Películas bélicas que ahora son incómodas de ver por distintos motivos

El cine bélico es un género peliagudo. ¿Cuál es el objetivo de la película, qué es lo que quiere transmitir? ¿Divulgar la historia tal y como sucedió, de la forma más fidedigna posible? ¿Transmitir un mensaje antibelicista? ¿Hacer una sátira? ¿O simplemente entretenimiento y melodrama?

No hay ninguna vía mejor ni peor: si las películas están centradas en lo que quieren contar, y lo hacen de la forma más honesta posible, la película puede funcionar.

Ni que decir tiene que no todas las películas de guerra lo han conseguido. Y cuando eso ocurre con las películas de guerra, por su cercanía con una realidad tan dramática, es una situación especialmente negativa.

A continuación repasamos películas de guerra que hoy día resultan incómodas por lo que cuentan, o especialmente la forma en la que lo cuentan...

Sumario de películas bélicas que han envejecido mal

• Pearl Harbor
• Rambo 3
• Enemigo a las Puertas
• Jarhead
• Los Boinas Verdes
• Windtalkers
• Lo que el viento se llevó

Pearl Harbor

Pearl Harbor es una de las películas bélicas que más gente ha visto, un taquillazo de Michael Bay, seguramente pensando crear su propio Titanic, un drama romántico en medio de una catástrofe gigantesca.

El problema es que la película está llena de licencias artísticas pensadas para aumentar el espectáculo en torno al bombardeo de Pearl Harbor, algo que muchos críticos y veteranos han tildado de irresponsable.

Una de las más notorias es la escena en la que los japoneses disparan contra un hospital, algo que nunca ocurrió, y que en la película se muestra claramente, incluso matando a una de las amigas del olvidable interés romántico de Ben Affleck.

Muchas de estas inconsistencias pueden ser debidas a errores de documentación, pero otras son muy intencionadas para engrandecer la épica, como la escena en la que el presidente Roosevelt se levanta milagrosamente de la silla de ruedas al escuchas el ataque, o la frase "temo que hayamos despertado a un gigante dormido" del almirante Yamanoto... una copia de la película Tora Tora Tora.

Rambo 3

Rambo 3 es objeto de una de las leyendas urbanas más extendidas del mundo del cine. La trama de la película tiene a John Rambo saltándose su retiro espiritual otra vez para rescatar al Coronel Trautman de las tropas soviéticas en Afganistán.

Durante años se extendió la idea de que la película incluía una dedicatoria al final, "para los valientes combatientes muyahidines de Afganistán"... pero fue cambiada tras los atentados del 11-S. 

Eso es falso: en realidad la tercera de Rambo siempre tuvo la misma dedicatoria "al valiente pueblo de Afganistán". 

Una anécdota que tampoco cambia mucho la realidad. La película, naturalmente antisoviética hasta las trancas, endulza y ensalza a los guerrilleros islámicos muyahidines, un grupo paramilitar yihadista que fue aliados de Estados Unidos en aquella época por intereses comunes: su odio compartido a la Unión Soviética (que de hecho comenzó a retirarse de Afganistán a la vez que se estrenaba la película).

Da igual lo que pusiera al final de la película, porque Rambo 3 ha pasado a la memoria colectiva como la película americana que está dedicada a las guerrillas afganas, uno de cuyos financiadores era Osama Bin Laden a través de la CIA, y un grupo del que luego surgiría el movimiento fundamentalista talibán de una guerra civil.

Enemigo a las Puertas

Enemigo a las Puertas es quizás la película más famosa basada en la batalla más grande de la Segunda Guerra Mundial, Stalingrado, y por tanto poner el foco en el frente soviético (pese a tener a Jude Law y Ed Harris haciendo de francotiradores rusos y alemanes).

Sin embargo, la película se toma algunas licencias para mostrar a las tropas rusas como mal preparadas y autoritarias, con escenas en las que los oficiales envían a civiles a luchar, uno con un rifle y otro con la munición, porque no tenían suficientes armas, o disparando a los que intentaban huir.  

