Este verano aprovecharé para recuperar alguno de mis juegos favoritos para consola portátil. Volveré a jugar los Castlevania que se lanzaron para Game Boy Advance: Circle of the Moon, Harmony of Dissonance y Aria of Sorrow.
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Este año no llego a la operación bikini (por más que se empeñen en mandarme dietas milagrosas al correo) y me temo que tampoco soy de los que conseguirá un fantástico bronceado. Pero, eh, eso no significa que las vacaciones se hayan perdido. Como cada verano, aprovecharé para recuperar algunos juegos clásicos en una portátil.
Efectivamente, cuando estoy en casa prefiero jugar en el sofá, frente a la TV y disfrutando de las "comodidades" que nos está dejando la generación: los juegos a 60 FPS, la resolución 4K, los controles hápticos o el sonido envolvente.
Pero la que se viene conmigo en vacaciones es una portátil. Sé lo que estáis pensando, es el momento perfecto para llevarse una Nintendo Switch o, mejor aún, Steam Deck y recuperar esos juegos de la primera mitad de año que se nos hayan pasado.
Pero os confieso que aún no he ahorrado lo suficiente para hacerme con la consola de Valve, y que Switch me parece demasiado frágil para un entorno "hostil", como la tumbona en la piscina. Me dan escalofríos sólo de pensar en lo que le pasaría a una consola expuesta a la arena de la playa.
Este año apuesto por la más dura, la más compacta y la más portátil; mi vieja GBA SP. Para ser honestos no es mi consola original, sino un modelo al que le he cambiado la carcasa, añadido una batería y cambiado la pantalla por un dispositivo IPS que mejora la nitidez y el brillo (esto es esencial para jugar a la luz del sol).
Fue la misma opción del año pasado. Pero entonces lo tuve muy claro. Aproveché las vacaciones para jugar Metroid Zero Mission (el remake del original de NES para GBA) y Metroid Fusion, justo antes de que se lanzase Metroid Dread en Switch.
La jugada salió redonda. Y en 2022 voy a hacer algo parecido. Voy a recuperar los tres Castlevania que se lanzaron en GBA, y que se han lanzado recientemente en un recopilatorio para consolas actuales, Castlevania Advance Collection, que además incluye Dracula X Chronicles.
La única diferencia es que yo los jugaré en su formato original (Circle of the Moon fue el primer cartucho que me compré, el día de lanzamiento de la consola). Los otros dos juegos, Harmony of Dissonance y Aria of Sorrow se cuentan entre mis Igavania favoritos.
Os confieso que me encanta este término para referirse a los Castlevania desarrollados por Koji Igarashi (el responsable de Symphony of the Night y cuyo último juego ha sido Bloodstained).
Todo este "rollo" es para invitaros a que hagáis algo parecido estas vacaciones. Que además de disfrutar de la playa, la naturaleza o el turismo -cada uno lo que pueda o lo que prefiera- aprovechéis para desempolvar alguna consola portátil y recuperar vuestros clásicos favoritos.
¿Que cuáles son? Os leo.
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