Cosas que Red Dead Redemption 2 nos obliga hacer pero no nos gustan

Red Dead Redemption 2 es mucho más que un videojuego ambientado en el lejano oeste. El título de Rockstar plantea desde el principio el dilema del bien y del mal, de ser buenos o malos y de las consecuencias que tienen nuestras decisiones. De hecho, el juego nos obliga a hacer muchas cosas que no nos gustan, pero que son necesarias para avanzar. Aquí os dejamos una lista con algunas de ellas.

En RDR2 encarnamos a un forajido, Arthur Morgan, que pertenece a la banda de forajidos Van der Linde. Todos ellos se ven obligados a huir después de un atraco fallido mientras los agentes federales les pisan los talones. Y como un buen huido de la justicia que es Morgan, hará todo lo necesario para sobrevivir, incluido robar, matar, y deshacerse de los cadáveres de maneras realmente imaginativas (y algunas  bastante asquerosas). Estas son algunas de las peores cosas que hemos hecho en el juego: 

• Dar una paliza a un hombre muy enfermo
• Hacer que la viuda anterior del enfermo se dedique a la prostitución
• Robar un banco y matar a muchas personas
• Haz que secuestren a un niño inocente
• Matar a casi todos los miembros de una familia rica del sur
• Robar un barco y matar a mucha gente
• Deja ir a Mary en lugar de huir con ella
• Quedarte mirado mientras matan a dos de nuestros amigos en Saint Denis
• Alquila un globo aerostático y mata al piloto
• ...

Y más que descubrirás en la siguiente lista de cosas que Red Dead Redemption 2 nos obliga hacer pero no nos gustan:

Dar una paliza a un hombre muy enfermo

Thomas Downes era un buen hombre que cometió algunos errores. Recaudó dinero para la Organización de Caridad de New Hampshire. Daba dinero a los pobres en la ciudad de Valentine, tenía una mujer y un hijo a los que mantenía con el esfuerzo de su trabajo en su granja. Pero la vida en la granja se complicó y Downes y su familia no lo estaban pasando bien. 

Pensando en el bien de su familia, el granjero pidió dinero prestado para ir tirando pero enfermó y ya no podía trabajar la granja así que no fue capaz de devolver el dinero prestado. El hombre a quien Downes pidió dinero fue Leopold Strauss, que se encargaba del dinero en nuestra pandilla.  Así que somos nosotros los encargados de cobrar el préstamo. Nos presentamos en su casa y como no pagó le dimos una paliza. Poco después, Downes murió. No sabemos si fue por nuestra paliza, por la enfermedad o por ambas, pero la verdad es que lo que hicimos no estuvo nada bien y pesa sobre la conciencia de nuestro personaje. 

Hacer que la viuda anterior del enfermo se dedique a la prostitución

Después de la paliza que le dimos a Thomas Downes delante de su familia, la cosa no acabó ahí. El señor Downes le debía dinero a la banda pero estaba enfermo así que no podía trabajar la granja y por lo tanto devolver el dinero. Poco después de la paliza que le dimos el granjero murió (nos consolaremos pensando que fue por la enfermedad pero seguro que nuestra paliza no ayudó). 

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Cuando el granjero falleció, volvimos a su casa para recuperar el resto del dinero que nos debía, algo que no le hizo mucha gracia a su viuda. Tiempo después no enteramos de que su situación económica era mucho peor de lo que nos imaginábamos. De hecho, la señora Downes comenzó a prostituirse para poder pagar las deudas. Nos la encontramos en Annesburg donde ella nos ofreció sus servicios hasta que nos reconoció, llamó a la policía y tuvimos que salir corriendo de la ciudad. Afortunadamente consiguió prosperar en la vida y su familia abrió varias empresas aunque desde luego no fue gracias a nosotros. 

Robar un banco y matar a muchas personas

Seamos sinceros, la ciudad de Valentine estaba mucho mejor antes de que llegásemos nosotros. Nuestra llegada ya fue problemática. Nos cogimos una borrachera de manual en el salón local, comenzamos una pelea brutal y salimos corriendo de allí hasta que nos pilló la policía y acabamos pasando la noche en el calabozo. 

Pero nos coronamos con el atraco del banco que, por supuesto, fue idea de Dutch. Se supone que teníamos que entrar y salir rápidamente pero la cosa se complicó y muchos inocentes acabaron muriendo. Además, tuvimos que escapar a toda velocidad con los caballos, rezando para que la policía no nos siguiese hasta el campamento. 

Haz que secuestren a un niño inocente

El pequeño Jack Marston no pidió la vida que le tocó vivir. Sus padres eran proscritos así que él también lo era. No tuvo elección. Aunque sólo fuese un niño pequeño se que vio rodeado de la gente equivocada. Nos lo tomamos como algo muy personal cuando los Braithwaite le secuestraron (quizá porque fue culpa nuestra).

