Jason Statham ha dominado este fin de semana la taquilla mundial gracias a Beekeeper: El protector, la nueva película de acción de David Ayer (Escuadrón Suicida) en la que el actor británico ha tenido ocasión de volver a crujir los huesos de una horda de lacayos sin nada mejor que hacer que tocarle las narices.

El éxito de la película ha servido de arrastre para que los trabajos anteriores de Jason Statham vuelvan a estar de moda, y una prueba de ello la encontramos en Netflix.

Durante la semana pasada, justo antes del estreno de Beekeeper: El protector, Transporter 2 arrasó en el Top 10 mundial de Netflix con 5,8 millones de visionados en todo el mundo. De hecho, en el momento de redactar este artículo, la película se mantiene en el el Top 7 en Netflix España.

La película de 2005 se colocó segunda en el ranking mundial, solo superada por un estreno de Netflix como Lift: Un robo de primera clase, la película de atracos de Kevin Hart con Úrsula Corberó en el elenco.

Una película de Jason Statham se lleva los problemas a patadas

El caso de Transporter 2 no es algo aislado: es habitual que los contenidos relacionados destaquen cuando se producen situaciones especiales. Por ejemplo, cuando una serie estrena nueva temporada, es habitual que las anteriores entren en los listados de lo más visto, como fue el caso de Stranger Things o The Witcher.

Otro caso similar lo vimos con The Crown, que se hizo viral tras el fallecimiento de Isabel II del Reino Unido, casi a tiempo para el estreno de la penúltima temporada.

En el caso de Jason Statham, el estreno de una película como Beekeeper: El protector, que además de pegar fuerte en taquilla se ha elevado con una buena nota entre los fans, ha servido de arrastre para Transporter 2, aunque haga 19 años que se estrenó el filme de Louis Leterrier.

Como te contábamos ayer, Beekeeper tiene muchas papeletas de convertirse en saga, algo que Jason Statham ya ha dejado caer y en lo que el actor británico se ha convertido en experto.