Crítica de la temporada 3 de Élite, ya disponible en Netflix

Élite sigue imparable con una tercera temporada que ha vuelto a suponer un gran éxito para Netflix, atendiendo a los datos de que su estreno colapsó la plataforma de streaming. Como es evidente ha ayudado el hecho de que el confinamiento, primero voluntario y luego impuesto por el decreto del estado de alarma, haya dejado pendientes del televisor a millones de espectadores (durante el fin de semana, de hecho, se batió el récord de consumo televisivo).

Sea como fuere, desde su estreno el pasado viernes, se posicionó muy pronto en el Top 10 de los contenidos más vistos en Netflix asegurando que, al menos su audiencia fiel, sigue con ganas de regresar a Las Encinas. 

Y, desde luego, también nos deja otro dato: que no hay mayor felicidad en el mundo que ser extra en Élite porque se pasan el día bailando en las fiestazas de los ricachones con el cubata en la mano. Bromas aparte, vamos a contaros nuestras impresiones de una tercera tanda de episodios que da algunos indicios de que hay ciertos aspectos agotados por completo y que necesita renovarse.

Para empezar, la estructura. Como pasara en las dos temporadas anteriores, todo arranca con el asesinato de uno de los personajes principales durante la fiesta de graduación de los acomodados alumnos de la élite madrileña. Éste será el acontecimiento que se aborde de forma recurrente para ir dando pequeñas pistas y que se resuelva en el episodio final... es decir, exactamente lo mismo que sucedió en la primera temporada y que se reprodujo en la segunda con la desaparición de Samuel.

Aunque el asesinato de Marina quedaba más que esclarecido en la segunda temporada, esa trama no termina de cerrarse del todo hasta que concluye la tercera temporada, que termina, por cierto, dejando claro que hay personajes "que se quedan" (básicamente los que repiten curso al no conseguir graduarse) y otros que de momento desaparecen de la escuela... y no tenemos pistas de que vayan a volver para las ya confirmadas cuarta y quinta temporada...

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Élite 3 - Galería de imágenes (4 imágenes)

La identidad del asesino ya la conocíamos, pero en estos ocho nuevos episodios se utiliza como leit motiv el tema de la responsabilidad y el de la asunción de las consecuencias de los propios actos. También veremos peligrar la posición de la mayoría de los alumnos: la detención de la madre de Rebecca, que Valerio y Lu sean desheredados o la vulnerabilidad de una Cayetana más dependiente que nunca, harán que haya más de dos personajes abocados a comer macarrones, como Samuel.

También se introducen dos personajes que contribuyen a "refrescar" el panorama e introducir nuevos argumentos. Se trata de Yeray, un joven empresario que se hace con una fortuna gracias a una aplicación muy exitosa y Malick, otro nuevo alumno en Las Encinas que genera un conflicto de intereses en la familia de Nadia y Omar.

Hay varios personajes se encuentran en una situación similar: la de estar viviendo una realidad y estar mostrando de cara a la galería algo muy distinto. Esta idea es recurrente en la serie, pero desencadenará en esta ocasión algunas "tormentas" distintas como el hecho de que algún personaje comience a drogarse para conseguir mantener las apariencias o que otros traten de aislarse para no enfrentarse, socialmente, a aquello que les preocupa.

Élite 3 tampoco pierde de vista a su público objetivo: los jóvenes y adolescentes, a los que siempre les reserva un espacio para algo de morbo y salseo. No solo por las relaciones entre los personajes, un poco en plan Melrose Place (ya sabéis, cualquiera es potencial compañero de cama de otro y las escenas tórridas son bastante explícitas) sino también por el hecho de que Las Encinas parece estar en todo momento desarrollando concurso de modelos. Las fiestas que jalonan las idas y venidas del pasado al futuro y viceversa están bien aliñadas de lencería, torsos estupendos y pestañas postizas además de ideítas para outifit maravillosos, como se subraya en la fiesta de San Valentín a la inversa o la pool party.

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Las miradas intensas también siguen siendo una de las señas de identidad de la serie, con personajes como Samuel que una de dos, o tiene un ataque de ira o está mirando desde el otro lado del pasillo a Carla. Como suele suceder desde su inicio es una serie que podría seguirse sin problema viendo los cinco primeros minutos y los cinco finales, porque tiene bastante relleno.

Pero sí que se aprecia algo de madurez en otros aspectos. Si hay un personaje que brilla es el de Danna Paola: no solo Lu tiene la capacidad de ser uno de esos personajes que están por encima del resto a la hora de darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, sino que la actriz que le da vida tiene registro. Aunque sea menos divertida que en su presentación, sí que es la que lanza uno de los mensajes más interesantes de la temporada: que no necesita a nadie a su lado para realizarse. Teniendo en cuenta que era uno de los personajes más dependientes y manipuladores de la serie, es de agradecer que se cambien así las tornas y se rompa tanto ese como otros clichés.

En suma, Élite 3 conquistará con facilidad a la audiencia fiel a su estilo y sus personajes y da la sensación de que la serie ha tomado nota para introducir aún más novedades en el futuro para cambiar de aires. No vamos mal...