Crítica de Orígenes secretos, la película de superhéroes española que puedes ver en Netflix

¿Conocíais la novela "Orígenes secretos"? Si la letra impresa resultaba original y adictiva con su toque de novela negra y su estructura de thriller repleta de giros inesperados de climática ambientación, con una descripción detallada y aguda del Madrid más freak, la película resuelve mejor algunas facetas que otras.

Evidentemente el libro era muy cinematográfico, de ahí que la traslación fuera de esperar, pero una cinta de esta índole requiere que puedas empatizar con los personajes casi de inmediato para que te puedas dejar arrastrar por ellos.

La adaptación deOrígenes secretos consigue alejarse de la comedia, algo que ha sido uno de los mayores retos para su director y coguionista David Galán, según nos comentó en entrevista pero, por el camino, los personajes le han quedado bastante antipáticos y tremendamente estereotipados, lo que incluye al protagonista de la película. Y eso es algo que lastra todo el metraje, en el que, todo sea dicho de paso, hay un esfuerzo de producción encomiable y una rotundidad en la acción importante.

Os damos unas pinceladas sobre el argumento antes de entrar en materia. Cuando David (Javier Rey), un joven policía recién llegado a Madrid, se ve obligado a colaborar con Jorge Elías (Brays Efe), un friki de los cómics e hijo de su mentor Cosme (Antonio Resines), a resolver una serie de asesinatos que emulan los orígenes secretos de los superhéroes, ambos se embarcan en una investigación laberíntica con las calles de la ciudad como telón de fondo. 

Jorge Elías es el dueño de una tienda de cómics y tiene unos conocimientos que serán fundamentales para comprender al asesino mientras que Norma (Verónica Echegui), jefa del departamento de policía, es toda una amante del mundo del manga y el cosplay y les ayudará a con sus contactos y su pericia a desenmascararlo.

Escrita por Fernando Navarro y David Galán y dirigida por el propio Galán, Orígenes secretos cuenta con un reparto de lo más interesante en el que, además de los intérpretes señalados, trabajan también Ernesto Alterio, Carlos Areces o Leonardo Sbaraglia en un papel paródico divertidísimo, por cierto.

El caso es que siendo una película que quiere reivindicar en el fondo y en la forma a la figura del freak/nerd de manual que tan bien representa Brays Efe (con su papel y por lo que se ve también de forma personal), consigue casi todo lo contrario por la forma terrible en la que el resto de personajes se comportan con él debido a su aspecto físico: el body shaming llega a ser un verdadero problema en la película, que se empeña en avergonzar al personaje una y otra vez.

Por otra parte, se pasa de frenada cuando alude a las profesiones de los asiduos al mundo del cómic que se dan cita en Planeta K, esa tienda de cómics que regenta el personaje. Como si tener ciertas profesiones fuera indicativo de que eres más interesante o estuvieras por encima de los demás... Hay cierta dosis de elitismo mal entendido que se carga la noble intención de la película de mostrar que no es incompatible tener determinados gustos y ser una persona funcional. 

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Y no es el único convencionalismo en el que recala Orígenes secretos: la presencia femenina es otro de ellos como dejando constancia de que éste es un universo masculino, algo con lo que evidentemente no podemos estar más en desacuerdo. Verónica Echegui interpreta prácticamente al único personaje femenino de la película al que se le da mucha visibilidad por sus floridos atuendos pero que no deja de estar en un segundo plano (hasta cosiendo trajes para los hombres, ejem) y de ser un objeto de deseo, aunque de nuevo se retuerza la narrativa para que aparezca como una tía dura y borde para justificarse un poco.

En fin, es una película con valores de producción más que aceptables: una interesantísima fotografía, un diseño de sonido impecable y varios intérpretes saboreando los matices más locos de sus personajes (chapeau una vez más por el inmenso talento de Ernesto Alterio y Leonardo Sbaraglia), pero tiene carencias argumentales obvias además de que es muy fácil adelantarse a la trama y predecir por dónde va a salir.

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En el lado de las fortalezas de Orígenes secretos encontramos esa potente vertiente comicófila que aflora en cada detalle, en cada nombre y en un entramado simbológico oculto que entretiene ir descifrando. Tiene escena postcréditos, por cierto, y parece querer apuntar a una secuela, algo que solo sucederá si los espectadores secundan el estreno en Netflix y se decide apostar por una fórmula inusual en nuestro cine que tiene su encanto, aunque está lejos de la perfección por resultar en muchos sentidos esquemática (buddy movie con mentor a punto de jubilarse y hermano policía caído en servicio... todo muy original) y algo obsoleta.

Habría que ir modernizando un poco ya un mundillo que a día de hoy está mucho más abierto a todos los sectores de la sociedad y que ha calado tanto en el imaginario colectivo. A ver si superamos ya los estereotipos rancios. Y dicho esto, a ver si seguimos viendo mucho a Brays Efe, que lo mismo te clava su hilarante papel en Paquita Salas, que a Oli en Por H o por B o se mete en un rol tan entrañable como el de Jorge Elías. ¡Es un crack!

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Etiquetas: Netflix