El rarísimo enemigo del primer Dark Souls que muchos jugadores jamás han visto... Incluso después de cientos de horas
Si jugastais al primer Dark Souls, existen muchas posibilidades de que jamás llegaseis a encontraros con un Vagabundo (o Vagrant), un tipo de enemigo extremadamente raro que sólo aparece cuando se cumplen unas condiciones muy concretas.
Hoy vengo a contaros una de mis historias favoritas sobre el primer Dark Souls, un verdadero misterio que a menudo ocupa las listas de "X cosas que no sabías de Dark Souls". En realidad seguro que muchos ya lo conocéis (el juego tiene más de diez años, al fin y al cabo), pero siempre me ha parecido tan interesante que no puedo evitar compartirlo.
Pero antes de empezar, tengo una pregunta: mientras explorabais Lordran, ¿alguna vez os encontrasteis con este bicho?
Si la respuesta es no podéis estar tranquilos, porque es completamente normal. Si la respuesta es sí... No os imagináis lo afortunados que sois.
La criatura con aspecto de ¿cangrejo? que veis en la imagen es un Vagabundo (o Vagrant), un enemigo que sólo aparece en el primer Dark Souls y en Dark Souls Remastered bajo circunstancias muy concretas.
Tan concretas que podrías haber jugado cientos de horas y no haberlo visto JAMÁS.
Si un jugador con mucha Humanidad muere y fracasa a la hora de recuperar sus almas, existe la posibilidad de que "nazca" un Vagabundo y sea enviado al mundo de otro jugador. De igual manera, si un jugador deja caer objetos y recarga la zona, también existe la posibilidad de que se produzca un Vagabundo en ese mismo punto, dentro de otro mundo.
En resumidas cuentas: el encuentro con estos enemigos es completamente fortuito y depende de las acciones de otros jugadores. De hecho, hay gente que deja caer objetos a menudo para intentar "crear" Vagabundos.
La cosa no acaba ahí, pues existen dos tipos diferentes de Vagabundos, comúnmente denominados "buenos" o "malos" por su aspecto y comportamiento.
Además, si un Vagabundo aparece en un mundo y no es derrotado, se "teletransporta" a otro diferente. Y si logra viajar a un determinado número de mundos, se termina transforma en una versión oscura (de color rojizo, como los espíritus invasores), más poderosa y que suelta mejores objetos al derrotarlo.
Lo cierto es que los premios por derrotar a un Vagabundo no son nada del otro mundo (algunas almas, puede que Humanidades y objetos de mejora), pero encontrarse con uno por sorpresa es una experiencia impagable que suele ser celebrada entre los jugadores de Dark Souls.
¿Yo? En todas mis horas jugando a Dark Souls (y Dark Souls Remastered) sólo me he topado con dos Vagabundos. Recuerdo a uno de ellos con especial cariño porque apareció... en la infame pasarela custodiada por los arqueros en Anor Londo.
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