Nuestra banda estuvo timando a los Braithwaite y a los Grays en Lemoyne e intentamos que se enfrentasen entre ellos pero cuando se dieron cuenta, los Grays mataron a Sean en plena calle, así que nosotros les matamos a ellos. Cuando volvimos al campamento, Abigail era un desastre y Jack ya no estaba. En aquel momento John Marston ni si quiera quería creer que el pequeño era suyo pero cuando se dio cuenta de que los Braithwaite tenían al niño se sintió responsable así que toda la pandilla fue en su busca. 

Matar a casi todos los miembros de una familia rica del sur

Cuando los  Braithwaite se llevaron al pequeño Jack nos volvimos un poco locos y nos dejamos llevar por la sed de venganza. Es verdad que el conflicto con los  Braithwaite fue por nuestra culpa (un poquito nada más), pero secuestrar a un niño pequeño no está nada bien. Así que cogimos nuestros caballos y nos presentamos en la mansión para recuperar al pequeño. 

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Cuando llegamos allí y le preguntamos dónde estaba Jack no quisieron responder y tuvimos que sacarles las palabras a la fuerza. Desenfundamos nuestras armas y nos liamos a tiros en la mansión  Braithwaite. Casi nadie sobrevivió. No tuvimos piedad ni con las mujeres y niños y para más inri le prendimos fuego a la casa familiar. Y lo peor es que no conseguimos recuperar a Jack. La señora Braithwaite se lo había dado a un jefe del crimen de Saint Denis, así que lo que hicimos no sirvió para nada. Tenemos que reconocer que en esta parte de la aventura se nos fue un poco la mano.

Robar un barco y matar a mucha gente.

A lo largo del juego, hay un momento en que decidimos que los atracos normales y corrientes no son suficientes para nosotros y nos lanzamos a una nueva aventura. Los barcos que surcaban los ríos tenías jugadores dentro y los jugadores tenían dinero así que planeamos colarnos en esos barcos para atracar a los pasajeros. ¿Qué podría salir mal?

Necesitábamos a un hombre dentro del barco así que Javier le robó el uniforme a un hombre del barco. Pero poco después ese hombre volvió a aparecer, sin su ropa, así que se descubrió el pastel y las balas empezaron a volar. La liamos bastante en el barco y matamos a muchos hombres que sólo intentaban huir. De nuevo nos escapamos por los pelos e hicimos otra de esas cosas de las que nos arrepentiremos durante toda nuestra vida, o por lo menos, hasta que apaguemos nuestra consola. 

Deja ir a Mary en lugar de huir con ella

Mary Linton era nuestro gran amor. Era una parte de nuestro pasado de la que no podíamos deshacernos y que nos perseguía allá donde fuéramos con sus cartas. Ella nos recordaba lo que podríamos haber llegado a ser si no nos hubiésemos involucrado con la banda y nos perdonó todo lo malo que hicimos. De hecho, quería que lo dejásemos todo y huyésemos con ella pero no podía ser. No era seguro para ella que se involucrase con la banda, y menos después de ver lo que le pasó al pequeño Jack. No podíamos subirnos a un tren y huir con ella porque nos pasaríamos la vida huyendo y no sería justo para ella. Así que le dijimos que no y ella se fue. 

Quedarte mirado mientras matan a dos de nuestros amigos en Saint Denis

Vivir al margen de la ley y no es fácil y es un camino de no retorno. No puedes atracar bancos un día y al día siguiente trabajar en una tienda en una ciudad. La justicia te persigue durante el resto de tu vida y lo único que puedes hacer es huir y seguir robando para sobrevivir. 

Se pierden muchas cosas en la vida cuando uno es un forajido: el amor, la amistad, la libertad, la tranquilidad de saber que no estas en peligro… Uno de los atracos más complicados a los que nos enfrentamos en el juego es el del bando de Saint Denis. La ciudad era demasiado grande y tenía demasiada seguridad así que para tener la mínima posibilidad de éxito todo tenía que salir según el plan. Algo que evidentemente no pasó.

Cuando la cosa se torció, los Pinkerton dispararon a Oseas a sangre fría y lo único que pudimos hacer fue mirar cómo sucedía. Durante la huída, corríamos por los tejados buscando una salida y más Pinkertons dispararon a Lenny que murió delante de nosotros. No hubo tiempo para llorarles. Sólo podíamos correr y disparar para salvar nuestro propio cuello.

