Crítica de Terrifier 2: mucho más larga, sangrienta y fantasiosa

Tras convertirse en un verdadero fenómeno en 2016, las expectativas en torno a la secuela de Terrifier no han hecho más que crecer. El protagonista, el payaso asesino Art the Clown, debutó en el cortometraje The 9th Circle y posteriormente se desarrolló su historia en otro corto de 20 minutos llamado Terrifier que antecedió al largometraje del mismo título. 

Damien Leone, su director, siempre ha optado por una producción completamente independiente que le ha permitido gozar de una libertad creativa casi inédita y, por tanto, del control total de su producto... ¡Calificación R al canto! Estamos ante un slasher muy gore, explícito a más no poder y donde puede exprimir su talento como especialista en efectos especiales prácticos y maquillaje.

Si la primera Terrifier era un homenaje de principio a fin al cine de finales de los años 70 y comienzos de los 80 gracias al grano de la película, su duración, la música, el planteamiento de los personajes y no pocas decisiones creativas, Terrifier 2 es algo muy distinto que sorprenderá a la audiencia (sin que falten los atroces asesinatos ni las toneladas de hemoglobina).

Lo primero que salta a la vista es que Leone quiere hacer crecer la franquicia dándole a Art una mitología propia pero que no se revela al completo en esta segunda entrega. Solo se apuntan misterios, situaciones imposibles y una serie de personajes que orbitan a su alrededor y de los que apenas descubrimos algunos detalles.

A nivel estético, Terrifier 2 también se desmarca de lo visto con anterioridad: han hecho falta seis años para que la película viera la luz y se ha producido un gran giro en lo que respecta al planteamiento visual. No queda casi nada de los tropos que nos remitían al pasado y sí que encontramos una mayor perfección formal en las dos horas y media de metraje.

En pocas palabras, es una cinta que demuestra ambición, que tiene vocación de continuidad y con la que se ha buscado levantar el listón de la calidad en todos los apartados de la producción. Se ha puesto mucha carne en el asador y se ha elevado la apuesta para salir del terreno de la serie B y abrazar un concepto más sólido y de mayor recorrido.

"Everything is funny at the Clown Cafe"

Argumentalmente, en principio, Terrifier 2 es una película sencilla: Art regresa al condado de Miles tras resucitar de forma inexplicable y comienza de nuevo a matar, sirviéndose de la fiesta de Halloween para huir impunemente de los lugares donde comete sus atroces crímenes. Para ello se ha pertrechado con una bolsa repleta de herramientas perturbadoras.

Su nuevo objetivo será darle caza a Sienna y a Jonathan, una adolescente y su hermano menor, quienes perdieron a su padre después de que éste realizara una serie de extraños bocetos en los que Art aparecía. El payaso esta vez aparece acompañado por una niña ataviada como él con la que parece comunicarse a pesar de que nadie más que él puede verla.

Pero es que además un lugar siniestro y escabroso como pocos, el Clown Cafe, empieza a colarse en las pesadillas de Sienna. Y hay algún tipo de siniestra conexión entre sus sueños y la realidad que aún no alcanza a comprender...

Como si se tratara de un nuevo y carismático Freddy Krueger, el cruel y carismático Art al que da vida David Howard Thornton tiene una pátina de tintes paranormales que hacen acto de presencia para inducirnos a imaginar cuál es su origen.

Tan explícita como era de esperar (en eso sí que se mantiene fiel a sí misma esta secuela), cuenta con una nueva muerte truculenta a la altura de la de la mujer serrada por la mitad mientras colgaba cabeza abajo. Se trata de la famosa ya "escena del dormitorio" y es por derecho propio una de las cosas más brutas de cuantas veremos en pantalla grande.

Además de gozar de un diseño de producción más pulido y de tener claro cómo va a seguir explotando esta historia, Damien Leone da más pasos al frente optando por una serie de personajes que no se convierten en simple carne picada.

Buena jugada la del casting con el fichaje de la fotogénica y talentosa Lauren LaVera que se come la cámara y tiene asimismo empaque físico para afrontar el reto de enfrentarse al lunático asesino. De hecho, su formación en artes marciales le ha permitido hacerse cargo de prácticamente todas las escenas de la película.

En suma, si te gustó Terrifier, el segundo largometraje te va a dar algo más que gore y se va salir por la tangente en más de una ocasión, porque no es una mera continuación, sino una propuesta más compleja y con aspiraciones de futuro. Los delicados de estómago, lo pasarán regular... ¡aunque eso ya lo saben! No nos vamos sin recomendaros la entrevista en la que Leone nos habló de Terrifier 3.