Dragon Ball Z capítulo 32 - Análisis y curiosidades

Nos encantan los domingos, ¿y a ti? Nosotros tenemos una razón de peso, pues terminar la semana con el análisis de los episodios de Dragon Ball Z nos insufla más energía que la Genkidama. Y vaya, justamente esta técnica es la que vamos a contemplar en este capítulo 32 de la serie. ¡Empezamos!

Rabia, una luna artificial en el cielo crepuscular y rugidos ensordecedores. El malvado Vegeta se ha convertido en Ohzaru, y el saiyan defensor de la Tierra, Son Goku, no da crédito a lo que ven sus ojos. La fuerza de su adversario sobrepasa toda su imaginación, y con su cuerpo al límite de sus energías, no le queda otra salida que intentar esquivar los fieros ataques del oponente. 

Es entonces cuando Son Goku se percata de un detalle, un verdadero shock vital que encaja con madurez y templanza. ¡Descubre que fue él mismo, convertido en Ohzaru tras mirar la luna llena, el que mató a su abuelo siendo un niño! ¡Él asesino a su querido Son Gohan! El drama es insostenible.  

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Sin embargo, la situación es tan grave que no le queda otra que sobreponerse a esta mala jugada del destino y seguir defendiendo el planeta. Eso sí, se jura a sí mismo que le pedirá perdón a su abuelo, en el caso de que perezca en este violento combate. No es casualidad que Son Goku ya esté pensando en su propia muerte, y es que Ohzaru Vegeta es un rival abrumador. ¡Pero todavía no está todo perdido! 

Hay una esperanza, muy remota, el último hálito de vida al que se aferra Son Goku: la Genkidama. Si logra reunir la energía suficiente, tomándola prestada de los seres vivos, concentrará una bola de energía capaz de hacer frente al terrible monstruo. 

No obstante, Ohzaru Vegeta no le dará tregua alguna, y se abalanzará sobre él para evitar que se la juegue en combate. Goku comprende que así es imposible ejecutar su técnica secreta, así que hace uso del Kaioh Ken una vez más para evitar los ataques del rival y pensar una solución ante su crisis. ¿Lo conseguirá?

Mientras, Gohan y Krilín, que han visto la luna artificial en el horizonte, deciden volver al campo de batalla de Goku y Vegeta, pues lo que están contemplando no les da buena espina. De hecho, la iniciativa de volar hacia el terreno de combate es de Gohan, que parece haber dejado a un lado la cobardía para madurar como guerrero. 

Goku necesita tiempo, un respiro para alzar sus brazos al cielo y recoger la energía necesaria para su Genkidama, así que se las ingenia para hacer estallar un Taiyo Ken a bocajarro del Ohzaru. De esta manera, utilizando el famoso golpe del sol de Ten Shin Han, ciega a Vegeta y huye del lugar para conseguir su preciado ki. 

Ahora que el Ohzaru está neutralizado, aunque solo sea durante unos segundos, Goku demanda la energía a todos los seres vivos del planeta. La fauna y flora son los grandes protagonistas del momento, dejándonos estampas para el recuerdo con la transfusión de energía vital al atardecer. Pero cuando Goku parece haber recogido todo su ki... ¡mejor míralo tú mismo, que hemos recopilado este mítico momento en una extensa galería! 

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La Genkidama de Son Goku - Dragon Ball Z capítulo 32 (15 imágenes)

Sí, Vegeta localiza a su adversario y le derriba con una ola de energía, sofocando la Genkidama que Goku había logrado aflorar. Y se ensaña, el temible Ohzaru se ceba con el bueno de Goku, pisándolo y estampándolo contra las montañas. Estamos ante uno de los momentos más críticos y violentos del combate. 

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Pero esto no acaba aquí. Después de dejarlo completamente inmóvil, Ohzaru Vegeta pretende hundirle el corazón a Goku con su dedo índice. El fin está cerca, Goku es consciente de ello, pero rendirse no es la salida, al menos en su escala de valores. En un último acto de rebeldía, el saiyan lanza un cañón de ki que acierta en el ojo del Ohzaru. ¡Bingo!

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Ohzaru Vegeta rabia de dolor, y por ende, su furia salvaje aumenta. Es un monstruo desbocado, y ahora su objetivo no solo es matar a Son Goku, sino convertir el dolor previo a su muerte en una auténtica pesadilla. En este instante cuesta mirar y escuchar el episodio, pues la bestia coge al saiyan con las dos manos y lo estruja cual insecto. 

Los quejidos de Son Goku y sus muecas de dolor pasarán a la historia. Es el momento más crítico de su vida, incluso podría tratarse de la justicia kármica por lo que hizo con su abuelo, un Son Gohan que seguro que está escuchando sus gritos desde el cielo. La llama de nuestro guerrero se apaga a cada momento que se redime de su pecado. Exhumar el pasado, para comprenderlo y enterrarlo después, tiene un precio. 

¡CURIOSIDADES! 

1- El capítulo es crepuscular, una verdadera metáfora de la agonía que está suponiendo este combate para Son Goku, no solo en el ámbito físico, sino también en el emocional. Esta mescolanza de sentimientos y el clímax de la batalla se riegan con amor gracias a estos escenarios.

2- Vegeta, como buen saiyan, aprende durante el combate. Si bien llegó a la Tierra con una dependencia plena al Scouter, durante su afrenta con Goku ha desarrollado la capacidad de sentir la energía vital, algo que menciona tras quedarse ciego con el Taiyo Ken. 

3- El poder de los saiyans se multiplica por 10, nada más y nada menos, al convertirse en Ohzaru. Este dato lo deja caer Vegeta, suponiendo un jarro de agua fría para Son Goku, que ya había llegado al límite de sus fuerzas.  

¡Y así cerramos el análisis de Dragon Ball Z de esta semana! Esperamos que os haya gustado mucho, dejadnos más abajo vuestra opinión al respecto y nos seguiremos leyendo, como siempre, en nuevas entregas Z en Hobby Consolas. ¡Kai, Kai!