Por qué las películas de superhéroes son ignoradas en los Oscars

Los superhéroes no salvan el mundo en los Oscars. A pesar del éxito desproporcionado de este género cinematográfico vinculado con la fantasía, la ciencia ficción y la acción, los grandes Premios de la Academia de Hollywood nunca han destacado las películas de superhéroes en sus entregas de estatuillas doradas.

La industria cinematográfica ha sobrevivido después de la pandemia gracias a este tipo de estrenos. Si no, que se lo pregunten a la taquilla de Spider-Man: No Way Home. Lo mismo sucede con Top Gun: Maverick y Avatar: El sentido del agua. Estas dos están nominadas, sí, como también lo está Black Panther: Wakanda Forever.

Sin embargo, estar nominado a los Oscars 2023 no significa que te lo vayas a llevar inmediatamente. Pocos han sido los blockbusters que, más allá de los premios técnicos, han obtenido galardones importantes en los Premios de la Academia. Como si al género de la acción, la fantasía y la ciencia ficción les estuvieran vetados esos premios.

En este post, analizamos los tres puntos clave por los que los superhéroes no brillan en los Oscars. Y lo hacemos a tan solo unas horas de que la Academia de Cine de Hollywood entregue las preciadas estatuillas en la que será la gala número 95 de toda su historia.

El elitismo de la Academia de Hollywood

La Real Academia Española (RAE) define elitismos como “la actitud proclive a los gustos y preferencias que se apartan de los del común”. No se aleja del esnobismo, asociado a “la persona que imita con afectación las maneras y opiniones de aquellos a quienes considera distinguidos”. Básicamente, hablamos de la élite del séptimo arte.

La Academia de Cine de Hollywood viene a representar precisamente esa élite de la industria cinematográfica. Su imagen se proyecta de tal forma que sus opiniones, análisis, inquietudes, intereses y demás cuestiones artísticas como una referencia para todos los cinéfilos; al menos, en lo que a las películas respecto.

La opinión de estos perfiles sienta cátedra para una amplia masa de espectadores. No en vano, se ha hecho casi un dogma el asociar que una película tenga muchos Oscars a que sea una película que debe gustar a todo el mundo. Sin embargo, un premio es un premio, y el gusto por una película es… Cuestión de cada uno, supongo.

Pero si el elitismo es “la actitud proclive a los gustos y preferencias que se apartan de los del común”, las películas de superhéroes están en el lado opuesto de los Oscars. O, mejor dicho, de la Academia de Cine. Los filmes de Marvel y DC Comics, así como los blockbusters, representan las preferencias mayoritarias de los espectadores.

Es precisamente ese elitismo el primer punto del que se debe partir para analizar el fracaso de las películas de superhéroes en los Oscars, y por qué las cintas superheroicas que tanto éxito tienen en taquilla naufragan año tras año en los Premios de la Academia. Pero no es el único motivo que explica esta decisión que es ya una cita anual.

La tradición de los Oscars

Al hilo del elitismo de la Academia de Cine de Hollywood, está el tema de la tradición de los Oscars. El elitismo del que hemos hablado en el primer punto ya forma parte de la mitología de los grandes premios del séptimo arte. Es casi como si fuera una cuestión indisoluble de la magia que compone esta ceremonia.

Tradicionalmente, las películas que triunfan en los Oscars no son blockbusters de acción, fantasía y ciencia ficción. Como hemos dicho antes, hay excepciones, claro. Siempre las hay. Sin embargo, la tradición, la leyenda, la fábula de estos premios recae a menudo en los dramas con un marcado componente sociopolítico.

Desafortunadamente, se sigue pensando en las películas de superhéroes como un mero entretenimiento, mientras que los filmes que ganan Oscars se venden como arte, a pesar de compartir el mismo espacio y vehículos artísticos que esas grandes cintas superheroicas que llenan las salas de cine y mantienen la industria a flote.

Para que las películas de superhéroes puedan ganar Oscars, la tradición de la Academia de Cine debe ser quebrantada y vulnerada de una vez por todas. Un estreno superheroico debe romper la rueda de Hollywood y cambiar las tornas. Aunque si El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey no lo consiguió… No sé qué película podría hacerlo.

La rigidez del género de superhéroes

Y, por último, el género de superhéroes también debe hacer autocrítica. La culpa de su ausencia en lo Oscars no recae exclusivamente en los miembros de la Academia y en la tradición de los propios premios. Seamos honestos, este género cinematográfico es de todo menos flexible. Ni siquiera lo son sus propios espectadores.

Como hemos dicho antes, las películas de superhéroes entremezclan la ciencia ficción, la fantasía y la acción con otros elementos tales como la comedia o el drama. Sin embargo, no tienden a profanar sus propias leyes no escritas, y rara vez se atreven a adentrarse por senderos inexplorados y a dejar de lado los elementos que las forman.

De hecho, cuando eso sucede, como es el caso de películas como El Caballero Oscuro, Logan y la más reciente Joker, son los propios espectadores los que dicen cosas como “es que eso, en realidad, no son superhéroes” o “ese tipo de películas no las contaría como películas de superhéroes, porque son algo más”.

¿Cómo que son algo más? Son películas basadas o inspiradas en personajes que proceden de los cómics de superhéroes, pero se salen de la estética y la narrativa audiovisuales preestablecidas para ofrecernos una historia con un tono diferente. Se limitan a transgredir las propias normas del género, pero siguen formando parte de él.

En ese sentido, la poca flexibilidad del género, la rigidez formal de las películas de superhéroes, juega una mala pasada tanto para llegar a un público nuevo como para derribar las puertas de la Academia de Cine y meterse de lleno en los Oscars. Quizás, no dentro de mucho, llegue el momento de contar con muchos más ejemplos que se atrevan a hacer… ¿Algo más?