Reseña de The Punisher: Las Viudas

Llegamos al décimo tomo de la serie Marvel Saga El Castigador, que recopila la etapa de Garth Ennis al frente de la colección The Punisher: Línea MAX. Esto es, la serie del Punisher dedicada a lectores adultos y que se desarrolla en un universo de superhéroes, en un contexto hiperrealista, para contar cómo sería el Castigador en la vida real.

El Punisher de esta serie, recordemos, es un veterano de Vietnam, tal y cómo vimos en el tomo 1: Nacimiento. A lo largo de la etapa desarrollada por el escritor norirlandés se nos ha ido mostrando cómo este hombre de mediana edad, ya algo cascado y curtido, sigue su guerra con el crimen después de tres décadas en activo. 

En este contexto, este Frank Castle ha lidiado con todo tipo de delincuentes: Grandes empresarios de multinacionales, la mafia irlandesa, la mafia siciliana,  agentes corruptos de la CIA, criminales de guerra rusos... dejando un enorme rastro de muerte a su paso. Y con ello, unos importantes daños colaterales: las familias de las víctimas. 

The Punisher: Las Viudas (The Punisher MAX: Widowmaker, en el original) recoge los números del 43 al 49 de la tirada americana de la serie. En esta historia, Frank Castle se convierte en el objetivo de las viudas de los hombres a los que ha matado. Especialmente, los hombres que murieron durante el asalto que vimos en el segundo tomo de la serie, En el Principio.

Las señoras de los finados, dispuestas a cobrarse venganza, estudiarán a Castle y descubrirán cuál es su talón de Aquiles, su debilidad. Y lo encontrarán en sus anacrónicos valores y su percepción de la naturaleza femenina, una flaqueza que intentarán volver en su contra. Sin embargo, las viudas no cuentan con un monstruo que ellas mismas crearon años atrás y que ha vuelto también para vengarse. 

Esto es venganza, y también castigo

A pesar de que Garth Ennis tiende a ser un autor bastante cruento, grosero y mórbido, también se trata de un escritor con una finísima irónica y un punto de vista muy afinado, con el que tiende a hacer crítica social. Si en Barracuda ya nos habló del problema de la corrupción de las grandes corrupciones, y con Los Esclavistas denunció la trata de blancas, con Las Viudas apunta en dos direcciones. Una es la complicidad de las esposas de los criminales, y en qué medida son co-autoras de sus delitos. La otra, el maltrato y la violencia machista, perpetuada y silenciada precisamente por mujeres. 

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The Punisher: Las Viudas (4 imágenes)

En esta línea, el relato que nos propone Ennis no es el de Punisher como protagonista, sino como antagonista y narrador. El peso de la acción recae sobre las viudas, que en un principio contemplamos con cierta simpatía. Al menos hasta que se va revelando que son tan malas como sus difuntos esposos, además de cómplices en truculento caso de malos tratos, con tentativa de asesinato incluido.

Ennis logra de esta manera realizar uno de sus relatos más sensibles y a la vez duros, embardunándolo de los elementos propios de su Castigador. La ultraviolencia, el lenguaje soez y escenas de sexo casi implícito. Todo ello para presentar uno de los lados más sórdidos (y vergonzosos) de la sociedad actual, y un problema social que no solo se limita al estrato criminal. 

Además, también revela cómo el machismo de los valores de Castle puede jugar en su contra, al pensar que una mujer está desvalida por sistema, bajando la guardia en presencia de un representante del género femenino. Sobre todo si esta juega el papel de dama en apuros. En este sentido, el autor también viene intentando denunciar la peligrosidad de los estereotipos y de cómo estos son engañosos. 

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Sin embargo, siendo críticos, el autor adolece de una falta de novedad, creando una historia cimentada en base a "grandes éxitos anteriores". Casi toda la trama de The Punisher: Las Viudas es autoreferencial, lo cual hace que se eche en falta frescura. En este sentido, se nota que a la serie tan solo le quedan dos tomos antes de su cierre y el guionista quiere ir cerrando todas las puertas antes del relevo que sobrevendría después. 

A nivel artístico, por cierto tenemos un gran acierto, el de Lan Medina. El dibujante de Fábulas (el cómo del que luego saldría The Wolf Among Us), fue fichado por Marvel para realizar este arco argumental. Se trata de una elección enormemente acertada, ya que su estilo dota a los personajes de gran entidad y riqueza visual. Sus expresiones corporales y faciales son tremendamente cuidadas. 

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Pero, además, en lo tocante a los personajes femeninos tiene el buen gusto de realizar un trabajo excelente a la hora de recrear variedades de cuerpo y también aplicar imperfecciones que muestran a las protagonistas de este tomo como personajes de carne y hueso. Esto rompe, por supuesto, con la norma de bellezas idealizadas, propias del comic-book de superhéroes.

La narrativa de Medina también cuenta con una enorme pulcritud y un aprovechamiento de las páginas y de sus planos. En pocas viñetas es capaz de representar una historia compleja, sin dejar cabos sueltos o dados a la lectura subjetiva. Su capacidad para representar la historia es muy muy limpia. 

En conjunto, Las Viudas es una gran obra. No es de las más brillantes de toda la colección de The Punisher de la Línea MAX, pero está muy por encima de sus capítulos menos célebres. Se trata en conjunto de uno de los trabajos más inteligentes de Ennis en toda su etapa al frente del personaje. 

Marvel Saga El Castigador: Las Viudas puede encontrarse ya en grandes superficies y tiendas especializadas. Su precio es de 18,00 euros.