E3 2014: Lo peor de la feria

Este año, el E3 2014 nos ha dejado momentos increíbles que se han grabado a fuego en nuestra retina, que han logrado que nos sintamos orgullosos de ser gamers y que han hecho que merezca la pena aguantar hasta las tres de la mañana viendo presentaciones cuando al día siguiente teníamos que madrugar. Pero por desgracia, no todo han sido risas y alegrías en la feria; también hemos vivido situaciones bochornosas, noticias tristes y anuncios decepcionantes. A continuación, os presentamos los diez momentos que no queremos que se repitan en el E3 2015:

AUSENCIAS

Este es uno de esos problemas que se da en todos los E3: juegos que esperamos con muchísimas ganas y que al final ni se anuncian, ni se presentan ni na' de na'. Probablemente, el caso más sonado es el de The Last Guardian, que un año más se ha vuelto a saltar la feria, pero también ha habido otros como el nuevo Gears of War, Quantum Break o Final Fantasy XV que no han mostrado ni un mísero teaser. Y eso sin olvidarnos del primitivo estado de desarrollo en que se encontraban algunos de los títulos más esperados de la feria, como Star Wars: Battlefront, Mirror's Edge o el nuevo juego de Criterion. Pero oye, estos últimos al menos se han dejado ver... Aunque solo fueran unos segundos.

LA CONFERENCIA DE SONY

Uno de los momentos más esperados terminó convirtiéndose en una de las mayores decepciones de la feria: la conferencia de Sony fue excesivamente larga, careció de ritmo (ejem, Powers, ejem) y echamos en falta muchos, muchos juegos. Además, las personas que jugaron a Little Big Planet 3 nos ofrecieron un bochornoso espectáculo que nos hizo sentir vergüenza ajena... Y eso sin olvidarnos de que aquí la conferencia tuvo lugar a las 3 de la madrugada, así que no es de extrañar que muchos "se fuesen a casa antes de que acabase el partido". Eso sí, el final de la conferencia con el gameplay de Batman: Arkham Knight y el tráiler de Uncharted 4: A Thief's End nos hizo recobrar la fe en la compañía.

FILTRACIONES

Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que han estropeado el espíritu de la feria durante el E3 2014 han sido las filtraciones antes de tiempo: ahí tenemos el anuncio de Battlefield: Hardline, que no pilló a nadie por sorpresa, o las mil y una listas de las conferencias, muchas de las cuales han resultado ser falsas, otras no tanto. Pero sobre todo, hay que lamentar la filtración del espectacular tráiler de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, pues de no ser así, habríamos vivido uno de los momentos de la noche durante la conferencia de Sony (y no creemos que le haya hecho demasiada gracia a su creador, Hideo Kojima). Y muy mal también por los juegos que no han sabido esperar a la feria para mostrarse.

STANDS ABURRIDOS

Aunque la feria ha tenido muchos stands fantásticos en los que hemos alucinado con la decoración o nos lo hemos pasado pipa jugando, ha habido otros que no han conseguido estar a la altura, en especial los de Konami, Activision y Square Enix. Y las presentaciones a puerta cerrada, muchas veces de títulos "desconocidos" para causar interés, han resultado una artimaña efectiva pero poco satisfactoria.

KINECT Y XBOX 360

Vale que Microsoft ha decidido lanzar una Xbox One sin Kinect para abaratar costes, pero... ¿Tan pronto se han olvidado del dispositivo? Porque su presencia en la feria fue más bien nula, y todos aquellos que compramos la consola los primeros meses nos hemos sentido muy decepcionados. Pero para presencia nula, la de Xbox 360: totalmente desaparecida, ver una era más difícil que encontrar un Pokémon variocolor. Extraño si tenemos en cuenta la cantidad de títulos intergeneracionales que van a salir para las cuatro consolas.

LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

Es comprensible que las medidas de seguridad del E3 sean fuertes, al fin y al cabo, se están mostrando muchos juegos nunca antes vistos de forma exclusiva y a nadie le apetece que se cuele un indeseable como Keith Apicary. ¡Pero lo de este año ha sido excesivo! Había que mostrar acreditación y pasaporte en TODAS las puertas, entorpeciendo el acceso a la feria de una forma que no os podéis imaginar. Las colas que hemos tenido que aguantar han sido de traca.

POCO GLAMOUR

La feria nos tiene acostumbrados a ver multitudes apelotonadas alrededor de estrellas del cine, la música, la televisión y, por supuesto, los videojuegos. Sin embargo, el nivel de famoseo este año ha tocado mínimos históricos. Vamos, que podemos contar con los dedos de las manos las caras conocidas que se han acercado a dar una vuelta por el E3. Pero más triste aún es ver como Yoshinori Ono se pasea por los stands y nadie lo reconoce...

COMPAÑÍAS HABITUALES CON POCA PRESENCIA

Ciertas compañías que acostumbraban a tener stand propio en la feria, como Tecmo Koei o Bandai Namco, han desaparecido del mapa completamente. Y no solo eso, su presencia en general durante el E3 2014 apenas ha sido perceptible. Pero oye, al menos el nuevo Dragon Ball Xenoverse pinta condenadamente bien...

DLCs

Otro problema al que nos venimos enfrentando desde hace unos cuantos años: la cantidad de DLCs que se presentan como si de juegos nuevos se tratasen, véase el caso de los modos de juego Wingman y Marked for Death para Titanfall, el nuevo modo online Intercept paraKillzone: Shadow Fall, el DLC independiente inFamous: First Light y por último, pero no por ello menos importante, el contenido descargable con el nombre más largo de la historia: Super Ultra Dead Rising 3' Arcade Remix Hyper Edition EX Plus α. Aunque al menos este último sabe reírse de sí mismo.

Y LO PEOR DE TODO...

Largas caminatas cargando con todo el equipo, horas y horas sin comer, frío glacial proveniente de los aparatos de aire acondicionado (seguimos sin explicarnos como los americanos pueden ser tan calurosos), música a todo trapo que te deja con jaqueca para el resto del día... El E3 es muy divertido, pero también es una experiencia que pone a prueba las capacidades de supervivencia del más pintado. Y no, no creáis que por haberos tragado enteras todas las temporadas de El Último Superviviente se hace más llevadero. Pero sin lugar a dudas, lo más doloroso este año ha sido ver que el Starbucks en el que acostumbrábamos a desayunar había desaparecido.