Crítica de Wounds, la extraña película de terror de Netflix

El catálogo de películas de terror de Netflix sigue creciendo a un ritmo imparable, aunque eso conlleve que la calidad sea más bien irregular en más de una ocasión. Eso es lo que sucede con la película Wounds, que llega a tiempo para los que quieran una apuesta de miedo diferente de cara a Halloween.

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La historia de Wounds se centra en Will (Armie Hammer, Call Me By Your Name), un camarero de un barucho perdido en Nueva Orleans, en el que predominan los veteranos de guerra borrachos y los "parroquianos" a los que invita a chupitos. Will vive junto a su novia, Carrie (Dakota Johnson, la prota de Cincuenta sombras liberadas), con la que la química se esfuma por momentos.

Un día, unos universitarios presencian una pelea en el bar y huyen, dejando olvidado un móvil. Will lo recoge y se lo lleva a casa, pero pronto comienza a recibir mensajes en ese mismo móvil de mano de esos adolescentes. Los mensajes son muy crípticos y amenazantes, algo que poco a poco comienza a afectar a la cordura de Will. Él se debatirá entre ahondar en el misterio de los mensajes e intentar buscar propósito en las diferentes facetas de su vida. Entre ellas, tontear "por si acaso" con Alicia (Zazie Beetz, la Domino de Deadpool 2 y Sophie en Joker) y vigilar a Eric, un bruto habitual del bar que recibió una desagradable herida durante la pelea.

Poco a poco, los acontecimientos se vuelven más extraños y Will comienza a tener fugaces visiones sobre muerte y terror. La gente a su alrededor también comienza a portarse de forma extraña. Poco más os podemos contar sobre la película Wounds sin entrar en el terreno spoilero, aunque lo cierto es que, precisamente, la resolución de los acontecimientos es uno de los puntos flacos de esta película de Netflix.

El director Babak Anvari (Bajo la sombra) se lanza sin red a por una película muy extrema, que se centra en el descenso a los infiernos de Will, pero que no se molesta demasiado en explicar por qué está sucediendo todo esto. Ahí algunas pistas puntuales que nos hacen entrever por dónde van los tiros, pero a diferencia de otros filmes crípticos, pero con los ingredientes de historia justos, como Hereditary, aquí nunca se llega a explicar del todo (ni mucho menos) lo que está sucediendo, ni por qué se llega hasta allí.

Eso, en sí mismo, no es necesariamente malo (de vez en cuando, vienen bien una de esas películas que te obligan a componer el puzzle por tu cuenta), pero el problema es que todo este "clímax", por así decirlo, llega después de una lentísima hora en la que los personajes deambulan por la pantalla sin energía, sin historias que realmente nos interesen. Está claro que la película nos quiere contar que el entorno de Will está en un punto muerto, pero eso no es el colmo del atractivo para el espectador, sino todo lo contrario. Mención especial para una Dakota Johnson más anodina que de costumbre, lo cual ya es decir...

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De vez en cuando, pequeños flashazos de horror y tensión mantienen la flote la curiosidad del espectador, que espera que las respuestas lleguen en algún momento, cosa que nunca sucede. Lo peor es que las pocas migajas de resolución del misterio que se nos dan apuntan a que los responsables de esta película de miedo habían diseñado un universo interesante, con mitología, reglas y rituales propios (hay que apuntar que la película se basa en la historia corta The Visible Filth, escrita por Nathan Billingrund), pero todo eso apenas queda apuntalado a lo largo del metraje, así que nos quedamos con la miel en los labios.

Los segundos finales de la película son realmente turbadores y agresivos (mejor no veáis el tráiler, porque prácticamente se centra en ellos, lo que es muy sintomático del lentísimo ritmo de la película), pero llegan demasiado tarde y de forma precipitada, de tal forma que se entiende la forma de actuar del protagonista, pero parece como si nos atragantaran su transición emocional para acabar de una vez.

En definitiva, Wounds es una película con algunos esfuerzos visuales y de montaje interesantes, pero que no sabe distribuir y manejar todos los recursos que tenía a su disposición. Si te va el cine de estilo universitario y con un toque "de autor", quizá te resulte interesante, pero si quieres un terror más efectivo, te quedarás con el mismo sabor de boca que si probaras el garrafón del bar de Will.