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Los empleados de Bungie temen que Sony tome el control de la empresa: la moral está por los suelos

PlayStation Bungie

Bungie forma parte de Sony PlayStation, pero con cierta independencia que podría terminarse si no cumplen ciertas condiciones: los empleados están muy preocupados.

Bungie, una de las compañías de videojuegos más respetadas de la industria, está pasando una mala racha ante la aparente decadencia de Destiny 2 y los fracasos de Sony Interactive Entertainment, sus nuevos dueños, en el mundo de los juegos como servicio.

La crisis desembocó en el despido de un centenar de empleados, el 8% de la plantilla, en el mes de octubre, que resultó también en el retraso de Destiny 2: La Forma Final a junio de 2024.

Un nuevo reportaje de IGN, con declaraciones de empleados y exempleados de Bungie anónimos, muestra que la moral está por los suelos, y temen que la Bungie semi-independiente que era incluso tras la compra de Sony podría terminarse.

Destiny 2 La Forma Final

Sony podría tomar el control de Bungie si no cumplen ciertas condiciones

Según las declaraciones recogidas por IGN, Bungie siempre ha mantenido una cierta independencia con respecto a Sony, con una nueva junta directiva equilibrada entre personal de Sony (incluyendo Hermen Hulst) y veteranos de Bungie, incluyendo su CEO Pete Parsons.

Pero el acuerdo era que esta semi-independencia de Bungie en su junta directiva dependía de que la compañía cumpliera ciertas metas financieras. Y  tras el retraso de la expansión de Destiny 2 al próximo año fiscal, muchos dan por hecho que esas metas no se cumplirán y Sony tomará mayor control de la compañía.

De ahí que fuera Bungie, y no Sony, la que tomó la decisión de reducir costes drásticamente, incluyendo paralizar contrataciones y despedir al 8% de plantilla.

A ese temor de perder su independencia se añade la evidente caída de moral de los empleados tras el despido de sus compañeros, algunos muy queridos dentro y fuera de la compañía y claves para el correcto funcionamiento de Destiny 2.

Naturalmente, Bungie también ha hecho recortes en prácticamente todo, incluyendo incentivos para empleados, así como apostar más por subcontrataciones en el departamento de Control de Calidad (QA). Todo eso ha hecho que el estado de ánimo sea "desolador"

"Estoy enojado. Estoy molesto. Esto no es por lo que vine a hacer aquí" (...) "Nos deshicimos de algunas de nuestras personas más queridas que han estado aquí durante más de 20 años. Todos los días entro con miedo de que yo o mis amigos son los siguientes. Nadie está a salvo".

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