Persona 5 Strikers análisis - Sin turnos y a lo loco

Tras convertirse en uno de los JRPG mejor valorados de todos los tiempos y conquistar al público español con la versión Royal, Persona 5 está de vuelta con una secuela de lo más atípica. En primer lugar porque a primera vista no parece una secuela: no hay un "2" o un subtítulo ominoso que lo señale. En segundo porque lo desarrolla Omega Force, estudio conocido por ser responsable de juegos cuyo nombre termina en "Warriors", o lo que es lo mismo: musous. Y en tercero porque los sesudos combates por turnos del JRPG original se han sustituido por acción directa.

Pese a ser tan atípico, Persona 5 Strikers es la secuela de Persona 5, una continuación que trae de vuelta al grupo conocido como Ladrones Fantasma para embarcarse en una nueva aventura. Como curiosidad, en toda la historia de la saga Persona sólo un juego había tenido una secuela directa (Persona 2: Innocent Sin, seguido por Persona 2: Eternal Punishment), así que se trata de un caso excepcional sin duda movido por el enorme éxito en todo el mundo de Persona 5.

También estamos ante el primer action RPG de la saga Persona, que hasta ahora se había movido siempre por la tranquilidad de los combates por turnos. ¿Qué tal le sienta a Joker y compañía este cambio a una jugabilidad más movidita? Os lo contamos en nuestro análisis de Persona 5 Strikers para PS4, Nintendo Switch y PC.

Agárrame esos fantasmas

No os vamos a engañar: el reencuentro con los personajes, con los Ladrones Fantasma, es uno de los puntos fuertes de Persona 5 Strikers: volver a escuchar las payasadas de Ryuji, los extraños comentarios de Yusuke, los gritos de emoción de Futaba, la férrea sensatez en cada palabra de Makoto... Es como reencontrarse con unos viejos amigos a los que no sabíamos que echábamos de menos.

Y es un reencuentro que también se refleja dentro del juego, pues el grupo llevaba cuatro meses sin verse desde el final de Persona 5. El final de la versión original, porque aquí se obvia el contenido extra de Persona 5 Royal (es decir, el tercer semestre y todo lo relacionado con Kasumi Yosizawa).

Y sí, la historia es de lo mejorcito en Persona 5 Strikers, aunque con un par de peros. En esta ocasión los Ladrones Fantasma se ven involucrados en una trama que de nuevo les lleva a enfrentarse a los miembros más poderosos y corruptos de la sociedad, haciendo especial hincapié en las tecnologías actuales, las redes sociales, etc.

Esta es la excusa para presentar un desarrollo muy similar al de Persona 5. Es decir, que tenemos una serie de Cárceles (que vienen a ser los nuevos Palacios) en las que siempre hay un miembro del grupo muy involucrado emocionalmente, intercaladas con segmentos de historia. La parte social, que en el juego original constituía un 50% de la experiencia, ha desaparecido por completo; tenemos decisiones durante los diálogos constantemente que simulan ese estilo de juego, pero su efecto sólo se limita a cambiar la respuesta que obtenemos.

Inicialmente, encontrarse con tantas similitudes argumentales es un problema, pues la trama resulta un constante déjà vu. Ahora bien, a partir de la tercera Cárcel la historia pone el pie sobre el acelerador y no lo vuelve a levantar; lo que inicialmente era una repetición del esquema de Persona 5 se convierte en un road trip con momentos muy emocionantes y grandes revelaciones.

El problema es que para llegar ahí primero hay que pasar unas 20 horas (que se dice pronto) un tanto insustanciales. Sólo completar la historia de Persona 5 Strikers os va a llevar fácilmente 50 horas. Y si os ponéis con tares secundarias y queréis hacerlo y verlo todo, esa cantidad se dispara.

Queremos destacar, cómo no, a los integrantes del grupo, pues sus personalidades se mantienen intactas, lo que significa que todos siguen desbordando carisma. Pero sobre todo hay que aplaudir a dos de los nuevos invitados: por un lado tenemos a Sophia, una I.A. que se queda a vivir en el teléfono de Joker y que con su dulzura e ingenuidad os va a robar el corazón, y por otro a Zenkichi, un inspector de policía con mucho carácter y un lado cómico que se convierte en una parte esencial de la historia.

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El otro "pero" que tenemos en relación al argumento tiene que ver con la versión de Nintendo Switch. Porque ya de por sí es extraño lanzar la secuela de un juego para una plataforma en la que no está disponible dicho juego, pero es que además en Persona 5 Strikers no hay un resumen ni nada por el estilo que permita a quienes no conozcan la obra original tener un punto de entrada. Así que si no habéis jugado a Persona 5, puede que os sintáis algo perdidos.

Ladrones de turnos

Hablemos ahora de la jugabilidad, el gran cambio de Persona 5 Strikers. Imaginad que cogemos el estilo de combate de un musou, es decir: acción frenética, combos, grandes grupos de enemigos, etc. y lo mezclamos con todos los elementos del sistema de combate de Persona 5, es decir: Personas, debilidades, fortalezas, estados alterados, objetos, relevos...

