Resumen y crítica de La casa del dragón 1x04 "King of the Narrow Sea"

¡La casa del dragón continúa su curso! HBO Max estrena el cuarto episodio de la precuela de Juego de tronos en el que se sigue desarrollando la premisa principal: la complicada situación de cara a la herencia del trono tras el reinado de Viserys. 

A partir de este punto, encontraréis spoilers de La casa del dragón 1x04 "King of the Narrow Sea" ("Rey del Mar Angosto"), escrito por Ira Parker y dirigido por Clare Kilner. 

Resumen La casa del dragón 1x04

Rhanerya sigue buscando un pretendiente digno: le llega un anciano y un niño heredero de los Blackwood. Se burlan de las pretensiones de protegerla dado que cuenta con dragones y llegan a matarse por defender su honor.

Ella escapa de allí y se embarca rumbo a Rocadragón, cuando su navío es empujado por el dragón de Daemon. Caraxes le da una pasada rasante antes de llegar al castillo.

Toda la corte, incluyendo al rey Viserys, su mano y Rhaenyra, se preparan para recibir a Daemon, que se presenta desafiante y portando la corona de Rey del Mar Angosto. Sin embargo, se inclina ante él y se la ofrece. Viserys le pide a Daemon que se levante, coge la corona y ambos se abrazan.

Rhaenyra felicita a Daemon por su victoria. Alicent le dice a Rhaenyra que se alegra de que esté con ella, que tiene pocos amigos porque todo lo que ven es una reina. Parecen retomar en cierta forma su amistad, aunque pronto se verá puesta.a prueba de nuevo.

Daemon y Rhaenyra hablan sobre la política matrimonial: él lo ve como una transacción y la anima a desposarse diciéndole que una vez que esté casada podrá hacer los que quiera. Ella le dice que para una mujer es como una sentencia de muerte

La heredera al trono le dice que su esposa ha sido afortunada porque no ha concebido un hijo; él cree que no podría haber prosperado en un entorno tan hostil. Rhaenyra le dice que su madre dedicó su vida a gestar un heredero hasta que eso acabó matándola.

Daemon le recuerda que eso fue una fatalidad y que no puede vivir con miedo, o se perderá lo mejor de la vida. Pero ella rebate que no desea vivir con miedo, sino el soledad.

La mano del rey, Otto Hightower, advierte a Viserys de que el liderazgo de los Peldaños de Piedra ha pasado del Benefactor de cangrejos a la Serpiente de Mar, Lord Corlys Velaryon, en represalia por la elección de Lady Alicent por encima de Lady Lena y que éste estaría en negociaciones con el señor del mar de Bravos, que planea casar a su hija Lena con su hijo.

Si la casa Velaryon llegara a una alianza de ese tipo con las Ciudades Libres, tendrían que replantearse su estrategia, como le advierte Otto a Viserys.

Rhaenyra encuentra un plano de su habitación con un pasadizo secreto y lo sigue camuflada bajo unas prendas raídas hasta las catacumbas. Allí se encuentra con Daemon y ambos se escabullen fuera del castillo para recorrer las calles llenas de gente.

Van a un teatro en el que se representa la vida de la corte, haciendo burla del drama familiar de los Targaryen y de la elección de Rhaenyra como heredera.

Entre tanto Viserys sigue siendo tratado de las heridas que el trono le causa. Ya de madrugada requiere la presencia de su esposa para tener relaciones, algo de lo que evidentemente ella no disfruta un ápice.

Daemon conduce a Rhaenyra a un prostíbulo y la seduce hablándole del deseo y de que las relaciones deben ser placenteras pero tras besarse de forma apasionada e iniciar un contacto íntimo, él se detiene y se va.

Criston Cole, que hace guardia en la puerta de Rhaenyra, la ve llegar disfrazada y se preocupa por ella, que le quita el casco y coquetea con él. Le besa, le quita la armadura y se acuestan.

Un muchacho informa a Otto Hightower de la escapada de la princesa y sus preocupantes actividades extramuros.

Daemon, tras una noche de farra, está al cuidado de su segunda esposa, que se hace cargo de él y le emplaza a pagar la habitación antes de irse.

Otto va a ver a Viserys para contarle que Rhaenyra fue espiada y encontrada en una “casa de placer” con su tío, con quien tuvo comportamientos no apropiados para una dama de su alcurnia. Otto le dice que les vieron juntos copulando. Viserys lo toma como una mentira y pregunta por el origen del rumor, pero Otto se mantiene firme en defender a su fuente y que nunca le ha fallado.

Viserys se siente muy ofendido y considera que es una estratagema suya para desacreditar a su familia. Alicent lo escucha todo tras un biombo, pero no dice nada.