Alquila un globo aerostático y mata al piloto

Después del atraco fallido al bando de Saint Denis, John fue atrapado por la policía y le encerraron. De hecho, se barajaba la posibilidad de que le ejecutasen por lo que Abigail estaba bastante alterada (y con razón). No estábamos seguros de que Jack lo fuese a entender y la verdad es que no estaba bien no hacer algo para intentar recatar a John. 

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Así que nos pusimos a pensar en algo con la señora Adler. El plan era coger un globo aerostático para llegar hasta la isla donde retenían a John y liarnos a tiros contra todos los guardias. Otro de nuestros planes infalibles que nunca salían mal. Conseguimos al piloto dl globo, el Sr. Bullard, en una pelea que tuvimos con los O'Driscolls. En realidad el piloto no debería haber estado ahí y parecía un buen hombre pero los O'Driscolls le mataron igualmente. Al final conseguimos salvar a John pero, como cada vez que intentamos hacer algo, murieron inocentes para que nosotros consiguiésemos nuestros objetivos. 

Deja que Dutch use a una tribu nativa como un peón en uno de sus planes

La tribu Wapiti era un pueblo pacífico y su líder, Rain Falls no quería la guerra. Su hijo, Eagle Flies sentía que el gobierno de Los Estados Unidos estaba asfixiando a la tribu. El ejército estaba invadiendo su territorio y apoderándose de sus tierras así que cuando vieron que tenían la oportunidad de responder y defenderse lo hicieron. Por supuesto, Dutch vio una gran oportunidad en todo aquello. 

Dutch creía que la única forma en que podíamos sacudir a los Pinkertons era crear una distracción lo suficientemente grande como para que la policía no pudiera evitar dejarnos escapar. Habló con la tribu Wapiti y les dijo que los ayudara a luchar desde contra el puño opresor del gobierno. Y por respeto a Rain Falls, seguimos adelante, aunque solo para asegurarnos de que Eagle Flies se mantuviera a salvo. Pero fallamos y Eagle Flies murió salvando nuestra vida. Permitimos que Dutch sacrificase al único hijo que queda de Rain Falls para que él pueda dirigir otra de sus estafas. Tuvimos que llevar a Eagle Flies de regreso al campamento de su tribu, y tuvimos que mirar a su padre a la cara. 

Intenta robar un último tren, aunque no queramos

Tuvimos muchas oportunidades de dejarlo: después de Blackwater, cuando Mary nos lo pidió…Pero por alguna razón sentíamos una estúpida lealtad hacia Dutch. Además queríamos hacer todo lo posible para que John y su familia viviesen una vida mejor así que nos embarcamos en otra aventura.

Es último robo de tren no era como los demás. El tren era propiedad del gobierno de los Estados Unidos y por lo tanto estaba bien protegido. Tenía escoltas así que robarlo no era tan fácil como Dutch había planteado en su plan: saltábamos a bordo del tren, nos encargábamos de cualquier pasajero y nos íbamos con el dinero. 

Evidentemente no fue así. Dutch y Micah trajeron una ayuda extra con la que no nos sentíamos demasiado cómodos y la operación no nos daba buena espina desde el principio. Aquel día, quebrantamos más leyes que a lo largo de nuestra carrera como delincuentes y lo peor fue cuando perdimos a John. Afortunadamente resultó no estar muerto (aunque Dutch nos dijo que si) y consiguió regresar al campamento con muy malas pulgas por haberle dejado tirado. 

Detener el disparo a Micah

Ya sabes cómo acaba la historia de Red Dead Redemption 2 (si no lo sabes deja de leer ahora mismo). Los Pinkerton aparecieron en nuestro último campamento justo antes de que nos matásemos entre nosotros. Conseguimos escabullirnos y ayudar a John y a su familia a escapar para que pudiesen vivir en paz de una vez. 

John Marston se encargó de Micah quien nos estuvo vendiendo todo este tiempo. Él era el chivato que nos complicaba la vida y nosotros evitamos que le disparasen al principio de todo esto. Nos dio igual matar a un montón de inocentes para conseguir nuestro objetivos, pegar a hombres enfermos y engañar a una tribu entera.

Pero tuvimos que salvarle la vida a Micah y si hubiésemos sabido que él era el traidor y hubiésemos permitido que muriese en su momento las cosas hubiesen sido mucho más fáciles para todos. O quizá no, quién sabe. Lo que está claro es que nuestro personaje no tiene muy buen criterio a la hora de ponerse compasivo. 

Las cosas más absurdas que puedes hacer en Red Dead Redemption 2

Estas son algunas de las peores cosas que hemos hecho a lo largo de Red Dead Redemption 2 aunque hay muchas más. Si queréis saber más sobre el juego de Rockstar, no dudes en consultar nuestra guía del juego.