minutos de metraje. Y esa parece su gran apuesta para renovar con cierta frescura la fórmula, haciendo su aparición estelar tanto Amazon como Google; el servicio de reparto del primero y el de localización del segundo.

Como resultado, tenemos un elenco de actores perdidos en una trama aburrida y predecible, con personajes poco desarrollados que lanzan diálogos tan forzados como los que veíamos en líneas anteriores. Si el objetivo era conseguir una comedia fresca para todos los públicos, nos quedaremos solo con la segunda parte. Sea cual fuere el prisma de valor de cada espectador, Noelle se queda corta en cualquier aspecto, y dudamos de que pueda ser más que un pasatiempo ligero para los más pequeños. Muchos saltarán de su visionado incómodos por la imposición de la agenda, pero ese es el menor de sus problemas.

En el lado más enternecedor de la película podemos ver esa influencia de las narrativas navideñas en lo que a la reunión familiar se refiere: el mayor regalo para un niño será el bienestar de los más cercanos o su regreso al seno familiar. Vuelve a casa vuelve, ya sabéis. No está de más incurrir en lo poco que prestamos atención a lo que tenemos más cerca y la ligereza con la que pasamos por comprender a los niños, así como con los prejuicios o la falta de empatía del resto de ciudadanos. En los tiempos que corren, para más tortura, es difícil pedir cercanía en unas fechas que nos obligan a lo contrario.

La primera apuesta de Disney para la campaña navideña se queda ciertamente escasa. Noelle es un intento de comedia afable que no hará daño a nadie, pero tampoco responde a la calidad que se espera de la plataforma o del reparto con el que cuenta. No hay mucho que pidamos a una película navideña: que mantenga el espíritu, que nos arrope entre mantas y el calor de la chimenea y que tenga la capacidad para reunir a toda la familia alrededor del turrón y el sofá. Con todo lo dicho, hoy no es ese día, pero todavía nos quedan unas cuantas fechas para que podamos encontrar la película navideña del año.