El codirector Joaquim Dos Santos explica cómo habría sido uno de los cameos más bizarros de la película, y por qué decidieron no contar con él.
Después de hacernos esperar casi cinco años, Spider-Man: Cruzando el Multiverso nos trajo de vuelta a Miles Morales para una nueva aventura más allá de su mundo de origen.
La película de animación producida por Christopher Miller y Phil Lord lleva recaudados más de 611 millones de dólares en taquilla y está recibiendo incontables elogios por parte de crítica y público.
Además, el filme ha sido un festival de cameos de iteraciones de Spider-Man muy locas, como Spider-Cat o Spider-Rex, por citar algunos. Al igual que sucedía en Spider-Man: Un nuevo universo, la película permite a sus guionistas jugar con muchos elementos, como los diferentes estilos de animación o conceptuales de cada personaje.
Con eso en mente, un cameo descartado estuvo a punto de llegar a la gran pantalla y habría sido, cuanto menos, una locura digna de verse. Eso sí, entrañaba algunos problemas.
Un cameo que nunca llegó a Spider-Man: Cruzando el Multiverso
Mientras charlaba con Empire Magazine, el codirector de la nueva película de Miles Morales, Joaquim Dos Santos, ha revelado la intención de contar con un Spider-Man de juguete en Spider-Man: Cruzando el Multiverso. La idea puede no parecer loca si tenemos en cuenta que ya hay un LEGO Spider-Man, pero es la forma en que se habría movido.
"Iba a aparecer uno de los juguetes de Toy-Biz Spider-Man y se suponía que iba a tener la mano de un niño gigante que saldría de la pantalla y lo sujetaría".
No es difícil imaginar la estampa cuando Miles Morales llega al cuartel general y encuentra a todas las variantes de Spider-Man imaginables, encontrar un juguete manejado por una mano. Sin embargo, Dos Santos explica que entendieron que una mano gigante invadiendo la escena distraería demasiado la atención, por lo que se descartó la idea.
Por suerte, el LEGO Spider-Man se mantuvo para representar el lado juguetero del Hombre Araña en Spider-Man: Cruzando el Multiverso. Sin necesidad de manos gigantes que lo movieran.
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