Cosas de Cobra Kai que no tienen ningún sentido (parte 2)
Hace unos meses os trajimos un recopilatorio de situaciones de Cobra Kai que sencillamente tienen poco o ningún sentido si las observamos con perspectiva, aunque los fans las aceptamos como parte de las "licencias creativas" que se utilizan muchas veces a la hora de conformar este tipo de historias.
Ahora que la tercera temporada de la serie secuela de Karate Kid ya está en Netflix, podemos permitirnos añadir una segunda parte de nuestro repaso a estas cosas que carecen de sentido en Cobra Kai y que se suman a las que ya vimos en aquel reportaje.
Hoy en HobbyConsolas, una nueva entrega de cosas que no tienen sentido en Cobra Kai. No dudéis en añadir más que no hayamos comentado o en dar vuestra opinión si creéis que alguna de ellas sí que tiene sentido. Por supuesto, quedad avisados de que este reportaje tiene spoilers de la tercera temporada de Cobra Kai, por lo que si no la habéis visto todavía os recomendamos hacerlo antes de continuar.
La "condena" de Robby
La temporada 2 de Cobra Kai terminó con Robby Keen revolviéndose cuando Miguel Diaz mostró piedad y lanzando al joven por una barandilla, estando a punto de causarle la muerte y lesionándolo de gravedad.
Sin embargo, en la tercera temporada, Robby pasa muy poco tiempo en un correccional. Incluso si la familia de Miguel no hubiera interpuesto una demanda, las grabaciones y el hecho de que Robby estuvo fugado de la justicia habría hecho que su tiempo entre rejas fuera más largo.
El Deadpool del karate
Ahora vamos con la víctima, Miguel Diaz. Tras un periodo en coma, Miguel despierta en el hospital y descubre que no puede mover las piernas. La esperanza de poder volver a caminar, y de practicar karate, por supuesto, parecían perdidas hasta que Johnny le lleva a un conciertazo.
No es que menospreciemos el poder de un concierto de Dee Snider, pero que Miguel se recupere de una lesión en la espalda que le ha causado parálisis en las piernas con la rapidez que lo hace, incluso "tardando" en estar al 100%, es cuanto menos surrealista. Mientras tanto... I wanna rock!
La capacidad financiera "ilimitada" de Daniel LaRusso...
Las arcas de la familia LaRusso parecen no tener fondos. Daniel LaRusso ha desembolsado cantidades obscenas de dinero desde que comenzó la serie, a pesar de que su negocio ha ido de mal en peor desde que su obsesión por el karate comenzó a retomar su vida.
Desde las costosas reparaciones de su dojo y su casa hasta permitirse ofrecer el triple del precio del alquiler por el local del dojo Cobra Kai, parece que el dinero no es un problema. ¿Tanto se saca vendiendo coches en el Valle? Os aseguramos que en Los Ángeles hay concesionarios a patadas.
... Y ya que estamos, la de Johnny Lawrence
Pero si lo de Daniel LaRusso es extraño, lo de Johnny Lawrence es digno de Expendiente X. Sabemos que en primera instancia sacó dinero de su padre para abrir de nuevo Cobra Kai al principio de la serie, cuando perdió su trabajo de manitas. Después ganaba dinero como sensei por parte de los alumnos. Hasta aquí bien.
Pero en el momento en que pierde el dojo, su fuente de ingresos desaparece (salvo un pequeño hurto). A pesar de ello, se permite pagar las facturas, e incluso un televisor gigante que revienta en una fogosa escena en su apartamento. El poder de los 80 debe de generar pasta y nosotros sin enterarnos.
Halcón, la transformación de la noche a la mañana
El radical cambio de personalidad de Halcón es uno de los puntos de fricción en la trama adolescente de Cobra Kai. El personaje que sufría acoso escolar se convierte de la noche a la mañana en el que se dedica a acosar a los demás.
Eso ya resulta poco verosímil, repetimos, con tanta rapidez, pero sin duda la forma en que se dedica a agredir a su antaño mejor amigo, Demetri, tanto en público como en privado también resulta poco convincente, al igual que el nuevo cambio de personalidad que vimos al final de la tercera temporada.
La libertad de Tory
El personaje de Tory Nichols y su estatus de libertad "no vigilada" es otro de los asuntos que chirrían en Cobra Kai. Después de liarla parda en la temporada 2 de la serie, Tory debería estar en un correccional, al menos como lo estuvo Robby.
Sin embargo se argumenta que su personaje está en libertad para poder atender a su madre enferma. Es poco creíble que se permita a una persona tan agresiva como Tory estar en libertad sin que Asuntos Sociales se encarguen de la madre y de su hermano menor.
El enigma del pequeño LaRusso
¿Os acordáis del pequeño Anthony LaRusso? Pues los guionistas no. El hijo menor de los LaRusso apareció relativamente poco que las primeras temporadas y solamente ha aparecido en la tercera como invitado, dejando claro que la atención de sus padres es única y exclusivamente para Samantha.
Dejando de lado el hecho de que por edad deberíamos verle con más frecuencia, aunque sea haciendo el vago en el sofá mientras los demás discuten, lo que no conseguimos explicarnos es para qué escriben a un personaje como el de Anthony si después lo van a dejar de lado.
La obsesión de John Kreese
Este es un recurso narrativo muy habitual a la hora de establecer historias, pero no deja para que sea poco verosímil. John Kreese lleva más de treinta años obsesionado con destruir a Daniel LaRusso y todo lo que representa.
Uno podría entender que el mosqueo de John Kreese después de Karate Kid 3 durase un tiempo, pero seguir sediento de sangre y malvivir durante sus mejores años por culpa de un chaval de 17 años es un poco triste para un veterano de guerra. Claro que hay gente que está anclada en conflictos que ni ellos vivieron hace casi un siglo, así que igual esta si tiene algo de sentido....
Con esto terminamos esta nueva edición de cosas de Cobra Kai que no tienen mucho o ningún sentido. ¿Nos hemos dejado algo? Sentíos libres de hablar del tema en la sección de comentarios.
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