Los despidos de Bungie son peores de lo esperado y no fueron decisión de Sony, según una fuente

Bungie, el estudio detrás del fenómeno Destiny (y hace muchos años, creadores de Halo), adquirido en 2022 por Sony, anunció ayer una importante ronda de despidos que ha afectado a un número significativo de empleados. 

Se habrían perdido 100 empleados (el 8% de la plantilla, según Bloomberg) y según otras fuentes de Paul Tassi, periodista de Forbes, estos despidos fuero decisión de Bungie, no de Sony. 

O al menos, fue Bungie la que decidió de qué personas prescindir, siguieran o no órdenes de Sony ("no fue Sony reemplazando a gente de Bungie por su propia gente").

Tassi también dice que estos despidos han ocurrido intencionadamente el día 30 de octubre para evitar que los empleados disfruten de los beneficios el resto del mes: muchos beneficios (excluyendo el seguro médico) solo duran hasta el final del mes en el que eres despedido...

Además, muchos empleados perderán las acciones no invertidas que obtuvieron automáticamente tras la compra de Sony, pues al marcharse (incluyendo por ser despedido) estas acciones vuelven directamente a Bungie.

Por qué suceden estos despidos en Bungie

Estos despidos no están aislados: suceden en un año marcado por la destrucción de miles de puestos en empresas de videojuegos, incluyendo gigantes que, supuestamente, están prosperando, como Sony, Microsoft, CD Projekt, Ubisoft, Meta, Amazon...

Mirando más en detalle, estos despidos suceden dentro de Sony Interactive Entertainment, la división de videojuegos de Sony que, pese a pronosticar ventas récord en 2023, ha recortado puestos en divisiones como Naughty Dog, Media Molecule y PlayStation Visual Arts.

Además está en un periodo de transición tras la dimisión de su CEO Jim Ryan hace un mes y, encima, está en plena crisis de identidad por la oposición que muchos estudios han hecho a la política de juegos como servicio... que se ha saldado con más despidos, algunos muy significativos, como el de Connie Booth, empleada desde hace 34 años en Sony.

Según Tassi, estos despidos son decisión de Bungie, y provocan (a causa o a consecuencia) retrasos en sus dos nuevos juegos: Destiny 2 La Forma Final y Marathon (retrasos todavía no anunciados oficialmente).

Pero Bungie no solo estaba haciendo sus juegos: también estaba ayudando a Sony a hacer esos juegos como servicio, juegos multijugador online, que se han estancado. 

Según Bloomberg, Bungie jugó un papel en la cancelación de "The Last of Us Factions" al cuestionar la capacidad del juego online de mantener el interés de los jugadores durante un periodo largo de tiempo.

Las consecuencia inmediatas y más dañinas de toda esta situación son los puestos perdidos en Bungie, que incluyen figuras destacadas como Lorraine McLees (diseñadora del logo de Halo hace 20 años), la community manager Liana Ruppert y se rumorea que también el compositor Michael Salvatori.