La decadencia de Destiny 2 fue lo que provocó los despidos masivos en Bungie: el 8% de la plantilla

Un día después de la ronda de despidos de Bungie, conocemos más datos sobre lo que está pasando en este estudio, creador de Halo hace 20 años, que fue adquirido por 3,6 mil millones de dólares en 2022.

Según un nuevo informa de Jason Schreier en Bloomberg, Bungie ha recortado el 8% de empleos en Bungie, afectando a un estimado de 100 personas de sus 1.200 empleados.

La razón es que Bungie, en su primer año operando bajo el paraguas de Sony, habría errado catastróficamente sus pronósticos, ingresando un 45% menos de lo que esperaban a principios de año.

La principal razón de que esto es Destiny 2: Eclipse, la expansión lanzada en febrero de 2023, que fue recibida con críticas tibias por parte de la prensa, pero aún peores por parte de los jugadores, y tuvo muy mala retención de jugadores.

Destiny 2 Eclipse (Lightfall) tiene críticas muy negativas en Steam: solo un 31% de las críticas son positivas. Muy poco contenido, diciendo que está en decadencia, que quitan contenido que la comunidad no quería que quitaran, reciclaje de anteriores expansiones...

Recordad que, aunque Destiny 2 es free to play, las expansiones como esta con 49,99 euros.

Destiny 2: La Forma Final está recibiendo feedback bueno, pero no genial

Schreier también cuenta que, según sus fuentes, Destiny 2: La Forma Final, la última expansión de Destiny 2, estaba recibiendo feedback "bueno, pero no genial" y por ello habrían decidido retrasar su lanzamiento previsto de febrero a junio de 2024 (algo no comunicado oficialmente todavía y puede que no sea definitivo).

Hace dos semanas, ejecutivos de Bungie anunciaron a los empleados que los ingresos eran muy bajos y que iban a hacer recortes: viajes, congelar salarios... pero no dijeron que iban a hacer despidos hasta ayer, cuando 100 personas fueron avisadas en una reunión urgente que estaban despedidos de forma inmediata.

Sony Interactive Entertainment ya ha hecho recortes en otras de sus subsidiarias o divisiones, como Naughty Dog, Media Molecule y PlayStation Visual Arts, pero los despidos de Bungie, según Paul Tassi de Forbes, fueron decisión de Bungie, no de Sony, dejando muy desamparados a los empleados.

Bungie también tuvo un papel más o menos indirecto en la crisis creativa que sufre toda Sony Interactive Entertainment, pues fueron los que cuestionaron la viabilidad de "The Last of Us Factions", su primer intento de juego como servicio que ahora está cancelado.

Estos despidos no están aislados: suceden en un año marcado por la destrucción de miles de puestos en empresas de videojuegos, incluyendo gigantes que, supuestamente, están prosperando, como Sony, Microsoft, CD Projekt, Ubisoft, Meta, Amazon...