Antes de que Dreamworks tomase el timón, Steven Spielberg era quien iba a desarrollar la película del ogro antisocial que cautivó al público.
Además de ser uno de los directores más destacados de la historia, Steven Spielberg es un prolífico productor de cine que siempre anda a la caza de nuevas historias. Uno de esos relatos fue Shrek, originalmente parte del libro de William Steig.
Spielberg se hizo con los derechos de Shrek en los noventa y comenzó a desarrollar un proyecto que habría dirigido él mismo. Sin embargo, la película habría resultado muy diferente si el director de Tiburón se hubiese terminado haciendo cargo.
Entre los planes de Steven Spielberg para Shrek estaba el filmar la película en animación 2D, del mismo modo que Disney utilizaba en sus películas. Esto habría hecho perder ese toque de animación en 3D que tanto benefició a la película bajo el paraguas de DreamWorks.
El reparto de la película de Shrek también iba a ser diferente con Steven Spielberg al timón. El ogro habría sido interpretado por Bill Murray en lugar de Mike Myers, mientras que a Asno le habría puesto voz Steve Martin, no Eddie Murphy —en la versión original, claro—.
Un Shrek muy diferente
Steven Spielberg, claro, terminó cediendo el control de la película a la recién fundada DreamWorks. Allí, John H. Williams, Jeffrey Katzenberg y Aron Warner se hicieron cargo de Shrek, Asno, Fiona y compañía.
Andrew Adamson y Vicky Jenson asumieron la dirección de la película y no tardaron en dar forma a la aventura en la que este malhumorado ogro y su fiel compañero no deseado, Asno, rescatarían a la princesa Fiona de la alcoba más alta en lo alto de la más alta torre, custodiada por un dragón. Luego continuarían su papel antiheroico al salvarla de un matrimonio insufrible con Lord Farquaad.
Shrek rompió el molde de los típicos cuentos de hadas y generó una de las franquicias de animación más queridas del siglo XXI.
La historia pudo haber sido muy diferente si Steven Spielberg hubiera continuado con sus planes originales para la película. No habría sido necesariamente peor, pero sí nos habría privado de algunos de los momentos más bizarros de Shrek.
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