Dragon Ball Super - Crítica del terrorífico capítulo final de la saga de Granola en el que un mítico enemigo regresa con una sorpresa temible

Como cada mes, Akira Toriyamay Toyotaro publican un nuevo capítulo canónico de Dragon Ball Super en la revista nipona V-Jump. El público internacional también puede disfrutar de este episodio de manera simultánea, gracias a la aplicación oficial de lectura manga de Shueisha, y totalmente gratis.

Pues bien, esta semana se ha estrenado el capítulo 87 de la serie, una entrega realmente importante que cierra la polémica Saga de Granola el superviviente. ¿Que por qué decimos que ha sido un arco polémico?

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Por su irregularidad, y me gusta utilizar el símil de cordillera montañosa. Ha sido saga bastante buena, pero que ha tenido altibajos constantes, quizás por hacer uso de un reciclaje demasiado acusado. 

De hecho, ni siquiera el capítulo final se salva de la reutilización de ideas pasadas, pero pese a todo, también es un arco que innova en muchos aspectos. Y no solo hablamos de los continuos flashbacks, sino también de algo que veremos en el episodio de hoy, adentrándonos en terrenos que se codean con el terror.

Si recordáis el capítulo anterior, Granola asestó el golpe de gracia a Gas, después de una maniobra en equipo con Goku, que había desatado su gigantesco Ultra Instinto espiritual. ¿Pero habrán derrotado realmente al guerrero más poderoso de los hermanos Heeta?

Cuando todos estaban celebrando la victoria, Monaito decide curar a Granola, comprobando que han aumentado sobremanera sus poderes de sanación. Sin embargo, al viejo namekiano le dura muy poco la alegría, pues de repente es atravesado por un rayo de ki: 

Monaito sale despedido con violencia por el ataque. Ya os avisamos que nos encontramos ante otro episodio muy violento de Dragon Ball Super, para los que dudan de la seriedad de la serie en este aspecto.

Los Guerreros Z no se lo pueden ni creer. El hacedor del ataque mortal no es otro que Gas, esta vez, con un aspecto realmente aterrador, como si fuera la mismísima muerte personificada, o un muerto en vida. La imagen es terrorífica:

A esto nos referíamos también con la innovación de este arco. Si bien vimos a Vegeta luchar con su Ultra Ego como si fuera un zombie, ahora tenemos prácticamente otro zombie en el terreno de combate. 

Está claro que Gas ha perdido los papeles y ahora lucha como nunca, dejando para el arrastre los nuevos poderes de Goku y Vegeta. Es tan salvaje, que es capaz de introducirse en su propio ataque de energía, dañando su cuerpo, para golpear a los dos saiyans de manera contundente.

Mientras tanto, Granola intenta socorrer a Monaito, su gran mentor. La escena es realmente emotiva, pues observamos cómo la vida del namekiano, el abuelo adoptivo de Granola, llega a su fin. 

Eso sí, estamos ante otra escena de puro reciclaje, que nos lleva directamente a la muerte de Piccolo frente a Nappa, con un Gohan niño llorando por la muerte de su maestro. De hecho, las líneas de Monaito son un calco de lo que le dijo Piccolo a Gohan justo antes de fallecer. Momento precioso que nos saca un poco de la trama al recordarnos el pasado.

Con la sucesión del combate, Goku y Vegeta se dan cuenta que algo muy malo pasa con Gas. Es como si su cuerpo se estuviera corrompiendo y muriendo con cada ataque...

En ese momento, Elec, el hermano mayor de los Heeta, confirma las sospechas. Para ser el más fuerte del universo, Gas tuvo que dar gran parte de su vida a cambio, y con estos combates está estirando hasta el límite su esperanza vital. ¿Lo más mezquino de todo esto?

El pobre Gas no tenía ni idea de esto. Su hermano mayor no le informó de la condición extrema para desarrollar tal poder. La escena que ves más abajo, en la que Gas ve su reflejo en el agua, totalmente envejecido y al borde de la muerte, es de una dureza radical. 

Pero para extremista la reacción de Elec, que pese a todo sigue ordenando a su hermano pequeño que acabe con ellos. En estos momentos, el lector desea con mucha fuerza la muerte de Elec, qué personaje tan odioso. 

Pero no hay tiempo para más. Gas no podrá reaccionar y cumplir el deseo de su hermano Elec, pues el emperador del universo ha hecho acto de presencia. 

Efectivamente, Freezer aparece en el terreno de combate al haberse informado de lo que estaba ocurriendo. Es el ser que controla la información de todo el universo, y por ende, el más poderoso. ¿Queréis ver la carta de presentación en el terreno de combate? Cuidado, que se trata de otra escena que se te quedará marcada para toda la vida:

Freezer, de un zarpazo, se carga a Gas y lo destruye por completo, reduciéndolo a polvo y huesos. La manera en la que Gas se consume es horripilante. Estamos ante uno de los episodios más temibles de toda la historia de Dragon Ball.

Ya sabéis que Elec tenía planeado acabar con Freezer, pero el tirano galáctico va diez pasos por delante de toda esta gente. Desde hace 40 años sabía de las intenciones de Elec, y ya se ha cansado de él, así que... 

Lo aniquila de una ráfaga de energía, no sin antes humillarle delante de todos, asegurando que es el más débil de los hermanos Heeta. Lo de Freezer en este capítulo es de auténtica locura.

¿Pero sabéis por qué ha derrotado a Gas, el ser más poderoso del universo? Porque él es, en realidad, el ser más fuerte de todos. Mientras pedían el deseo para Gas, el malvado Freezer encontró una sala del espíritu y el tiempo, alejada del mundo real, entrenando allí durante 10 años. ¿El resultado de todo eso? ¡Black Freezer, su nueva transformación, una fuerza a años luz del resto de seres del universo!

Como podéis ver, acaba con los nuevos poderos de Goku y Vegeta en un segundo. Ahora mismo, Freezer no tiene rival, pero les tranquiliza... No quiere matarlos, por ahora, ya que tiene otros planes en mente. Es más, tras la carnicería, ficha a Maki y Oil, los únicos supervivientes de los hermnaos Heeta, y se marcha del lugar como si allí no hubiera pasado nada.

El resto de guerreros, aunque tremendamente sorprendidos, respiran aliviados. Parece mentira, pero Freezer les ha salvado en el último momento. ¿Y sabéis quién se ha salvado también? Monaito, gracias a la resurrección que le ha regalado el bueno de... ¡Whis!

Sí, el ángel ha llegado para llevarse a Goku y Vegeta, pues tienen que ayudar a Beerus a preparar un plato delicioso. De esta manera, todos se dicen adiós en una emotiva despedida. 

Y para emociones, esta viñeta en la que Monaito le da el Scouter de Bardock a Goku, mientras el saiyan ve el reflejo de su padre en el cristal del dispositivo, aceptando con madurez las raíces de su familia. Esto, queridos amigos, ha sido la Saga de Granola, el superviviente ceresiano de Dragon Ball Super. 

¡Qué cosa más bonita, por favor! ¿Os ha gustado este capítulo tanto como a nosotros o nos hemos pasado con la crítica? 

Dejadnos más abajo vuestras opiniones y nosotros volveremos mañana, como cada día, con una nueva entrega diaria de Dragon Ball. ¡Kai, Kai!