Muchas de esas escenas han sido discutidas por historiadores expertos en la batalla de Stalingrado, como Alexey Isaev (vía Russia Beyond). Al final, la película se centró más en desarrollar un triángulo amoroso que no convenció a casi nadie...

Jarhead

Jarhead contrasta con muchas otras películas de guerra por no idealizar a los valientes soldados (en este caso, en la guerra del Golfo de 1990). De hecho, el protagonista de Jarhead, interpretado por Jake Gyllenhaal, no llega a disparar una vez su rifle.

En su lugar, la película dirigida por Sam Mendes y basada en un libro de un exmarine, se centra en su lugar en el daño psicológico que supone el aburrimiento de esperar a entrar en combate, unido al estrés de la guerra o las actitudes a veces reprobables de su pelotón, le llevan al límite mentalmente (e incluso amenaza con matar a uno de sus compañeros).

Una visión muy diferente de la guerra, que muchas organizaciones de veteranos y el propio cuerpo de marines rechazaron por exageradas y por estigmatizar negativamente a los marines.

Los Boinas Verdes

Los Boinas Verdes (The Green Berets) tiene el dudoso honor de ser una de las películas propagandísticas más descaradas de la historia, todo gracias a John Wayne, que quiso hacer una película para contrarrestar el movimiento antibelicista de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam.

Wayne, preocupado por un país lleno de reclamaciones sociales y hippies protestando contra la devastadora guerra, hizo una película simple, patriótica, que el crítico Roger Ebert definió como "una de indios y vaqueros".

La película vanagloriaba las heroicidades de los miembros de las Fuerzas Especiales sin pararse nunca a reflexionar sobre el sentido (o ausencia de él) de la guerra, una visión tan simplista que sonrojó a casi toda la crítica.

Windtalkers

Windtalkers, con Nicolas Cage y dirigida por John Woo, narra una historia poco conocida de la Segunda Guerra Mundial: el empleo de Indios Navajos para enviar códigos encriptados e indescifrables para los japoneses.

Sin embargo, la película no contó la historia correctamente y fue muy criticada por la comunidad de nativos americanos.

Hubo muchos puntos polémicos, como el hecho de que los nativos fueran simplemente personajes secundarios. Pero uno de los aspectos más polémicos es que la película deja claro que los navajos contaban con unos "guardaspaldas", soldados encargados de protegerlos en el combate... o dispararles si no obedecían.

Eso nunca pasó, según muchos historiadores. Ni los expertos, ni crítica ni público disfrutaron la película, que también sufrió interferencias por el estudio, según denunció Woo después, que dijo que "el estudio quería una épica de John Wayne".

Lo que el viento se llevó

Lo que el viento se llevó, la película más taquillera de la historia, y considerara una de las mayores obras maestras del cine, es también una película de difícil digestión hoy día... y también en 1939, cuando se estrenó y se convirtió en la película más taquillera de la historia, ajustando a la inflación.

Aunque no es una película bélica, es película épica ambientada durante la Guerra de Secesión, a mediados del siglo XIX, que enfrentó a unionistas y confederados por la legalidad de la esclavitud.

Un tema que aún resonaba en la memoria colectiva del pueblo estadounidense en 1936, cuando salió la novela de Margaret Mitchell, y muchos sintieron que la película blanqueaba el supremacismo blanco, ofrecía una visión casi heroica del KKK, pese a no ser nombrado explícitamente, a la vez que reforzaba estereotipos de los afroamericanos

Es recordada la polémica cuando HBO la eliminó la película de su catálogo, poco después del asesinato de George Floyd, que volvió a encender la mecha de la polémica en torno a Lo que el viento se llevó por sus connotaciones racistas (y también su escena de la violación conyugal)... pero no es, ni mucho menos, un debate del siglo XXI: hace casi 90 años también fue muy criticada.