¿El resultado? Un auténtico caos. Ninguno de los dos estilos casa bien con el otro, al menos, no en la forma con la que se presentan aquí. En la gran mayoría de enfrentamientos la pantalla está tan saturada de enemigos y notificaciones que cuesta saber qué sucede. Y cuando queramos darnos cuenta, un ataque que no sabemos de dónde proviene nos habrá eliminado. Porque otro aspecto que se conserva es la dificultad, e incluso jugado en el nivel normal los enemigos de Persona 5 Strikers os van a hacer morder el polvo.

Cuesta mucho pillarle el tranquillo al combate; incluso después de más de 50 horas de juego, seguimos teniendo la sensación de que hay cosas que se nos escapan. Porque aunque seáis veteranos de Persona 5, el inicio de Strikers es un bombardeo de información constante que termina desorientando. Tampoco ayuda que se arrastren los mismos problemas de todos los musou: un control del personaje durete y una cámara terrible.

Pero llega un punto en el que nos terminamos acostumbrando a todo ese caos; la clave es, por encima de todo, abordar los enfrentamientos como lo haríamos en Persona 5, es decir: recurrir a los ataques físicos sólo cuando estamos seguros de que vamos a acabar con el enemigo y aprovechar las habilidades de las Personas para herir el punto débil y desencadenar un ataque all-out. Cuesta adoptar esta mentalidad cuando la tentación de hacer un combo de Y, Y, Y Y, X está siempre ahí... Pero es la única forma de sobrevivir.

Los únicos momentos en los que el sistema de combate nos ha convencido es en los enfrentamientos contra jefes, pues al centrar la acción sobre un único enemigo se elimina gran parte del caos. Además, cada uno presenta mecánicas únicas que hay que explotar, patrones de ataque que debemos aprender si no queremos comer daño y, por supuesto, son todo un espectáculo.

Fuera del sistema de combate, pero siguiendo con los cambios en la jugabilidad, tenemos las Cárceles. Son mazmorras con un diseño laberíntico, aunque algo irregulares; hay algunas muy bien pensadas, que se quedan cerca de los excepcionales Palacios de Persona 5, mientras que otras... dejan un poco que desear. Lo que más nos gusta es que juegan mucho con la verticalidad y la idea de ser Ladrones, invitándonos a recorrer las alturas para pasar desapercibido o tender emboscadas.

También hay que destacar que Persona 5 Strikers tiene un carácter algo más abierto que su predecesor: podemos volver en casi cualquier momento a las Cárceles que ya hemos visitado, ya sea para "farmear" experiencia, conseguir nuevas Personas o cumplir misiones secundarias. La fusión de Personas desde la Habitación Terciopelo se ha mantenido en todas sus vertientes, aunque el sistema se ha facilitado ligeramente respecto a Persona 5.

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Terminamos hablando del apartado audiovisual: a nivel gráfico, Persona 5 Strikers no destaca en nada. De hecho, si nos fijamos detenidamente en aspectos como las animaciones o las texturas, y las comparamos con juegos actuales... Le estaríamos haciendo un flaco favor. Por suerte, la dirección artística se encarga de suplir todo aquello en lo que el músculo técnico se queda corto, encontrándonos ante un juego que entra por los ojos gracias a un diseño de personajes fantástico y, cómo no, esa interfaz con tantísimo estilo (las nuevas transiciones de los menús son geniales).

La versión para Nintendo Switch, que es la que hemos jugado para realizar el análisis, rinde sorprendentemente bien dentro de lo que suelen ser los musou, logrando mantener una tasa de 30 imágenes por segundo sin ralentizaciones. Después de ver lo mal que rendía Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo en la consola híbrida nos temíamos lo peor, pero ha logrado sorprendernos muy gratamente.

Sobre la banda sonora de Persona 5 Strikers no tenemos ninguna queja; es soberbia, aunque eso no debería ser sorpresa. La del original era uno de los top de la generación pasada, y aquí encontramos muchos temas que repiten, remezclas muy cañeras y varios temas nuevos que están al mismo nivel de calidad. Tienen una sorprendente capacidad para ponernos a tono y querréis seguir escuchándolas... También fuera del juego. Nuestras favoritas: You Are Stronger, What You Wish For y Daredevil (sobre todo Daredevil).

Queremos también aplaudir la tremenda labor de los actores de doblaje de la versión inglesa, porque se nota que todos se dejan el alma (y la voz) en las interpretaciones. Es sin lugar a dudas uno de los mejores y más acertados repartos que hemos escuchado en un JRPG. Entre las nuevas incorporaciones hay que destacar a Megan Harvey, que interpreta a Sophia, y hace un fantástico trabajo a la hora de darle ese toque de dulzura e inocencia.

Tampoco podemos irnos sin alabar el grandísimo trabajando que se ha hecho traduciendo y localizando Persona 5 Strikers. El juego vuelve a contar con textos en español que adaptan la forma de hablar de los personajes con mucho acierto, y pese al elevadísimo número de diálogos podemos decir que su calidad es magnífica.