En la eterna pugna por el trono de las series de comedia animadas, cada uno utiliza sus armas... Y la mejor munición de Paradise Police son las cacas, los vómitos y las referencias sexuales más brutas. Sí, amigos la serie más escatológica ha regresado a Netflix con una tercera temporada que mantiene la fórmula de las dos primeras.
En esta ocasión, Randall, Dusty, Bullet y compañía están en una Paradise que se intenta reconstruir tras el ataque de la temporada previa. Los mutantes están por doquier y quieren venganza de Gerald. Con ese arranque, comienzan toda clase de tramas que, por lo general, están concentradas en episodios sueltos, por lo que quizá esta sea la temporada más inconexa de todas.
Aún así, hay algunas líneas que se mantienen en todos los episodios, como el nuevo matrimonio de Gerald... ¡Con un delfín! Como supondréis, esto lleva a unas escenas de cama de lo más locas. Y es que, una vez más, el pegamento de todos los episodios de Paradise Police temporada 3 es el humor más bruto que podáis concebir.
Desde tríos con animales hasta montañas de caca, drogas duras, autofelaciones... Todo vale en esta comedia de Netflix y, aunque algunas tienen su gracia, lo cierto es que volvemos a notar el problema de que tanta burrada seguida satura y, lejos de causar humor, llega a incomodar un poco.
Por supuesto, como suele pasar con las comedias, esto irá en gustos y habrá quién se parta de risa con sus "más difícil todavía". En realidad, cuando esas referencias brutas tiran por el surrealismo, sí conectan bien. Por ejemplo, en el primer episodio, Randall tiene un enorme pólipo en el culo que comienza a cobrar vida y a decirle cómo comportarse.
Esos momentos absurdos tienen su gracia, pero cuando ya se tira por lo bruto (Karen besa el pólipo y este le llena la cara de heces) comienza a perderse algo el norte. Sí, entendemos que la idea es esa, provocar, pero lo vemos más pueril que divertido. De nuevo, será cuestión de gustos.
Y no es que toda la temporada 3 de Paradise Police tire por el caca-culo-pedo-pis, pues también hay hueco para bastante crítica social, referencias de actualidad o incluso bromas constantes sobre cómo la serie rompe la cuarta pared.También aparece algún que otro personaje famoso, como Bill y Hilary Clinton, aunque no suele ser por ahí por donde van los tiros.
Y, un vez más, nos quedamos con ganas de que metan más referencias frikis, porque es ahí donde la serie suele funcionar muy bien. Ojo, por ejemplo, a las numerosas referencias a juegos de Valve, desde Portal hasta el mismísimo Half-Life 3.
Hasta tenemos un episodio entero con una subtrama dedicada a los juegos de rol. Y también hay puyitas con mucho veneno a series como Rick y Morty o todo Adult Swim en general...
Y es que Paradise PD es muy canalla, pero a veces acierta de pleno y a veces parece más el típico amigo graciosillo que se esfuerza demasiado en lanzar bromas pesadas sin que nadie a su lado se ría. Aún así, está claro que los responsables tienen cogido el punto a los personajes y que hay potencial para más temporadas (de nuevo, la cosa acaba en cliffhanger), para que nos quedemos pendientes de lo que pueda llegar a esta Paradise o al país de Chochemala donde todo es posible.
Lo cierto es que esta serie de Netflix presenta sorpresas, personajes ciertamente cómicos y momentos chocantes en el buen sentido. Si en un futuro consigue afinar un pelín más el tono, la cosa no tiene por qué acabar en un coitus interruptus.
VALORACIÓN:
Pocas novedades en una temporada que mantiene bien el tipo, pero que sigue sin corregir el desequilibrio en su humor, a veces innecesariamente recargado.LO MEJOR:
Una vez más, las referencias más frikis, algunas de ellas realmente acertadas.LO PEOR:
El humor más zafio llega a saturar. La temporada no está tan conectada como las anteriores.70
BuenoDescubre más sobre Daniel Quesada, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.