Entra por la puerta y estarás en la sala 28, donde debes tocar la Nana de Zelda sobre el símbolo de la Trifuerza del suelo (16). Entra por la puerta de enfrente, que se acaba de abrir, y llegarás a una habitación con enemigos y puertas falsas (sala 29). Si destruyes las puertas falsas con el martillo o con bombas, verás que detrás de una hay un ojo al que puedes disparar una flecha (17). Al hacerlo, podrás agarrarte a una diana del techo (18) y pulsar un interruptor que te permitirá abrir el cofre de la gran llave (19).
Sal de la habitación y entra por la puerta que tendrás a tu derecha (sala 30). Activa el interruptor que hay por debajo (20) y entra a la puerta que acaba de abrirse (sala 31). Cerca del espejo hay una zona frágil en el muro: coloca una bomba (21) y podrás pasar a una parte donde hay otro espejo. Mueve los dos espejos de manera que el rayo de luz entre por las rejas que conectan con la sala 30 (22). Ahora vuelve a la sala 30 y aprovecha la luz que penetra para iluminar con el escudo espejo el sol de la pared (23).
La plataforma sobre la que estás descenderá, y ahora deberás iluminar con el escudo espejo la cara de la gran estatua (24). Al hacerlo, se romperá y se formará una entrada a la que puedes llegar utilizando el supergancho (25). Allí se encuentra la puerta de la sala del jefe de la mazmorra.
Primero tendrás que luchar contra otro nudillo de hierro, y cuando lo derrotes verás que en realidad se trata de Nabooru (26), que estaba siendo controlada por los conjuros de las hermanas Birova, jefas de la mazmorra. Avanza a la sala en la que te enfrentas a ellas y encarámate a la plataforma central.
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