Crítica de Lo nunca visto, la nueva comedia de Carmen Machi

Carmen Machi sigue siendo la pimienta de todas las salsas... o casi. La actriz, que ha demostrado tener muchísimo más registro al margen de la comedia, es siempre un valor seguro en el terreno del humor como atestiguan la enorme cantidad de cintas de estas características en las que participa (la hemos visto recientemente en Thi Mai, La tribu, Perdiendo el este e incluso en la atípica e irrepetible serie Arde Madrid).

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En esta ocasión, lidera el reparto de Lo nunca visto, una película escrita y dirigida por la cineasta argentina con la que ya trabajó en la celebrada La puerta abierta, donde precisamente desarrollaba un rol más dramático.

Lo nunca visto explota la idea de "la España vaciada" para crear algunas situaciones rocambolescas... como ya hiciera la serie de Amazon Prime Video El pueblo. Machi da vida a Teresa, la esposa del alcalde de Fuentejuela de Arriba, una pequeña aldea de la montaña donde ha vivido toda su vida y que poco a poco ha ido quedando despoblada.

Un buen día, el pueblo recibe una visita inesperada: en medio de la nieve aparece un desubicado grupo de africanos… cuya llegada conmociona la aldea. Se trata de un grupo de bailarines que ha sido engañado y explotado. 

Teresa entonces urde un plan que conviene a ambas partes: los africanos quieren quedarse en el pueblo como sea… y esa puede ser la solución al problema de falta de habitantes de Fuentejuela. Con ayuda de sus amigos Jaime (Pepón Nieto) y el “Guiri” (Jon Kortajarena), decide ocultarlos poniendo patas arriba prejuicios y expectativas, de modo que los recién llegados y los habitantes locales tendrán que remar en la misma dirección para conseguir sus objetivos.

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Y en medio de situaciones con más o menos gracia, unas cuantas reflexiones interesantes se van colando de vez en cuando: no solo la necesidad de romper barreras, que es el discurso casi más obvio, sino también la de acabar con corruptelas políticas aunque sean a pequeña escala.

Los gags, por fortuna, no se alimentan solo de buenismos relacionados con la diversidad étnica y sexual (valga como ejemplo la salida del armario de uno de los protagonistas) ni de chistes facilones involuntariamente xenófobos... pero también es cierto que a la película le falta ritmo y enjundia como para ser hilarante y terminar de hundir el escalpelo.

Sí que hay personajes que, ya sea por su apariencia (Jon Kortajarena haciendo de hippie es bastante curioso después de verlo haciendo de galán en Alta mar) o por su tratamiento (las gemelas Esperanza Elipe y Pepa Charro), sorprenden de forma positiva, aunque, por desgracia, no tengan la visibilidad suficiente como para mantener el interés del espectador durante toda la película.

Todo en Lo nunca visto lleva a un desenlace bastante previsible y poco estimulante, pero en el que domina la concordia y el "buen rollo". Así que no deja mal cuerpo.

Evidentemente, no es una película que vaya a cambiarle a nadie la vida, pero sí que al menos supera la media de las últimas producciones humorísticas patrias que estamos viendo con más vergüenza ajena que placer, sin ser tampoco como para tirar cohetes. Al menos, el reparto parece irradiar bastante buena química, trasladándosela al espectador.

Como curiosidad, la película está dedicada a la memoria de Fernando Hugo Rodrigo, jefe de desarrollo de la productora Tandem Films y guionista de documentales y series además de esa locura que fue CineBasura. La peli.