Hablar de Star Wars supone hablar de una parte importante de la vida de muchas personas a lo largo de varias generaciones. La franquicia que inició George Lucas en 1977 se ha convertido en uno de los mayores iconos de la cultura popular de toda la historia. Quien más y quien menos conoce a sus personajes principales. Aunque eso no quita para que todavía podamos encontrar a gente que hable de "Darbeider" o "Dark Vader" o llame robots a los Soldados de Asalto del Imperio.
El hecho de que Star Wars haya sido una constante, más o menos, a lo largo de estas cuatro décadas hace que también sea un trabajo harto imposible el contentar a todos los fans por igual. Las diferencias entre las propias generaciones hacen que sea una misión imposible poner de acuerdo a los que vieron la primera trilogía en cines con los que hicieron lo propio con la trilogía de las precuelas, y ahora con quienes están viendo la trilogía de las secuelas producida por Disney.
Contando como base con esa tremenda piedra en el camino de la franquicia de Star Wars que es su propio fandom, nos es imposible no reparar en la situación actual que vive la franquicia. Hoy en Hobby Consolas repasaremos un poco la situación, su futuro y cómo ha llegado a este punto de inflexión.
Un nuevo rumbo bajo una nueva dirección
Cuando Lucasfilm fue comprada por The Walt Disney Company en 2012, todas las alarmas saltaron en torno a Star Wars. La reputación de la Casa del Ratón a la hora de explotar las franquicias de éxito no es precisamente la mejor de la industria. Aquello ya predispuso negativamente a buena parte de los fans, que por sistema inician sus opiniones sobre cualquier producto de Star Wars con un prisma más negativo de lo habitual.
Por supuesto, la catarsis de negatividad, parecía haber llegado en 2014. Sin medias tintas, Lucasfilm, y por ende, Disney, anunció que se produciría una nueva trilogía de películas de Star Wars, que iniciaría en 2015 Star Wars episodio VII: El despertar de la Fuerza. Sin embargo, aunque aquella noticia podría no ser mala para muchos de los fans, venía acompañada de la retirada de prácticamente cualquier libro, cómic o videojuego de Star Wars realizado hasta la fecha. Dichas producciones dejarían de formar parte del canon oficial de Star Wars y pasarían a denominarse Star Wars Legends, dejando el viejo Universo Expandido limpio como un lienzo en blanco para las nuevas historias que Lucasfilm quería contar.
De hecho, el Universo Expandido antiguo ocupaba buena parte del periodo de tiempo que ha tratado de ocupar Disney con la trilogía de las secuelas de Star Wars. Esto lleva a que muchos fans tenían interiorizados determinados sucesos, eventos y personajes que de la noche a la mañana desaparecieron del canon oficial. Muchos de esos personajes han sido repescados, pero muchos no pueden evitar ver la situación como si se estuviera rapiñando entre las creaciones de aquellos autores que han sido "menospreciados" por parte de Lucasfilm.
La sobreexplotación nunca es buena compañera
En efecto, los temores de muchos en torno a Disney se hicieron realidad. La Casa del Ratón puso su maquinaria a funcionar en 2015 en torno a la franquicia de Star Wars. En un principio, el estreno de Star Wars episodio 7 fue un éxito, a pesar de las críticas recibidas acusando a la película de J.J. Abrams de ser una copia de Star Wars episodio IV: Una nueva esperanza. El estreno de Rogue One: Una historia de Star Wars, supuso la llegada del primer spin-off de Star Wars a la gran pantalla, y fue muy bien acogida por muchos fans.
Pero después llegaron Rian Johnson y Star Wars episodio VIII: Los últimos Jedi. El cineasta quiso llevar la trilogía y la franquicia por otro lado, y deshizo mucho del camino andado por el episodio 7. Personajes forzados y bromas fuera del contexto de Star Wars polarizaron al fandom más que nunca. Ayudados por las redes sociales, que en esto de hacer que la gente se posicione son marcos únicos.
Tras el estreno de Los últimos Jedi, la franquicia de Star Wars realizó un picado. El spin-off de Han Solo: Una historia de Star Wars constituyó un batacazo tremendo en taquilla para Lucasfilm. La película venía de recibir mala prensa por sus muchos problemas de rodaje, pero también puede agradecer parte de su fracaso al boicot del fandom tras Star Wars episodio VIII y a que la gestión de Disney del estreno tan solo 5 meses después del estreno de la película de Rian Johnson fue, siendo amables, desastroso.
Ya en 2019, el estreno de Star Wars episodio IX: El ascenso de Skywalker no supuso el colofón que Lucasfilm deseaba. A pesar de que la película sobrepaso, a duras penas, los mil millones de recaudación en taquilla, el fandom siguió enfrentándose en torno a la visión de los eventos de la trilogía de las secuelas. El faro de esperanza de la franquicia se estableció curiosamente en The Mandalorian, una serie que renovaba el imaginario apoyándose en el fan service al tiempo que introducía nuevos conceptos.
Una nueva esperanza
Actualmente, decir que cinematográficamente Star Wars atraviesa una fase de decadencia no es ni de lejos descabellado. Durante cinco años, la franquicia ha sido explotada sin piedad por Disney. En lugar de dejar respirar al fandom, haciendo que digerir cada película fuera más llevadero, Lucasfilm ha estrenado películas anuales entre 2015 y 2019. Finalmente, la Casa del Ratón ha encontrado otro foco donde centrarse, y es posible que también lo sobreexplote a base de lanzar series para Disney Plus.
Si bien nunca se contentará por igual a todo el fandom de Star Wars, la franquicia ha demostrado que, con unos años de por medio, el público acepta mucho mejor las producciones. Tener una o dos series ambientadas en esta galaxia muy, muy lejana podría ser un buen modo de mantener el interés sin saturar a los fans. Pero sacar 10 series, probablemente no.
El hecho de que Lucasfilm continúe con varios proyectos cinematográficos en marcha no termina de ser buena señal, salvo que las fechas de estreno de los mismos se alteren y se deje descansar a la franquicia en la gran pantalla. Mientras tanto, una de las cosas interesantes que está planteando Lucasfilm es empezar a conformar la exploración de una época que no ha sido especialmente labrada ni durante el nuevo canon ni durante el Universo Expandido de Legends.
Hablamos del conocido como Project Luminous, que hace unos meses recibió su título oficial: Star Wars: The High Republic. Cocinar a fuego lento esa era podría suponer un revulsivo para la franquicia, especialmente si prestan atención a las diferentes partes del fandom provenientes de distintas generaciones. Por supuesto, los fans también deberemos de poner de nuestra parte, asumiendo que no todo lo que veamos en las producciones de Star Wars nos tiene por qué gustar, pero que habrá otras cosas que si lo harán.
Por supuesto, todo esto son opiniones de una mente sobrecalentada por el calor de julio. Podría darse el caso de que una de las nuevas producciones triunfase más que un camión de bomberos que riegue a la gente en el desierto. Esas son variables imposibles de predecir sin datos. Pero es necesario que la franquicia descanse. Muy necesario.
¿Qué opináis vosotros? ¿Es el peor momento de la franquicia de Star Wars desde que nació en 1977? ¿El mejor? ¿Creéis que el futuro de la saga pasa por las series de televisión? ¿Dave Filoni debería ser el presidente de Lucasfilm? No seáis tímidos en dar vuestra opinión de forma educada. A nosotros nos encanta leerla.
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