Por la mañana, Criston le lleva un mensaje de la reina a Rhaenyra, que se encuentra con ella para preguntarle por lo sucedido con su tío. Le pregunta directamente si tuvo relaciones sexuales con él. Rhaenyra considera que, como princesa, cuestionar su virtud es un acto de traición.

Alicent quiere ayudarla y ella le cuenta su versión: que bebieron mucho y la llevó a un show donde solo fue espectadora. Que después la dejó para irse con una ramera y que nunca llegó a tocarla… llega a jurarlo por la memoria de su madre. Alicent le dice que ha sido una locura ponerse en una posición en la que se pueda poner en duda su virtud.

Daemon se presenta todavía borracho en el castillo y es conducido ante Viserys. Tendido en el suelo, el rey le patea, fuera de sí. Lo considera una plaga. Daemon le propone casarse con Rhaenyra siguiendo las costumbres de su casa para alcanzar la gloria pero él le dice que regrese con su leal esposa y se vaya para siempre, que no le importa su destino.

Alicent le pregunta a su esposo si ha hablado con Rhaenyra y le dice que la cree, que a menudo Daemon no cuenta toda la verdad. Cuando ambos se encuentran tienen un tenso rifirrafe a cuenta de las responsabilidades que supone reinar.

Rhaenyra ve una daga calentándose en el fuego y Viserys le cuenta que era de Aegon el conquistador y antes es difícil de saber, pero que el último de los piromantes valyrios grabó en ella su canción: "De mi sangre viene el príncipe que fue prometido. Y suya será la canción de hielo y fuego".

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Viserys le explica a Rhaenyra que la responsabilidad que tiene va más allá del trono, que ella y sus deseos. Le dice que se ha expuesto y que nació como un mujer y debe cumplir con su deber sin pestañear. Ella carga contra Otto, al que considera un buitre que solo piensa en sus intereses.

Viserys va a interpelarlo y le echa en cara cómo ascendió: que no necesitó mucho tiempo para que él tuviera un golpe de suerte y se perpetuara una vez que Jaehaerys yació muerto. Viserys le dice que nunca se recuperará de la muerte de su esposa primera y que ahora ve claro que, aunque Alicent le ha acompañado en la parte más dura de su luto, fue una calculada distracción.

El rey tiene claro que sus intereses ya no están alineados con los de la corona y que su juicio está comprometido. Otto se defiende diciéndole que una mano del rey leal tiene que decirle la verdad, por desagradable que sea o habrá fallado en su cometido. Viserys le quita el puesto y le dice que ya no puede confiar en él. 

Rhaenyra recibe una poción de manos del Gran Maestre: se entiende que para evitar consecuencias indeseadas de su escapada, ergo para evitar que se quede embarazada.

Cuando la cronología es un problema (gordo)

La casa del dragón se detiene durante mucho tiempo en ciertos pasajes y pasa por encima de otros a velocidad de vértigo. También da mucha información por sentada. Quienes no hayan leído "Sangre y fuego" pueden sentir que los saltos cronológicos son un poco confusos. 

Como nota aclaratoria, la guerra que se despacha con un par de secuencias de acción en el tercer episodio dura años y no es nada sencillo derrotar a la Triarquía y a Craghas Drahar, caudillo apodado como el Benefactor de cangrejos por su costumbre de alimentarlos con los cuerpos de sus enemigos.

Después de esta gesta, Daemon Targaryen se autoproclama Rey de los Peldaños de Piedra y del Mar Angosto siendo coronado por Lord Corlys Velaryon y ejerciendo su mandato en Piedrasangre durante dos años antes de volver a la corte a congraciarse con su hermano. 

Del famoso encuentro incestuoso entre tío y sobrina, no hay una confirmación por parte de la crónica, de modo tal que la serie lo trata con la misma ambigüedad: hay chispa entre ellos, hay ocasión de que se produzca el encuentro y las imágenes no son nada claras, lo dejan a la imaginación del espectador.

Sea como fuere, este cuarto episodio está bastante descompensado y además tira de algunos recursos que ya habíamos visto en la serie madre con mejor fortuna, como es la representación teatral de los problemas de la corte.

Se echa de menos la acción, un mayor desarrollo de la relación entre Rhaenyra y Daemon y algo más de garra... La serie solo se templa cuando se nombra la profecía del "príncipe prometido" y nos escamotea algunos pasajes que habría sido fantástico contemplar como los paseos en dragón que Daemon como jinete de Caraxes y Rhaenyra a lomos de Syrax solían disfrutar.

La casa del dragón parece estar muy constreñida y no poner toda la carne en el asador. Manifiesta más problemas de montaje y guión que de diseño de producción dado que la exposición de la información dista de ser la ideal y hay cierta reticencia a desarrollar secuencias complejas. ¡Seguiremos informando!